9. Hablemos de la segunda base-pulmonar

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Hablemos de la segunda base-pulmonar

 Canción: 

Dancing Queen, Abba

BOA sonaba en la radio en ese momento. Parecía ser un especial a su nombre porque al ser consciente del ruido que estaba escuchando sonaba la canción Eat You Up, para que luego, minutos más tarde, JiSung abrió los ojos y comprendió que ahora estaba escuchando Smile Again. Sin embargo, el disfrute de la música en esa madrugada fue interrumpida por la verdadera razón de su despertar: tenía ganas de vomitar.

No le prestó atención a su habitación porque estaba más pendiente de no vomitar fuera del baño como también de no querer llamar la atención de su madre. Se encerró rápidamente en el baño y dejó que el agua del lavabo corriera para apaciguar un poco el sonido; levantó ambas tapas del inodoro y colocó una toalla limpia en el borde donde apoyó su frente y, como lo había hecho las veces anteriores, comenzó a inhalar y exhalar.

Sentía las gotas de sudor frío caer por su nuca, como también ese frío abrazador que lo hacía temblar aun cuando el clima nocturno no tenía nada que ver. Desde que había iniciado la calendarización de los exámenes él recurría a esa rutina una o dos horas después en las que se quedaba dormido, lo cual era un asco porque eso significaba que de las pocas horas que tenía para dormir se reducían.

Al igual que las otras veces, el sentimiento de nauseas desapareció paulatinamente, aunque eso no evitaba a JiSung sentirse del asco por no vomitar el vacío de su estómago. Lanzó la toalla al canasto de la ropa sucia y cerró la llave del lavabo para poder cepillarse los dientes, viéndose en el espejo cómo las ojeras estaban cada vez más marcadas y sus mejillas poco a poco perdían el relleno característico.

«Me veo del asco —pensó JiSung—, pero ya pasará.»

Era temporada de exámenes, al fin y al cabo. Tenía que verse mal.

Dejó el cepillo en el vaso de plástico que se usaba y salió de la habitación con la sensación de estar un poco más recompuesto. Entró a su habitación aún con las canciones de BOA sonando de fondo (esta vez era Masayume Chasing) recordando el anime que había dejado botado hace meses ya.

Sin prestar real atención a su entorno se recostó en su cama, de cabecera, y se aproximó en abrir un poco los ojos y comprobar la hora en su reloj de muñeca que todavía no se había sacado.

04:45 AM

—Woah... —suspiró JiSung estirándose sobre su cama. Sintió golpear algo.

«¿Por qué golpee algo?»

Se despertó un poco más y levantó la cabeza. A los pies de su cama MinHo dormía hecho un ovillo.

—¡Mierda! —exclamó JiSung con sorpresa. Entre medio de los dos chicos había apuntes, libros, e incluso fotografías de viejos filósofos esparcidos tanto por la cama como es suelo. —¡MinHo! —Se aproxima para zarandearlo. —¡Despierta! ¡Son casi las cinco!

—¿Eh?

MinHo tenía los ojos muy hinchados, y en otra circunstancia JiSung probablemente se habría burlado de él, pero ahora era presa del pánico de que el chico estuviera hasta tan tarde en su casa.

—Tienes que irte —susurró—. Te van a regañar.

—Uh- sí, parece que sí...

MinHo era más sueño que persona, por lo que podía apreciar JiSung. El pelinegro se colocó sus zapatillas con lentitud mientras bostezaba a su vez que JiSung guardaba apresuradamente las cosas del chico en su mochila.

Mr. Brightside; MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora