Una semana, una maldita semana en la que Seungmin había vuelto y el no podía parecer más un estúpido niño enamorado.
Trataba con todas sus fuerzas de esconder ese sentimiento, intentando siempre poner a una persona en medio de ellos dos cuando se encontraban, siendo la víctima mayormente Han Jisung.
Changbin no era bueno escondiendo sus sentimientos, de verdad que no. No podía evitar mirar mal algunas veces a Lee Felix sin percatarse de ello debido a que este era algo -muy- afectuoso con Seungmin. Le era imposible dejar de mirar al menor cuando estaban juntos, no era bueno disimulando su sonrisa cuando este no hacía nada más que hablar, sonreír o darle un pequeño abrazo. Odiaba el hecho de parecer un imbecil al involuntariamente hacer cualquier cosa por Kim Seungmin sin que este hubiera pedido nada.
Simplemente odiaba estar cayendo en los efectos del amor a esa edad, creía que siendo mayor aprendería a controlar sus emociones, pero no, era completamente lo opuesto. Hasta de niño se le daba mejor.
Ahora tenía una mayor y terriblemente adorable competencia, Lee Felix.
Le agradaba mucho, en serio que lo hacía, lo había hecho desde el primer día que se enteró que fue el primer amigo de Kim Seungmin en un país extranjero. Pero, dios, era imposible no sentir celos de su seguridad en darle algún cariño cuando a él le costaba demasiado por ser alguien con no mucha confianza y el ver a Lee Felix actuar tan natural y libremente con Seungmin lo llenaba de envidia.
Pero no podía enojarse con él y eso era lo peor. Sabía que Lee Felix no tenía la culpa, sino el mismo por ser un cobarde.
—¿Vas a seguir asi? ¿En serio? —preguntó Seo hacia su compañero de habitación, quien había asentido rápidamente.
—Tú no entiendes nada sobre el amor, no entiendes lo que conlleva.
Sí, claro, no tenía idea de ello.
—De todas formas quiero dormir y pareces un niño que recién tiene un celular en sus manos por primera vez. —ironizó cubriendo su cabeza con una almohada. —Te lo dejaría pasar si me contaras de quién se trata.
—Ya te dije que no, es complicado. —negó aunque con una sonrisa en sus labios por estar metido en sus chats con el "chico de sus sueños". —Lo haré cuando sea el momento.
—Entonces deja de sonreír como un estúpido niño y déjame dormir, todos deben estar dormidos ahora mismo.
—Son las once y media, sé que tenemos clase a las siete pero de todas formas no es tan tarde. —se excusó. —Seungmin y Felix tampoco están dormidos, acabo de hablar con Felix hace un rato.
Genial. Seungmin y Felix en las últimas horas de la noche sin dormir, compartiendo habitación. Odiaba su imaginación sin lugar a dudas.
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—Tengo hambre. —se quejó Lix removiéndose en su cama, mientras Min daba una vuelta en su propia silla para poder verlo desde un escritorio con ironía. —Ve a comprar algo de comer.
