—Hoy no voy a estar contigo. —aclaró Jisung, quién estaba metiendo algunas de sus cosas en su mochila e ignorando la mirada de su novio. —Voy con papá.
—¿Por? —preguntó sentado en la cama de su pareja, intentando hallar su mirada mientras este estaba de pie alistando su mochila. —¿Te sientes bien, Hannie?
—Lo hago. Solo que me siento un poco mal físicamente y... no lo sé, estar con mi familia me hará mejor. De todas formas es un día, Minho, da igual.
—¿Te sientes mal? ¿Qué te duele? —el rostro tan preocupado de Minho lo hizo por fin mirarlo. —¿Necesitas que yo te lleve?
Bin solo apretó los labios intentando ignorar la conversación de la pareja. No estaba nada tranquilo después de aquella vez que vio a Han llorar y el saber que Minho estaba relacionado en ello solo lo hacía enojar.
No tenía idea de que era lo que sucedía debido a que Jisung no había querido decir nada más que Minho tenía que ver. Odiaba que Han fuera tan reservado y en momentos delicados mucho más. Desde un principio había tenido una mal presentimiento de su relación por la peculiar fama de Lee, pero confío en Han Jisung. Jisung era inteligente, mucho a su parecer, lo suficientemente listo como para saber que persona era la mejor para estar a su lado.
Ahora no sabía si el amor había nublado sus sentidos, pero de todas formas allí estaba. Conteniéndose de soltar alguna mala mirada, un golpe o un insulto a Minho solo porque Jisung se lo había pedido entre lágrimas la vez pasada.
—No, está bien. ¿Si? —Jisung acarició suavemente la mejilla de Minho, quién seguía observándolo. —Solo es el dolor de cabeza y eso por las clases. Da igual, amor.
—Está bien. —Han intentó sonreír al sentir la mano de Lee tomar la suya y depositar un beso allí. —Pero no dudes en llamarme si algo más te pasa. ¿De acuerdo? Mañana podremos hacer lo que tú quieras para que se te pase todo eso. Te compraré lo que quieras o saldremos a donde se te plazca. De todas formas es domingo.
Jisung se limitó a sonreír sin mostrar los dientes y asentir, colocándose su mochila en hombros y sintiéndose terrible y desgastado al ver los dibujos que el mismo había dibujado con los costosos regalos de Minho. Ahora más que un gesto de amor, solo los veía como una forma del mayor de mantenerlo feliz y sin sospechar nada, algo que le agrietaba el corazón al no haber funcionado.
—Te amo. —fue lo que escuchó de los labios del mayor cuando estuvo apunto de salir por la puerta con sus cosas.
¿De verdad tenía que seguir torturándolo de esa forma?
Aún así, Jisung no respondió lo mismo. Solo mantuvo su pequeña sonrisa y se acercó lo suficiente para dejar un delicado beso en los labios de su pareja en forma de despedida.
Y cuando Han Jisung estuvo lo suficientemente lejos de Minho, solo cerró los ojos reprimiendo soltar alguna lágrima, limpiándose los labios con la manga de su camisa
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