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⚠Este capítulo presenta contenido +18, si no es de tu agrado puedes saltarlo y continuar con el siguiente sin afectar la trama de la historia. En ningún momento se busca dañar la imagen de los chicos, es solo ficción.

SooBin estaba completamente consciente de que HueningKai no estaba listo para ver un pene ajeno al propio, ni siquiera habían avanzado en absoluto sobre su caso, tenía que evitar a toda costa que lo viera si no quería que el momento se arruinara.

-Déjame hacer esto, no serás capaz de soportarlo - Kamal entendió rápido pero tenía un pequeño defecto, no aceptaría que le nieguen algo que ansiaba hacer.

Cualquier intento de protesta fue obstruido por los labios del menor, por raro que fuera logró llevar el ritmo por primera vez, abrió un poco sus labios incitando que el mayor introdujera su lengua y explorará su cavidad bucal. Esto fue suficiente para distraerlo y poder, al fin, desabrochar los estorbosos y sofocantes jeans de Choi. Metió su mano sin cuidado pero fue detenido de inmediato por la mano del contrario. 

-No quiero que te asustes, por favor entiende - insistió el licenciado separándose lo suficiente para dejar de sentir el calor del cuerpo opuesto.

-Lo quiero, por favor no me deje así - rogó Kamal con los ojos más brillosos que alguna vez podría haber visto SooBin, unos ojos tan hermosos que podrían cautivar a cualquiera.

-Haré lo que quieras pero no intentes tocar ahí, no hemos logrado nada como para dejarte hacerlo como si nada pudiera pasar - el castaño hizo un puchero - Si tanto quieres que lo hagamos entonces no vuelvas a intentar tocar, ¿entendido? - el menor movió la cabeza de arriba para abajo y extendió sus brazos como niño pequeño, Choi no pudo evitar sonreír dando a notar unos hermosos y tiernos hoyuelos dejando pasmado al contrario.

El pelinegro tomó el cuerpo de Kai con delicadeza para levantarlo y pagarlo a él, se sentó sobre la cama y acomodo al menor en su regazo, colocó sus manos en el trasero de Huening generando cierta presión que hacía rozar un poco sus erecciones. Ambos soltaron un jadeo, se miraron directo a los ojos y, demonios, no entendían lo que acababa de pasar, solo sintieron como sus corazones se aceleraron de inmediato.

Choi movió con suavidad su cadera repitiendo aquel roce que se sentía jodidamente bien, realizó el movimiento unas cuantas veces manteniendo sus miradas conectadas hasta que el menor no pudo más y se abrazó con un poco de fuerza al cuello del mayor rompiendo el contacto, el contrario beso el hombro de Kamal mientras seguía con los movimientos, los jadeos del castaño resonaban en su oído excitándose notoriamente mientras su erección empezaba a doler.

-Hyung - jadeo con más fuerza al sentir una fuerte mordida sobre su clavícula, quería hacer lo mismo, si el mayor dejaría marcas sobre su cuerpo él también lo haría.

Soltó su agarre y buscó la orilla de la playera de SooBin para poderla retirar ya que no lo dejaban explorar el otro extremo, por su parte el pelinegro levantó los brazos para facilitar la acción. Una vez fuera la prenda, unieron sus labios besándose sin prisas y acariciando sus pieles sin ritmo alguno, no tenían la necesidad de apresurar las cosas mientras pudieran tocarse de esa forma. Poco a poco SooBin acercó sus manos a la cremallera de los jeans del menor para bajarla y después desabrochar el botón, comenzó a retirarlos con lentitud, Huening se levantó un poco para que los pudiera quitar por completo, Choi recorrió las piernas ahora expuestas sintiendo como la piel del castaño se erizaba.

-Tu piel es tan suave que me hace querer nunca dejar de tocarla - comentó el mayor regresando sus manos a la cintura de HueningKai quien soltó una tierna risita por tales palabras.

-Yo puedo tocarla cada que quiero - ahora fue turno de SooBin para reír.

-Por ahora lo haré hasta dejarla hormigueando de tanto abuso que le daré.

-No lo dejes en palabras hyung, solo hazlo.

Ahora entendía porque desde el primer día que se conocieron HueningKai tenía una apariencia tan tierna, ese chico no tenía máscaras, se mostraba tal cual es. Se giró dejando acostado al menor otra vez y se levantó quedando de pie frente a él.

-Cierra los ojos, me quitaré esto - señalo sus propios jeans a lo que el menor hizo lo que dijo, el plan solo era quitar la prenda exterior pero aprovecho para quitar también la interior. Logrado el cometido, se acostó sobre el menor sin aplastarlo y acarició su cabello.

-Ya puedes abrirlos - Kai abrió sus ojos volviendo a tener ese contacto tan emocionante que lo dejaba sin poder respirar adecuadamente - ¿es tu primera vez?

-Si - respondió desviando la mirada.

-Seré muy cuidadoso entonces, haré que valga la pena - Huening volvió a mirar al mayor y asintió con la cabeza.

SooBin beso con delicadeza al menor mientras retiraba la última prenda que aún portaba. Se separó para chupar dos de sus dedos, abrió más las piernas de Kai para tener acceso a su entrada, tanteo un poco hasta encontrarla.

-Necesitas relajarte para que duela menos - Huening no hizo ningún gesto, que sea su primera vez no implicaba que antes no se hubiera tocado de esa forma, claro que sin tocar su propio pene.

El primer dedo se abrió paso dentro de Kai robándole un agudo gemido, se aferró a la espalda de Choi y mordió su labio inferior, en definitiva se sentía muy diferente que alguien mas le hiciera eso. Los movimientos fueron lentos pero profundos, su cuerpo reaccionaba en un vaivén al ritmo de los movimientos del contrario. El segundo dedo no tardó en entrar haciendo movimientos de tijera para dilatar aún más, por primera vez desde que inició la intromisión SooBin miro a Kamal sin dejar de morder su labio para evitar cualquier sonido, rápido unió sus labios para distraerlo un poco del dolor creía estaba sintiendo, era completamente ajeno a la verdadera sensación tan placentera que vivía Huening. Sacó sus dedos cuando sintió listo al menor.

-Si en cualquier momento sientes que no puedes soportarlo más dímelo, no quiero que sufras - SooBin estaba siendo muy cuidadoso, mucho para el gusto del menor.

-De lo único que me preocupo es de sentir asco - para cualquiera eso sería algo hiriente, un comentario de mal gusto pero Choi entendía muy bien lo que el menor quería decir con sus palabras.

-Solo mantén cerrados los ojos, no imagines nada sobre eso - depositó un beso en la frente de Kai mientras tomaba su miembro y lo introducía en la dilatada entrada del castaño.

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𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐎𝐁𝐈𝐀 | 𝐒𝐎𝐎𝐊𝐀𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora