Even You

30. Poco a poco.

La boca me tiembla ligéramente.

Recalpitulémos

–Esa es una historia muy larga y complicada, niña.

Acerco mi cara a la suya.

–No te preocupes, tengo el tiempo y la capacidad.

Aiden apoya su cabeza en la pared unos segundos, pasa su mano por su melena dorada y luego me mira de reojo, siempre se me eriza la piel cuando hace eso.

–Todo empezó ese día. El día en qué conocí a Jack.
Mi padre llegaba del trabajo a las 5, por aquel entonces yo tenía 7 años, así que siempre me quedaba esperándolo en el comedor mientras merendaba y miraba mi serie favorita. –respira hondo antes de seguir– Una tarde el timbre sonó cómo usualmente lo hacía. Fuí a abrir la puerta con mi mi oso de peluche–

Una carcajada sale sin permiso, cubro mi boca sonrojada por la falta de educación. –¿Oso de peluche?

Aiden me mira como si fuera a matarme. –¿Puedo continuar?

Asiento sin decir nada, no vaya a ser que el señor se enoje más.

–Como iba diciendo, yo abrí la puerta. Mi padre entró acorbatado y elegante como siempre. Lo que pasa es que detrás de él entraron tres personas más. Los vi pasar uno por uno cada vez más sorprendido. Papá nunca traía visita.
Priemero entró un hombre de una edad parecida, después una mujer de pelo castaño y por último un niño. Me quedé de piedra. Él parecía tímido y misterioso, no decía nunca ni una palabra. Al prinicpio me rehusaba a hablar con él pero, los días fluyeron con rapidez y esa especie de família seguía viniendo a casa, una y otra vez. Nunca me atrevía a preguntar. Poco a poco fuí entablando la que sería una preciosa amistad con ese niño rarucho y pálido. Estábamos los dos ya todas las tardes , nos la pasábamos jugando a los héroes y villanos, competíamos para ver quién era el mejor. –He visto un pequeño atisbo de nostalgia en la expresión de Aiden. –Cuanto más lo conocía, más me daba cuenta de que no eramos distintos el uno del otro. No tardó en convertirse en mi mejor amigo.
Mi padre siempre estaba reunido con la señora y el padre de Jack, él decía aue era todo questión de negocios y que yo no lo entendería. Sólo se que traía mucho dinero a casa.

Pronto, llegaron los 13. Jack se había vuelto una persona indispensable para mí. Mi mejor amigo. –Me sorprende que esas palabras salgan de su boca. – Entonces todo se torció, por culpa de su padre y de su asquerosa família. Ellos traicionaron a mi padre y por culpa de eso perdimos mucho dinero. Nos obligaron a no vernos nunca más y tampoco hubo más reuniones, la señora de pelo castaño también desapareció. Jack y yo nos saltamos esas reglas por el forro. Nos seguimos viendo unas semanas más haciendo nuestras trastadas típicas de niños por el barrio. Su padré nos descubrió. A mi me pegaron una paliza como castigo por desobedecer, a él lo mandaron a servicios militares. Cuando volvió ya nada fue lo mismo, desde ese punto pasamos a ser completos desconocidos, más tarde enemigos. Lo único que sobrevivió de nuestra amistad fue las ganas de superarnos el uno al otro.
Em cuanto Unai, él tan solo es mi hermano. Es un poco raro, pero es mi hermano.

Se siente como si se hubiera quitado un peso de encima.

Quiero que me cuentes quién es Unai. También lo que pasó en el bosque. ¿Por qué estaban en el hospital? ¿Eso fue un sueño? ¿Qué más oculta Jack? Quiero saberlo todo.

No, no es el momento. Poco a poco.

–Gracias por confiar en mí Aiden. –Intento sonreír.