Capítulo 14: Marruecos

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JESSICA:

Nos bajamos del avión, Zulema fue a hablar con el piloto. Supuse que le haya ido a dar el dinero que le corresponde. Yo mientras tanto llame a mugroso para decirle que ya estábamos en marruecos.

Teléfono:

Dígame mi patrona.

- Mugroso, acabamos de aterrizar en marruecos, ¿ustedes tienen todo listo por si sucedería algo?

- Por supuesto mi patrona todo listo acá.

- Bien, ahora quiero que llaméis a gato gordo y que preparéis otro cargamento a España y que recuperen el que perdí allá, si tiene que matar a gente, la matan, pero quiero mi mercancía.

- Listo mi patrona como mande.

Cuelgo el teléfono.

- Ya me quieres matar, ¿diabla?

- A usted como la voy a querer matar. –dije mientras me acercaba a ella con una sonrisa y la agarraba de la cintura.

- Eh, eh... no te enamores diabla, que ya sabes mis percales en mis relaciones amorosas.

- Quien le dijo a usted que yo estaba enamorada de ti, NO te zafes de mí, perra. –dije ya que Zulema quería separarse de mí.

- A quien quieres matar.

- A nadie Zulema, quiero recuperar mi cargamento de droga.

- Ah, vale. –antes de separarla le doy un beso que ella al principio no corresponde.

- Vamos anda que necesito ducharme.

- Si, lo mismo digo.

Nos subimos al carro y Zulema se aseguró de que estaba todo lo que necesitamos, pronto se puso en marcha y como en 30 minutos llegamos al fin a nuestras casa. Estaba bastante alejada de la ciudad, era un vecindario con casas particulares, bastante alejadas unas de otras, y con una playa privada.

Zulema estaciono el carro, enfrente de la casa, me quede sorprendida con las vistas. La casa no es muy grande, pero es hermosa. Tiene un porche que da a la playa, directamente, y una estética por fuera muy típica árabe.

Rápido entramos y dejamos nuestras cosas en la sala de estar que es lo primero que se ve nada más entrar, al lado de la sala de estar hay una cocina, un baño, y como un dormitorio. Luego hay unas escaleras, que dan a un segundo piso. En el segundo hay un pasillo que tiene dos habitaciones y una con una terraza bastante amplia con unas vistas increíble.

- Que diabla ¿te gusta?

- Es muy acogedora, pero lo que más me gusta son las vistas.

- Es precioso, lo sé. ¿ya as escogido tu habitación?

- ¿Cómo?

- Que si ya escogiste habitación.

- ¿no vamos a dormir juntas?

- No es mi intención.

- Zulema vas a dormir conmigo y lo sabes.

- ¿y si no que?

- No lo quieras saber Zulema.

- Venga, vale!!

- Así me gusta obedeciendo a tu patrona.

- Gilipollas. –ambas reímos.

- Deja tus cosas en la habitación grande, yo me voy a duchar.

- Vale, guapa.-

ZULIABLA - Zulema X Jessica Beltrán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora