ELIOT
¿Sabéis lo que son las típicas mariposas de las que tanta gente habla?, pues bien, no se si de verdad existen, pero, en este preciso instante besando a la mujer que me vuelve loco creo sentir dicho sentimiento.
Es raro de explicar, parecido a una electricidad que sientes cuando hablas, tocas o estas con esa persona.
Alice, ella es la única capaz de lograr esto en mi.
La lluvia cesa.
Nuestros cuerpos mojados pegados, permitiendome sentir el calor que emite el suyo.
Mis manos viajan a la zona de debajo de su trasero y asi alzar su cuerpo, la sujeto y pego por completo a mi.
Separá nuestros labios.
-Bajame -sentencia.
Hago lo que me dice y cuando sus pies tocan el suelo aun con sus brazos cojidos a mi cuello, sonrie.
Pero esta vez no es una sonrisa traviesa como la que me da siempre que estamos juntos, no, esta sonrisa es tierna y puedo jurar que me esta diciendo con sus ojos lo que de su boca no logra salir.
-Quiero fotografiar la imagen que tengo ahora mismo -digo mirando sus preciosos ojos celestes.
-Si es lo que quieres hazlo.
Saco la cámara del pequeño trozo de plástico que la protege de estos días lluviosos.
Realizó la foto y la observo.
El contraste del paisaje y la belleza de ella, me hacen admitir que está es la foto más bonita que de mis manos ha sido creada.
-Eres una muy buena musa para este pésimo artista -le digo.
Me retiro la cámara y la vuelvo a poner en su lugar.
Sonríe y se abalanza encima mío haciéndonos caer al agua.
-Da gracias a que al menos he esperado a que te quitaras la cámara del cuello -me dice riéndose.
-Oh que considerado por tu parte -digo con ironía.
-Salgamos del agua y me haces algunas fotos -me dice subiendo al trozo de madera.
-Asique al final te gusta que lo haga -digo posicionandome enfrente suya.
-Yo nunca he dicho lo contrario -admite.
-Mjum, lo que tu digas -digo para que no siga, porque conociendola podemos estar así horas.
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Unas fotos después ya estábamos en el piso.Me cambio de ropa por una camiseta oscura y un pantalón cómodo gris.
Salgo de mi habitación y me dirijo al salón, donde esta Alice preparando sus famosas fajitas y unas palomitas de mantequilla para la película.
-Hoy me toca elegir a mi -dice Alice recojiendo algunas cosas de la cocina.
Voy a su lado y le ayudó a limpiar.
-La última vez te tocó a ti y vimos A dos metros de ti, asi que técnicamente me tocaría a mi -aclaró y por la mirada que me da puedo notar que no le ha dado mucha gracia.
-Técnicamente si quieres comer hoy vamos a ver lo que yo quiera -dice cojiendo las cosas para comer.
Nos sentamos en el sofá con los platos enfrente y las palomitas en el centro.
-Técnicamente no puedo negarme -admito y le veo sonreír.
-Así me gusta -dice poniendo otra vez la dichosa película de A dos metros de ti.
Cuando la película ya por fin termina tengo a Alice dormida con la cabeza apoyada en mis piernas y con una de sus manos entrelazada a la mía.
Muevo con cuidado mi mano libre, apago el televisor y cojo mi celular.
Le tomo una foto a ella y se me olvida apagar el flash por lo tanto abre los ojos molesta.
-Me parece perfecto que tengas una obsesión conmigo, pero, procura que si me haces una maldita foto y estoy dormida no despertarme -me dice incorporándose.
Río y voltea a mirarme con los ojos en línea.
-¿Que te hace tanta gracia?, capullo -dice con su dedo presionado en mi pecho.
-Tú me haces reír -digo ganandome una mala expresión por su parte.
-Yo no debería hacerte reír precisamente -cambia a su sonrisa pícara.
-Amor, me encantaría seguirte el rollito cachondo, pero a uno se le cansa la mano -acaricia mi pecho y posiciona su mano en mi cuello.
Volteo y beso su muñeca, noto una textura extraña en ella. Sujeto con delicadeza su brazo para observarlo mejor.
-Te-te te lo puedo explicar -tartamudea.
Le miro a los ojos y entonces le muestro mis marcas en ambos brazos.
Observa dichas cicatrices y cuando levanta la vista logró visualizar como una lágrima recorre su mejilla, pasó mi pulgar.
Aclaró mi garganta.
-Todo comenzó cuando tenía ocho años, en el colegio no es que fuesen muy buenos conmigo y en casa el tema era aún peor -me escucha con atención y entrelaza nuestras manos. -Entonces un día llegue a casa después de estar ocho horas aguantando; insultos, patadas y jugarretas. Al llegar a casa tenía a mi padre de nuevo echandome la culpa del fallecimiento de mi madre, todo era siempre igual, yo le decia que no tenia la culpa y que yo también la quería a mi lado, él diciendome que sólo le traje problemas y desgracias a su vida. Todo me superó, desarme un sacapuntas y me dije a mi mismo "solo una línea", pero no, no fue sólo una línea, fue una y otra y otra, así estuve durante años. A los quince años tuve mi primer intento, no era feliz y sólo queria desaparecer -termino de decirle toda la mierda que arrastró.
Espero un "que pringado" "deberías haber fallecido tú y no tu madre" "sólo exageras", pero no, al contrario ella coloca sus brazos al rededor de mi cuello y me abraza.
Agarra mi cara con sus manos y me dedica una triste sonrisa antes de darme un casto beso.
-Estoy muy orgullosa de lo que has logrado hasta ahora -dice sonriendo.
<Dios, amo a esta mujer>
Es la primera persona en toda mi vida que me dice que esta orgullosa de mis logros.
-Creo que cada persona tiene que pasar por algo que los destruya y así lograr descubrir quien es realmente -dice con sinceridad y asiento.
-Tienes mucha razón -le admito.
-Te entiendo, viví lo mismo que tú, si quieres contarmelo yo con gusto te escucho y si no quieres también esta bien, sólo quiero que sepas que tienes mi hombro para llorar o para cualquier cosa, me tienes a tú lado y no me iré hasta que tú seas la que me eche -digo y le beso la frente.
Nota de la autora🦋🦋
Hola mis chiquisbeibis, espero que estéis bien.
De nuevo llevaba mucho sin actualizar, perdón pero mi inspiración esta -1000.
Espero que os haya gustado el capítulo.
Dejarme aquí lo que pensáis.
No olvideis votar y comentar.
Besos de koala🤍
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¿Podremos amarnos?
Teen Fiction-Aunque pudiera estar en mil sitios a la vez, tengo claro que sujetaría la misma mano, cada que me siento perdida -. digo con una sonrisa sincera. -¿De quién es esa mano? - pregunta. -La tuya... - susurro. *Una historia que te enamorará de principi...