Even You

13.Puntos débiles. [Parte uno]

Capítulo dedicado a Zoemi24, gracias por estar apoyando y comentando siempre. ❤️

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Hay cierto punto en la vida de uno mismo en el que te das cuenta que estás tan jodidamente cansado de todo, que tu corazón hecho pedazos ya no le quedan fuerzas ni ganas para seguir latiendo, y a ti, a ti ya todo te da igual, que deje de fluir sangre en mi corazón si eso es lo que quiere, no voy a oponerme, no voy a luchar, no tengo motivos por los cuales hacerlo.

Y es que amigos, no os he estado mintiendo, pero tampoco os he contado el 100% de mi verdad. Pero eso es otra historia, y cómo ya os he contado, estoy tan jodidamente cansada de regodearme en mis mugrientos y podridos recuerdos, que no tengo la voz ni el valor para contar esas mentiras. No os preocupéis, tarde o temprano mis más oscuros secretos saldrán a la luz. Hasta entonces, no tenéis más remedio que confiar en el lado perfecto de esta historia.

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Lía me mira con ojos cansados y la voz de sus palabras suena demasiado quebrada.

–Me he cansado de luchar, Layla. ¿Ma voy a morir, verdad?

En la habitación de mi hermana se expande un silencio desolador y cargado de derrota.

Las palabras que ella ha dicho, han causado un fuerte estrago en mi mente. Levanto el mentón de Lía con mi mano derecha y la obligo a mirarme, estoy muy triste pero no voy a permitir que ella se derrumbe, ella tiene que seguir.

–Lía, no te vas a morir, he hablado con el doctor y dice que estás mejorando muy deprisa, él se ha dado cuenta de que hay otro tratamiento aún más efectivo y que podrías sanar con más rapidez.

Los ojos de Lía se abren cómo platos, ella se sienta sobre la cama y ese brillor de ilusión y esperanza vuelve en ellos. –Es en serio?

–Sí, pesadilla, te vas a poner bien, y podrás salir de aquí de una vez, te prometo que cuando salgas nos iremos las dos a cualquier parte del mundo, las dos solas, y nos lo pasaremos cómo nunca, tú y yo. –Verla así me pone más feliz, es una sensación agradable, cómo si su felicidad estuviera vinculada a la mía.

–¡Sí! ¡Sí! ¿Nos iremos a Disney? ¿Me lo prometes? Quiero ir a Disney y conocer a una princesa, –Pone su mano en el su barbilla haciendo un gesto pensativo. –¿A cuál saludaré primero? ¡Ay dioss!... ¿y si voy a Disney y descubrimos que yo soy una princesa perdida al nacer? ¿Tendré que dejarte sola para ir a vivir a mi castillo? ¿Tendré qué matar dragones y domarlos?.... ¿Tendré que comer carne de oveja cruda?

Hago una mueca de asco ante su comentario. –Puejj... eso es... asqueroso...

–Sólo lo dices porqué yo soy una princesa perdida y tú no, tienes envidia de Muá, –Su pose dramática al estilo francés hace que me parta de la risa y ella se enfade conmigo.

–A veces creo que eres Bipolar.–Digo entre carcajadas.

–¿Bipolar? Pues tú eres un oso feo.  –Exclama cruzando los brazos indignada.

–¿Sabes acaso que significa? –Mis aires de superioridad intelectual por las nubes.

— ¡Me da igual lo que significa! Yo soy una princesa y tu un oso feo que vive debajo de un puente.