ALICEYa es martes y eso significa que el chico misterioso viene a las 19:00 a por mí. Llevo 20 min enfrente del closet intentando elegir qué ponerme, dios ¿por qué le doy tantas vueltas?.
<porque el chico es atractivo, cariño y tú esperas acostarte con él>
Pues sí, para qué engañarnos, el chico es muy sexy y si puedo disfrutar de él lo haré y ya.
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He decidido ponerme un vestido azul oscuro que se ciñe a mis curvas, con escote forma corazón y sin mangas. Me observo en el tocador para confirmar que el maquillaje ha quedado como quería, casual pero sexy con el delineado negro. He optado por unos tacones negros simples pero sensuales que me dan algo más de altura, sin embargo no importa ya que el chico misterioso es bastante alto.
Salgo de mis pensamientos cuando oigo el timbre, me dirijo a la puerta para confirmar que es él. Cojo mi cartera, móvil y la chaqueta de cuero negra, me la coloco y abro.
Me mira de arriba a abajo y su sonrisa pícara hace que se le formen unos preciosos hoyuelos en las mejillas. Él está con un traje, pero la camisa tiene los primeros botones sueltos, el cabello lo tiene desordenado haciendo así que se vea más atractivo, fijo la mirada en sus ojos y me quedo embobada.
<este chico parece un jodido personaje literario>
-Hola, preciosa- me saluda sin quitar su sonrisa pícara.
-Hola, chico misterioso - respondo con su mismo tono pícaro.
-Bien, ¿nos vamos? - pregunta y yo asiento cerrando la puerta y dirigiéndome al ascensor con él.
Estamos en el ascensor y bueno, odio los ascensores, dime ¿por qué son tan pequeños? Es que siento que si me muevo 1cm me voy a pegar con él. Las puertas se abren y para mi sorpresa no estamos abajo si no en uno de los pasillos y cuando veo a Julio lo entiendo.
-¡Hola Alice! - saluda entusiasmado.
-Oh, hola Julio ¿qué tal? - saludo amablemente.
Julio pasa su mirada atrás mío y frunce el ceño, oh claro, está el chico misterioso aquí.
-Él es... - susurro.
<¡¡¡¿cómo se llamaaaa?!!!>
MIERDA MIERDA MIERDA, no veo que él vaya a decir algo así que omito su nombre.
-Él es mi cita de hoy-le comento a Julio.
-Oh, qué bien, espero que os lo paséis genial- se despide Julio antes de salir por las puertas.
Voy a salir del ascensor pero una mano me sujeta el brazo, haciendo que me quede inmóvil. Me doy la vuelta y le miro con el ceño fruncido.
-Antes de que te vayas quiero mi beso- dice como un niño.
-Uff, ¿en serio? - le contesto cansada, me guiña un ojo y entonces me acerco a él y estampo sus labios con los míos, el beso empieza lento y suave. Posa sus manos en mis nalgas y me pega aún más a su cuerpo, choca con la pared del ascensor pero no paramos el beso. Acaricio su abdomen con mis yemas y las subo hasta su cuello, lo pego más a mí para profundizar el beso. Me alza para que mis piernas queden entrelazadas en su cuerpo, sigue sin soltar mis nalgas si no que las va apretando generando un gemido de placer entre nuestras bocas, separo nuestros labios porque sé que si seguimos no llegaremos a la cena.
-Tenemos que ir a cenar- comento con un hilo de voz.
-Lo sé, pero no me importaría estar asi- dice mirándome de arriba a bajo y me guiña un ojo.
-Por favorrr, tengo hambre ¿sí? Luego te dejo que me hagas lo que quieras en la cama- intento convencerlo y al instante me arrepiento porque su sonrisa pícara vuelve a su rostro.
-Si me lo dices así no puedo decir que no-se encoge de hombros y vamos a su coche.
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Estamos en el restaurante y es de estos pijos que te ponen un trocito diminuto de comida le ponen un nombre raro y te cuesta más que un riñón.
-Bueno ¿vas a decirme tu nombre? - pregunto porque quiero saberlo.
Niega.
<joder, me estoy volviendo loca>
<aunque es mi culpa>
<¡¿CÓMO QUE TU CULPA!? >
<SI NO TE LO HUBIESES FOLLADO NO ESTARÍAMOS COMIENDO ESTA BASURA>
-¿Podemos ir a otro lado a cenar?- le pregunto con una sonrisa inocente.
-Me ofendes, ¿es que a caso no te gustan estos platos que tienes que comerte 40 para llenarte?- dice y empieza a reírse y yo me uno a su risa, causando que todo el restaurante nos mire pero a nosotros nos importa una MIERDA, nos levantamos, él sujeta mi mano y empieza a correr.
<ves dije que era un delincuenteee>
Ash ya callate estúpida conciencia y déjame ser mala por una vez.
<¿una vez? pero si eres como el diablo encarnado>
Conseguimos salir del restaurante, pero para nuestra sorpresa está lloviendo aunque no nos importa mucho, yo en acto de adrenalina me lanzo encima suya como un mono y él empieza a reírse. Comienza a caminar y yo sigo en la misma posición.
Frunzo el ceño al notar que estamos en mi portal, me baja suavemente de su torso y yo le sigo mirando fruncida.
-No puedo dejar a mi darling coger una neumonía- me dice a respuesta de mi cara que era de sorpresa, pero al decirme eso se calma.
-Qué caballeroso chico misterioso, ahora si me permites me voy a mis aposentos- bromeo.
-Como usted desee mi darling- me sigue la broma, con su pulgar toma mi barbilla y da un casto beso a modo de despedida antes de desaparecer.
OKAAAY, ha sido la cita más divertida que he tenido. Pero por fin puedo ponerme mi pijama y dormir, no me desmaquillo ni nada simplemente me coloco el pijama y me introduzco dentro de mis mantas calentitas hasta quedarme dormida.
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¿Podremos amarnos?
Teen Fiction-Aunque pudiera estar en mil sitios a la vez, tengo claro que sujetaría la misma mano, cada que me siento perdida -. digo con una sonrisa sincera. -¿De quién es esa mano? - pregunta. -La tuya... - susurro. *Una historia que te enamorará de principi...