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Podría jurar que de esa forma estaba mucho más cómodo. No tenía nada en contra de la silla del consultorio de SooBin pero prefería mil veces estar en la posición de ese momento, el mayor permanecía sentado en una esquina del sillón más grande mientras HueningKai estaba acostado con la cabeza recargada en la pierna del pelinegro, Choi le daba suaves caricias en el cabello mientras lo escuchaba hablar y hacía preguntas.

Era su tercera semana pero la primera en que se lo tomaron en serio, las anteriores se la pasaban besando hasta terminar el tiempo y el menor tenía que ir a encontrarse con BeomGyu al lugar de siempre. Se sentía nervioso, incluso más que cuando solo iba al consultorio, tal vez era una de las razones por las que no se debe atender a un conocido.

-A veces yo sentía lo mismo, mi hermano recibía toda la atención de mis padres y hermana pero cuando nací la perdió, cuando crecí y me lo plantee me intente alejar de él pero no podía, siempre me buscaba para jugar o hacer cualquier cosa - el menor se enderezó quedando sentado a un lado de SooBin.

-¿Alguna vez se lo dijo?

-Hasta que estaba estudiando la carrera, como proyecto nos pidieron decir cosas que habíamos callado por tanto tiempo a las personas más cercanas y grabarlas en el momento. Ahí fue cuando le dije.

-¿Y qué pasó? ¿Cuál fue su reacción? - Choi sonrió mostrando sus hoyuelos.

-Digamos que le dio risa, después me estuvo molestando por casi una semana y al final confesó haber sentido un poco el olvido de nuestros padres pero que solo fue durante mi etapa de bebé que es donde más cuidados requería.

-¿Nunca fue grosero contigo? - el mayor negó con la cabeza - ¿Ni su hermana?

-Ella es la que más me protegía de todos, incluso en algún momento me dijeron que en una etapa ni siquiera dejaba que mi madre se acercara a darme de comer, creen que su plan era matarme de hambre.

HueningKai comenzaba a sentirse mal, tal vez la razón por la que fue diferente en su caso es porque era pequeño y los resentimientos son más fuertes pero entonces si era tan pequeño, ¿por qué lo abandonaron de tal forma? Él también necesitaba de cuidados, los cariños de mamá, jugar con sus hermanas, pasar un rato con su padre. ¿Había hecho algo mal en ese momento y fue lo que provocó que fuera invisible frente a su familia?

Sin darse cuenta algunas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, la única persona con la que había sido capaz de hablar sobre aquello fue con BeomGyu, luego de eso, por alguna razón misteriosa que no tenía para nada que ver con que el rubio se le saliera decir las cosas que no debía, YeonJun también lo supo y entonces entre los dos se encargaron de brindarle el máximo cariño posible. Hablar o pensar sobre aquello siempre le abría las heridas que tenía, dolía como los primeros años aunque quisiera negarlo, en realidad a esas alturas creía casi imposible poder superar algún día lo vivido, el rechazo de un padre puede ser tolerable pero el de una madre es poco probable de tolerar o incluso perdonar. Sin saberlo, dentro de él, permanecía la idea de odiar a su progenitora de por vida.

SooBin lo tomó entre sus brazos brindando suaves caricias en la parte trasera de su cabeza y en la espalda intentando consolarlo un poco. Odiaba de mil formas distintas ver al menor derramar una sola lagrima pero ahora comenzaba a entender lo difícil que era para él ver algo bueno de la vida.

-Lo siento hyung - se separó para limpiar las gotas con el dorso de su mano - creo que deberíamos continuar.

-No, fue suficiente por hoy - SooBin acarició la mejilla del menor.

-Pero aún nos quedan casi 30 minutos, deberíamos aprovecharlo.

-Si, lo haremos pero en otra cosa - fue tomado por la cintura hasta dejarlo sentado sobre las piernas del mayor sintiendo la respiración cálida de este sobre su cuello - Quiero darte tu primer regalo de cumpleaños - depositó un beso sobre la piel expuesta - Eso si estás de acuerdo.

𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐎𝐁𝐈𝐀 | 𝐒𝐎𝐎𝐊𝐀𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora