Capítulo 17: Diabladas

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JESSICA:

Mientras comíamos el chico que no paraba de mirar a Zulema en el restaurante estaba en otra mesa cerca de la barra mirando su celular, pero aun así no quitaba ojo a Zulema. Yo le miraba mal intentado conseguir que la dejara de mirar pero no estaba consiguiendo nada, el seguía sonriendo y mis miradas eras ignoradas por completo.

- Diabla, voy al baño.

- Vale, pero cuidado con ese, que capaz es de metérsete al baño.

- ¿y que más da? ¿o tienes miedo a que me lo tire?

- Vete, pesada con eso. –dije ya con desanimo.-

Zulema fue al baño y yo me quede en la mesa esperando mientras miraba el celular. Se me ocurrió darle un escarmiento a Zulema, así que mande un mensaje a mugroso y que se vistiera con atuendos árabes, y que vinieran al restaurante donde estábamos comiendo, y que mataran al chico que estaba de mesero, y que fingieran hacerme daño a mí para ver la reacción de Zulema.

Al cabo de unos minutos Zulema volvió, pero cuando salió del baño no salía sola precisamente, cosa que me hizo enojar. Vi como el mesero salía detrás de Zulema mientras le agarraba el trasero y él sonreía.

- Ya estoy aquí Diabla.

- ¿Te lo pasaste bueno en el baño? ¿no?

- Hombre bueno no me lo pase, simplemente fui a hacer mis cosas, que no te interesan.

- Pues el mesero pareció salir muy contento.

- ¿Qué coño dices Diabla? Ese gilipollas no entro conmigo al baño, a no ser que quiera que le reviente la puta cabeza.

- Pues acabo de ver como te agarraba el trasero y sonreía.

- Joder Diabla, lo tienes que llevar todo.

- Simplemente te mire cuando salías y vi como te manoseaba.

- Si Diabla me toco culo, ¿y que? Igual se me apetece tirármelo...

De repente fuera sonaron dos disparos. Me levante a mirar lo que pasaba, y de repente un hombre armado y con atuendos árabes, un fusil y con hiyab tapándole la cara me agarro del cuello y me empujo hacía dentro diciendo palabras en árabe.

Le mire a los ojos pero no era ninguno de mis hombres, pero fuera había más personas armadas que llevan un vestimenta parecida a la suya, que detrás de el entraron al restaurante.

-¡Joder! Diabla no hagas nada ¿vale? Voy a ver que puedo hacer.

Yo asentí un poco aterroriza ya que no era la persona que tenía que ser.

en árabe:

Z: por favor suelta a mi amiga.

X: me da que tu amiga se va a venir con nosotros, la utilizaremos de puta.

Z: chico, ¿Cuántos años tienes? ¿20 años? ¿Crees que te renta morir de 5 tiros aquí, pudiendo darte 2 millones de euros y viviendo la vida fuera de esta mierda?

X: ¡CALLATE! –di dos tiros a un chico que estaba en el fondo, que estaba con las manos en alto e inmóvil.

Z: no, joder. Chico, antes de que cometas algo de lo que te vas a arrepentir toda tu vida, suéltala y deja que venga conmigo.

X: porque te la tengo que dar. Me sirve más a mí que a ti.

Z: joder chaval, mira, las cosas son simples, tú me devuelves a la mayor hija de puta y narcotraficante del puto planeta, y te llevas dos millones de euros y no mueres. En cambio si no me la das, sus hombres y yo te vamos a perseguir el resto de tu miserable vida, y cuando te encontremos, porque te vamos a encontrar, vas a morir tan lentamente y sufrir tanto que vas a pedir de rodillas que te mate, y sobre todo perdón. –el chico no musito palabra, simplemente un hombre de los suyos, se acercó a él le dijo algo al oído y se quedó parado y de mal humor.-

X: tómala. –empuje a la chica hacía delante y le pegue un tiro en un tiro en la espalda.

- DIABLA, joder, estas sangrando mucho, me cago en la puta. Te voy a levantar para ver donde tienes alojada la bala.

- Zulema, no me dejes morir, por favor.

- Eso nunca diabla, te debo mi libertad, y además tenemos que atracar bancos juntas.

- Es verdad no me puedo morir ahora. –dije sonriendo como pude.-

- Vale, Diabla no te vas a morir, la bala esta cerca de un riñón pero, creo que no esta dañado.

- Zulema, sácame de aquí. Y llama a mis hombres.

- Si.

TELEFONO:

- MUGROSO, tira cagando ostias para el restaurante donde estamos comiendo yo y Jessica.

- Si mi patrona. Mándame la localización.

- Si. Ya esta, ya podéis volar cabrones.

ZULEMA:

Mugroso y los hombres de Jessica llegaron rápido a donde estábamos, la levantamos y la metimos en el coche para poder llevarla a la casa de la playa.

- Zulema, a donde me lleváis.

- A la casa, a donde quieres que te lleve.

- No, Zulema llévame a un hospital.

- Ni de coña te voy a llevar a un hospital, estas mal de la cabeza, no voy a poner en riesgo mi libertad porque quieras ir a un hospital. Además ya hay un medico esperándote en la casa.

La subí a la parte de arriba y la deje boca abajo mientras el médico, la inspeccionaba, y miraba donde estaba alojada la bala.

- La bala no está en ningún órgano alojada, así que no hace falta ni operar, simplemente vamos a extraer la bala y cerrar el orificio, y solo tienes que esperar a que se cure, durante un tiempo.

- Doctor hágalo cuanto antes.

- Si, Zulema no te preocupes, todo va a estar bien.

- ¿Quiere que vaya fuera de la habitación, para que pueda trabajar tranquilo?

- No, Zulema quédate conmigo por favor.

- ¿doctor?

- Sin problema Zulema, puedes quedarte.

El médico la sedó, le sacó la bala, le puso unos puntos para que la herida se cerrase y lo tapo con una venda que cubría todo su abdomen.

- Bueno, ya está lista Zulema. Si ocurre algo no dudes en llamarme.

- Muchas gracias, ¿cada cuánto hay que hacer las curas?

- Cada tres o cuatro días al principio, luego ya se puede hacer cada semana, pero ahora hay que mantenerlo limpio, para que no haya infección.

- Muchas gracias de nuevo.

- No hay de que, y cuídala.

Asentí con la cabeza y el medico se fue.
...

Volví. Espero que les guste y siento tardar tanto en actualizar, pero vuelvo pronto. 🙂

ZULIABLA - Zulema X Jessica Beltrán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora