–Señorita Scott, ya qué su compañero está enfermo usted tendrá qué hacer la presentación por su cuenta. –La profesora me saca de mi mundo llamándome para salir a la pizarra, obviamente tengo el trabajo hecho, pero Dylan, con quién después de insistir muchísimo accedí a hacer el trabajo, no se ha dignado a presentarse.–Le ruego por favor qué me deje aplazar el trabajo hasta el lunes próximo, seguro que mi compañero ya está sanado para entonces. –Le casi suplico.
–Esta es su última oportunidad señorita Layla, si se niega me temo que tendré qué suspenderla en ámbito social, también en el particular del trabajo.
Esa no es una opción, nunca en mi carrera estudiantil he suspendido un sólo examen.
Tragándome mi orgullo me armo de valor para levantarme de la silla y caminar hasta quedar delante de toda la clase, evito a toda costa la mirada de Aiden, después de lo de la última noche lo último que quiero es hablar con él. Toda la gente me mira, esperando a qué empiece, el pánico me invade y la incomodidad me bloquea las piernas.
Inhalo y exhalo antes de comenzar con la función. Es un trabajo detallado y objetivo sobre la discriminación de las mujeres en distintas regiones del mundo, explico por ejemplo la antigua sobre población en china y cómo mataban sólo a las niñas a causa de ella, dejando a sólo a los niños, claro está que si eras rico podías tener cuántos bebés deseases.
He expuesto y terminado el trabajo al rededor de unos 10 minutos más tarde, concluyendo con un éxito cognitivo, me siento muy orgullosa, además los compañeros han estado muy atentos y respetuosos, parece que les interesaba el tema.
–Y esto es todo, espero haberles dado una información útil, gracias.
Me retiro lentamente hasta escuchar la voz ronca del chico rubio.
–Un momento, si me permite, yo tengo una duda envolvente a su trabajo señorita Scott.
Maldito hijo de puta.
Finjo mi mejor sonrisa delante de la profesora, en la cara de él resalta esa curva hacia arriba que me encantaría borrarle a puñetazos.
–Sí, claro, dime.
–¿Quienes van a la guerra?
Veo por dónde vas. –En Israel, por ejemplo, es obligatorio formar a ambos sexos militarmente, así que podría decirte qué depende de en qué país.
Aiden sonríe. –Sí, ¿Pero mayoritariamente durante toda la historia de la humanidad?
–Los hombres, pero eso no quita el hecho de qué mueran millones y millones de mujeres y niños a consecuencia de ellas, listo. –Me regodeo.
–Estoy en desacuerdo, por estadística mueren muchísimos más hombres. ¿Y porqué hay más hombres haciendo trabajos físicos qué mujeres? ¿Acaso no se buscaba la igualdad? Creo qué las feministas sólo ejecutan el término igualdad cuándo se trata de obtener los mismos derechos, eso está bien, pero ¿Para cuándo las mismas obligaciones?
–En primer lugar, el feminismo busca la equidad, te lo explicaría pero creo que tu minúsculo cerebro de simio no lograría entenderlo, en segundo lugar, creo qué estás generalizando demasiado, hay muchos factores que pueden intervenir, puede que haya más hombres haciendo trabajos físicos, pero eso no quita qué cuándo un hombre y una mujer hagan exactamente el mismo trabajo con la misma calidad, la mujer cobre menos qué el hombre. Y ya no sólo por ser mujer, a veces también por ser de una raza distinta o razones mucho más estúpidas. Y ya no toquemos el tema de las agresiones físicas o de género, porqué también da mucho de qué hablar.
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Even You
RomanceA veces nuestro peor miedo somos nosotros mismos, en esta ocasión mi miedo eras tú. Después de diagnosticar cáncer a su hermana pequeña y del abandono de su madre, Layla, una chica "rota" decide alejar a todo el mundo de ella durante el verano, ten...