𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐎𝐁𝐈𝐀 | 𝐒𝐎𝐎𝐊𝐀𝐈

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SooBin salió de su consultorio en cuanto escuchó los gritos de YeonJun. Miró a HueningKai que solo mantenía su mirada agachada y después se dirigió al mayor.

-¿Qué haces aquí hyung?

-Lo mismo me pregunto con él - señaló a Kamal con el índice - ¿Acaso nunca se despegan o qué? No solo le basta con enamorarte sino que también se la pasa quitándote el tiempo.

-No hables así de él - lo defendió el pelinegro - ¿No se supone que lo quieres?

-Lo hice hasta que me quitó el corazón del hombre al que amo desde hace años, ¿es que nunca te diste cuenta de mis sentimientos SooBin?

SooBin era un increíble psicólogo. Cuando en algún momento le dijo a Kai que incluso era mejor que YeonJun era real, mientras que el mayor se la pasaba en fiestas y algunos amoríos, el pelinegro solo se enfocaba en los estudios, nada de lo que hacía el mayor le gustaba así que cuando no estaban juntos se dedicaba a leer artículos y de más cosas en la biblioteca de la universidad. Sabía perfectamente que su hyung tenía sentimientos fuertes por él desde hace años, su increíble habilidad para identificar los sentimientos y emociones de las personas le permitía eso, nunca se lo había preguntado porque el hacerlo implicaba un rechazo inmediato de su parte y por nada en el mundo quería lastimar al mayor. Esa también fue la razón por la que decidió continuar con Kamal, vio el gran interés que sentía el menor así que decidió dejarse llevar, en esos momentos estaba dispuesto a dar la vida si era necesario con tal de poder ver la hermosa sonrisa del castañito.

-Lo se, siempre lo he hecho pero yo no siento lo mismo hyung, nunca podré corresponder tus sentimientos, menos ahora que estoy por primera vez en mi vida realmente enamorado y del chico mas lindo en el mundo. 

HueningKai levantó la mirada encontrándose con la de BeomGyu quien lo veía con algo de arrepentimiento y a la vez con alegría por las palabras que decía el pelinegro, para los oídos del rubio eran lo más hermoso que alguien podría decir sobre el menor, tan real.

El pequeño mundo de Kamal comenzó a dar vueltas, sabía que los mayores aún estaban hablando entre sí pero lo único que podía escuchar eran murmullos. Perdió el control de su cuerpo colapsando de lleno contra el suelo y quedando inconsciente de inmediato.

+ × + × +

Su cabeza dolía, escuchaba los característicos sonidos de las máquinas que se utilizan en un hospital y al abrir los ojos quedó cegado por la fuerte luz que alumbraba la habitación, intentó sentarse en lo que asumió era una cama pero se lo impidieron.

-Tranquilo, tienes que descansar más bebé - esa voz conocida, tan hermosa pero a la vez incorrecta, no merecía recibir tanto cariño de aquel hombre.

Se sentía incorrecto tener algo que alguien más buscó durante años, no valía tanto la pena como para quitarle ese lugar al peligris. Definitivamente YeonJun merecía eso y mucho más. El mayor había dado todo de sí para cuidar de su madre y hermano, desperdiciando de cierta forma su adolescencia y, en ella, la oportunidad de tener algo con quien había querido desde hace años.

-¿Cómo te sientes? - preguntó SooBin brindando suaves caricias sobre su cabello.

No tenía idea de cómo lograría hacerlo, se acostumbró tanto a la presencia del pelinegro y ahora se le hacía imposible dejarlo ir pero debía hacerlo. Choi SooBin nunca le perteneció de verdad.

-¿Dónde está YeonJun hyung? - el mayor frunció el ceño por unos segundos.

-Emm, afuera, ¿por qué?

-Quiero verlo - SooBin soltó una risa.

-No, él no debe ni podrá volver a estar cerca de ti, ¿para qué lo necesitas? - el más alto se levantó con molestia evidente en su mirada.