Capítulo XXV: eres tú, lo sé

55 6 5
                                    


ELIOT

Poco tiempo después que ella queda dormida, mis parpados se tornan pesados tras quedarme detallando todas sus facciones y agradeciendo poder estar así con Alice, que haya tenido el valor de contarmelo.

Si ella pensaba que eso iba a alejarme, se equivoca, quedarme a su lado es mi primera opción.

Cierro los ojos dejándome ganar por el sueño y quedarme dormido escuchando su respiración y sus latidos.

**

Escuchó sonidos y siento movimientos al lado mío. El miedo me invade y cuando abro los párpados la veo a ella.

Esta teniendo una pesadilla, lo sé.

Me siento apoyandome en el respaldo de la cama, la pego a mi abrazandola con fuerza.

La tambaleo intentando que despierte, necesito que lo haga. No quiero verla así, con los labios entreabiertos susurrando bajo "ayúdame" una y otra vez, su rostro con una mueca de miedo y dolor.

-Amor, porfavor, despierta -murmuro moviendola con un poco más de fuerza.

Lágrimas brotan y caen salvajes por su rostro, se me comprime el pecho de verla así. Rota y sufriendo.

-Alice, abre los ojos.

-Es una pesadilla -le digo en un intento de que despierte.

-No... é-él está aquí, otra vez, va ha hacerme daño de nuevo -susurra tan bajo que me es muy complicado entenderla.

-No, aquí estoy yo, no hay nadie más.

Por fin me mira con los ojos llorosos y antes de que me diga nada la abrazo con fuerza.

-Shhh ya está -susurro acariciando su cabello.

Le beso la coronilla impregnadome la nariz con su olor, miel y coco.

-¿Qué hora es? -pregunta separando el rostro de mi pecho.

Volteo y sujeto mi móvil, lo enciendo y la pantalla marca las 4:23am.

-Las cuatro y veintitrés de la mañana -le comunicó.

-Mierda, que tarde -bufa molesta -. ¿Te he despertado yo? -pregunta y yo sólo asiento.

-Perdón.

-No pasa nada -le digo -. ¿Te pasa a menudo?.

-Si, todas las noches -admite agachado la cabeza.

Le sujetó la barbilla y le levanto el rostro con delicadeza; le dedico una sonrisa.

-¿Quieres contarmelo? -pregunto perdiendome en su mirada azulada.

-S-si - dice tras unos minutos en silencio.

-No se si recuerdas al chico que encontraste en nuestro piso hace un par de meses -. La imagen de aquel día inunda mi mente; eso sólo hace que mis nudillos se tensen y mis latidos se aceleren.

Asiento y notó como traga saliva nerviosa. Decido posar mi palma encima de la suya intentando darle un poco de tranquilidad.

Yo desde siempre he pensado que una caricia, una mirada, una sonrisa, un simple gesto en el mal momento de alguien, puede ser una mota de paz entre toda la guerra que lidia en su mente.

Con ella, ojalá fuese capaz de eliminar todos sus malos pensamientos y las cosas que le atormenta.

-Lo veo -logra decir en un hilo de vos y la miro confundido.

-Siempre en las noches o cuando mi mente tiene un período de tiempo libre; aparece él, y los recuerdos de ese día -murmura y deslizó mí pulgar por su mano, la cual tiembla.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 18, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Podremos amarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora