ZULEMA:
Me desperté abrazada a Jessica, no sabía qué hora era, pero me imagino que temprano por la mañana, yo siempre me suelo levantar muy temprano ya que estoy acostumbrada al horario de la cárcel.
Me levante de la cama con cuidado de no despertarla, por la noche tuvo que levantarse a tomar un calmante para el dolor y estuvo toda la noche despierta.
Bajé a la cocina a preparar el desayuno, hice unos cruasanes para mí y para Jessica unas tostadas, y café para ambas. Termine de hacer todo y yo desayune. Estaba sentada en la isla de la cocina y estaba de espaldas a las escaleras de las habitaciones, sentada en una banca alta, cuando iba a morder el cruasán, note como Jessica sin avisar de su presencia, rodeaba mi cadera con sus manos y se acercaba a mi cuello besándolo seguido.
- Buen día, reina mora.
- Buenos días, diabla del infierno.
- ¿Qué tal dormiste?
- Mejor que tú seguro.
- ¿te desperté anoche?
- Si.
- Es que me moría de dolor.
- Te podía a ver cambiado las vendas y curártelo.
- No quería despertarte, pero ya que estabas despierta me lo podías a ver dicho.
- Si, lo siento, estaba demasiado cansada como para moverme, tengo agujetas hasta en el cielo de la boca.
- Seguro que de coger conmigo no es.
- OSTIA, LA PILDORA
- ¿Qué píldora? ¿Qué dices mora?
- La píldora abortiva, que te recuerdo que me acosté con Hanbal.
- ¿eres estúpida? ¿no te cuidaste?
- No.
- Zulema... te voy a matar. No quiero cargos ahora, que estamos en medio de una fuga.
- Joder diabla, la primera que no quiero tenerlo soy yo.
- Terminamos de desayunar y vamos a comprarla.
- No deberías venir, te recuerdo que te pegaron un tiro.
- Zulema, no aguanto un minuto más aquí encerrada, así que voy contigo.
- No voy a ser yo quien te pare.
Terminamos de desayunar las dos juntas, casi no teníamos conversación sobre qué hablar. Cuando terminamos de desayunar subimos a la habitación a prepararnos.
- Diabla, ¿quieres que te ayude a subir?
- No, puedo sola.
- Te va a tirar la espalda al sub...
No me dio tiempo a terminar la frase y Jessica casi se mata por las escaleras, menos mal que estaba yo detrás de ella y callo sobre mis brazos.
- Joder Diabla, te dije que te ibas a caer.
- Ayúdame a subir anda.
- Como mande patrona.
Jessica me dio una sonrisa por el comentario que había hecho, y de un movimiento rápido la cogí en brazos y subí hasta la habitación dejándola con cuidado sobre la cama.
Ella hizo un movimiento brusco haciendo que yo cayera sobre ella y que nuestras caras quedaran a centímetros una de la otra.
- ¿ no me vas dar un beso? –pregunto ella.-
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ZULIABLA - Zulema X Jessica Beltrán
أدب الهواةEsta historia trata sobre dos villanas y "hembras dominantes". Aquí podréis leer una historia sobre Zulema Zahir y Jessica Beltran y ver que va sucediendo según estas dos mujeres se encuentran frente a frente. ¿Qué sucederá?