⟣24⟢

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Definitivamente habían sido días pesados para ambos, SooBin movió sus medios rápido obteniendo un empleo para que HueningKai comenzará a trabajar cosa que le consumía toda la tarde, además de que lo pusieron a una semana de prueba por lo que trabajo incluso el fin de semana y el resto de días llegaba a su departamento con el único fin de dormir por lo que el mayor decidió no ir a molestarlo aguantando las terribles ganas que tenía por abrazarlo y sentir su calor o simplemente verlo dormir profundamente a su lado. Ese tipo de pensamientos comenzaban a atormentarlo, simplemente no podía estar pasando eso.

Para su fortuna era viernes y tenía planeado secuestrar al pequeño por todo el fin de semana, iría más tarde por él al trabajo. Cómo salió temprano del suyo decidió preparar la cena para solo llegar y calentarla.

No había motivo para que fuera así de considerado de repente, pero la sensación de su pecho lo obligaba a hacerlo. Por lo general las personas que iban a su departamento solo eran para pasarla bien por un rato, después desaparecía del radar para que no lo siguieran buscando en especial las mujeres que tendían a desarrollar una obsesión en solo una noche. Si, también le había mentido al menor sobre las veces que se había acostado con alguien, lo hacía al menos 2 veces al mes con desconocidos que conocía en alguna reunión pero para su desgracia tuvo que dejar de asistir por esa situación, comenzaba a tener fama de casanova y eso arruinaría su perfecta reputación.

Cuando conoció a HueningKai sintió ese cosquilleo en su estómago, intentó alejar el sentimiento pues a pesar de todo respetaba su trabajo y jamás pensó hacer algo así con sus pacientes, los días pasaron y no podía sacar de su cabeza al chico lindo de ojos brillantes así que rompió su propia regla. A los pacientes se les ayuda, no se les da más problemas pero ahora HueningKai era su problema.

Por raro que fuera no se arrepintió y tampoco sintió la necesidad de alejarse, al contrario, cada que lo veía crecía aquel sentimiento, sentimiento que desconocía por completo. No sabía lo que significa enamorarse porque nunca en sus 26 años fue víctima de tal cosa, tuvo parejas pero sin presentar las típicas sensaciones de amor, no podía y mucho menos lo quería.

Tenía las verduras ya picadas y los fideos cocidos para hacer el japchae, era tarde y no quería que el menor comiera mucho o podría hacerle daño. No, no debía preocuparse por ese chico, solo era el amigo de un amigo y ya, solo eso.

-Tenemos que hacer algo antes de que esto empeore - dijo sentado en uno de los sillones de la sala con la espalda recargada en el respaldo y masajeando sus sienes.

Se levantó y fue directo al baño para echarse un poco de agua en la cara, algo andaba mal con él, estaba actuando muy diferente a lo que era, quizá era tanto estrés por culpa del trabajo, si, eso tenía que ser, no había más explicación.

Pero, otra vez aparecía la tierna imagen del menor sonriendo a lo que Choi sonrió sin darse cuenta o al menos hasta que vio su reflejo en el espejo borrando esa expresión de inmediato sacudiendo la cabeza.

-Entiende que eso no está bien, eso no va con nosotros.

Salió del baño y miró su cama, lugar donde en más de una ocasión había despertado con Kai a su lado durmiendo tranquilamente hasta que el mayor comenzaba a darle besos en su linda cara, se acercó y se acostó en su lado habitual viendo el lugar que ocupaba el menor pasando su mano sobre la cobija hasta la almohada que por alguna razón desprendía el aroma tan dulce de Huening. Cerró los ojos imaginando que el chico estuviera a su lado en ese momento contándole como le fue en su día, abrió los ojos y se levantó de golpe sintiendo un mareo que ignoró.

¿Por qué sentía su corazón acelerado? Probablemente por la fuerte acción, la única explicación lógica.

Aún faltaban cerca de 1 hora para HueningKai saliera del trabajo, tal vez era buena idea leer un rato antes de irse. Fue a su pequeño estudio y buscó entre los estantes algún libro que le llamara la atención.

𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐎𝐁𝐈𝐀 | 𝐒𝐎𝐎𝐊𝐀𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora