Seungmin, después de haber caído dormido exactamente veinte minutos de hablar con el mayor, se encontraba en su misma cama como había estado varios minutos atrás, solo con la diferencia de estar siendo acomodado con el sumo cuidado de Hyunjin por intentar no despertarlo.
Simplemente en el pequeño lapso en el que Hwang se había dedicado a buscar un basurero y regresar, Seungmin se había quedado dormido. Tal vez aquel hecho se dio por todo el ejercicio físico que sabía que había realizado aquel día y que, por lo visto, el menor no estaba para nada acostumbrado en hacer.
Y ese fue el problema, porque Hyunjin estaba seguro que su "atracción" por Seungmin, era uno de sus muchos caprichos amorosos, como solía llamarlos Chistopher Bang. Aquellos caprichos amorosos donde Hwang Hyunjin solia engancharse a una persona al estar sumamente interesada en ella. Por su personalidad, su físico y por su forma de ser, las razones eran variadas. Pero la principal razón era por como Hwang Hyunjin se sentía a gusto con el trato de una persona.
Entonces allí estaba, meditando y preguntándose si Kim Seungmin se trataba de una simple atracción o no. Porque una simple atracción no te hace quedarte como un completo idiota, admirando a una persona de lo más desarreglada durmiendo en su cama. Una imagen que por alguna razón lo hacía sonreír sin darse cuenta. Una imagen que consideraba hermosa a pesar de consistir al menor con los cabellos revueltos, entre las sábanas blancas mientras abrazaba a una de las almohadas.
Y no entendía el porqué estaba tan empeñado en conocer a Kim Seungmin, no tenía ni la más mínima idea de ello, porque era consciente que el menor no tenía un interés en conocerlo por su forma de actuar con él. Si bien consideraba al de cabellos lilas como alguien bastante lindo y adorable, su físico no era lo que lo hacía quedarse allí. Tampoco se trataba de su forma de tratarlo porque notaba desde kilómetros su poca emoción al verlo. ¿Entonces que era lo hacía quedarse allí? No lo sabía, pero tenía en cuenta que una pequeña parte de su mente o de su corazón le impulsaba a hacerlo.
Y no sabía cómo llamar a ese sentimiento, pero estaba seguro que era lo suficientemente fuerte como para no rendirse.
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Seungmin no se había quitado las palabras de Hyunjin de la mente y eso le comenzaba a preocupar.
Realmente lo hacía, tenía que conversarlo con Changbin o con Felix, aún que con este último las posibilidades de que fuera una conversación larga eran muy pocas.
El hecho de que Hwang Hyunjin le hubiera contado aquella historia de sus padres debería darle igual, pero no lo hizo. ¿Por qué? Porque con ella algunas de sus dudas estaban siendo resueltas y aclaradas finalmente. Toda su vida se había pasado pensando que la razón por la que Hyunjin le había hecho eso fue puro egocentrismo e idolatría en sí mismo, pero ahora comenzaba a pensar que tal vez el Hyunjin de niño que conoció no era tan malo. Tal vez simplemente había una historia detrás que nadie conocía con respecto a su crianza y sus problemas familiares.
