ALICESus labios hacen contacto con mi frente y una lágrima cae por mi mejilla, la cual Eliot limpia con su pulgar.
¿A quien le va ha hacer daño que se lo cuente todo?
<a ti>
No, estoy harta, siempre me callo todo, ignoro mis problemas y como me siento para que los demás no se preocupen. Pues ya esta bien, confío en él más que en nadie en mucho tiempo. Sólo lo sabe Hanna y ahora Eliot también, me sentiría más débil si no supiese como se siente, pero él lo sabe, él ha pasado por lo mismo, pero..., ¿cómo tomará el que le diga que sigo con las ganas de hacerlo?, que cada día que pasa estoy más cerca de decaer.
¿Sentirá pena de mi?, ¿lo ignorará? o simplemente me apoyará a no romperme completamente.
<si no lo pruebas no lo sabrás>
Tomo aire y conectó nuestras miradas, su mano acaricia mi palma con delicadeza y me observa.
-Sólo si tú quieres, amor, no quiero que te sientas obligada ni nada por el estilo -me dice con una sonrisa.
-Está bien, quiero hacerlo -le digo finalmente tras unos minutos.
-En ese caso, te escuchó -musita con tono suave.
-Cuando tenía ocho años mis padres se separaron, aguante burlas y chistes de mal gusto de todo el mundo. Ir a la escuela se me hacía una jodida mierda, era completamente horrible. Aunque el bullying cesó seguía estando sola, no soy una persona que se le haga fácil socializar, como has podido notar -admito y los dos reímos -. Perdí el contacto completo con mi padre y me quede sola con mi madre, pensé que seríamos las dos juntas y estaríamos bien, pero no, ¿ella estaba ahí? si, pero me tenía que cuidar yo sola, le hacia yo la comida, limpiaba la casa y a todo eso sumandole que también tenía tareas del colegio por hacer -tomo aire para seguir -.Me dormía a la madrugada y me despertaba a las seis de la mañana para recoger la casa, hacer el desayuno, alistarme, coger la mochila e ir rumbo a la escuela -sollozo mientras recuerdo todo ese pasado del que intentaba huir.
Eliot coloca su mano libre en mi mejilla y posa su frente en la mía.
-Estoy aquí, me tienes aquí contigo y será así hasta que tu misma me eches de tú vida -dice mirandome con sus preciosos ojos grises.
-Entonces prepárate para hacerlo toda la vida -mascullo con una sonrisa triste.
-Con mucho gusto lo haré -dice devolviendome la sonrisa y robandome un pequeño beso.
-Siguiendo con mi triste vida, a los once años vino el inicio a la peor y mas dura parte. Comencé a fijarme en mis defectos, me juntaba con gente tóxica que me recalcaban todos los días mis inseguridades, lloraba todas las noches mirandome al espejo diciendome a mi misma "¿Porque no puedes ser como las de la revista?" "No pasa nada por no comer todas las comidas del día" "Si no estas como ellas no te querrán" "Mirate, estás horrible", todos los puñeteros días era lo mismo, me ahogaba en mis lágrimas esperando que llegará la tranquilidad y llegará la paz, pero no llegó -paro a coger aire y mirar a Eliot el cual esta escuchando atentamente.
Trago grueso y continuó.
-Entonces un día mientras me miraba y me daba un ataque de ansiedad cogí una cuchilla he hize los primeros cortes, pero una vez haces los primeros no puedes parar, en tu mente sólo esta eso, a todas horas y deseas llegar a tu habitación y desahogarte con tu cuerpo. Aún recuerdo que cuando lo hacía pensaba "Te lo mereces, te mereces este dolor y mucho más". Estuve haciendo eso durante años -termino de decirle y asiente.
-¿Y ahora? -pregunta.
Genial, la preguta que no quería que saliese porque me aterra decirselo. Tu puedes Alice, respira y dilo.
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¿Podremos amarnos?
Teen Fiction-Aunque pudiera estar en mil sitios a la vez, tengo claro que sujetaría la misma mano, cada que me siento perdida -. digo con una sonrisa sincera. -¿De quién es esa mano? - pregunta. -La tuya... - susurro. *Una historia que te enamorará de principi...