ZULIABLA - Zulema X Jessica Beltrán

Capitulo 5: Fátima Amir

ZULEMA:

Mi hija se llama Fátima tiene 18 años, apenas la conozco, solo la vi por última vez cuando tenía seis años y la vi como pude porque mi madre me la arrebato cuando ella nació, esa noche para mí fue inolvidable.

Era mi cumpleaños y yo estaba con el amor de mi vida, Hambal, aquel niño que conocí en el desierto cuando tenía 14 años y mi madre me quería casar con un viejo repugnante, él yo nos criamos juntos y nos enamoramos, cuando alcanzamos las mayoría de edad nos dedicábamos robar y asaltar farmacias, gasolineras, etc... Hasta que empezamos a asaltar bancos importantes, hasta ahí todo tranquilo, un hijo de puta me violo una noche cuando venía de fiesta y me quede embarazada de Fátima, cuando Hambal se enteró se volvió loco, dijo que nos íbamos a vengar, cuando yo di a luz a Fátima mi madre me la arrebato, yo no quería que se fuera con ella, yo quería que estuviera conmigo pero no fue posible.

- Me llevo a tu hija como forma de pago por escaparte de la boda, con aquel hombre, ¿recuerdas?.-

Yo estaba en un cama de hospital y vi que se la llevaba, se me partía el corazón en mil pedazos. Según fue pasando el tiempo yo me mentalice que Fátima iba a estar mejor sin mí, con la vida que llevaba de robos a cualquier tipo de negocio y que nos perseguía la policía por todos lados era mejor que estuviera sin mí. Un día hambal llego a casa que había localizado a el hombre que me había violado y que íbamos a vengarnos, encontramos a ese hombre y lo secuestramos, ese día fue a la primera persona que mate, le di un tiro en la cabeza y luego descargue el resto del cargador por todo su cuerpo con tanta ira y rabia acumulada que le hice un colador. Cuando ya nos marchamos por que la policía venía a por nosotros, yo di la vuelta, tenía que confirmar que ese hombre estaba muerto y así fue como entre a la cárcel por primera vez. Hambal planeo mil fugas para que yo me pudiera escapar pero yo me dedicaba a joder y a putear a todo dios y todos esos intentos de fuga salían mal y volvía a la cárcel y mis años de condena cada vez aumentaban más, y aquí estoy catalogada como una presa peligrosa.

Antes de que me encerraran pude ver a Fátima cuando ella tenía seis años y fue un regalo de hambal por mi cumpleaños, me cole en casa de mi madre por la noche y estuve con ella, y le cante hasta que se durmió, y desde entonces nunca más la volví a ver hasta ahora.

Sandoval la traslado a cruz del norte para joderme y sacarme donde estaba Altagracia, el muy gilipollas lo hizo porque el instinto de la maternidad nunca falla, pero él no sabe que hay un instinto más fuerte que el de la maternidad, el de la supervivencia es más fuerte.

Cuando Fátima entro a cruz del sur lo primero que hizo fue dirigirse a mí.

- Tu eres Zulema? -mientras yo esta estaba tumbada en unas gradas fumando y mirando al cielo viendo a los aviones pasar.

Me recline y la mire.

- Y tu quien eres? – pregunte extrañada.

- Tu hija. –respondió.-

No me podía creer que aquella fuese mi hija y yo supe al instante que Sandoval la había traído aquí para joderme, pero solo una persona sabía que yo tenía una hija, y la muy puta se lo dijo a Sandoval , pero seguro le dio algo a cambio.

Llego la hora de comer, y yo estaba sentada en un mesa sola, dando la espalda a la puerta, Fátima entro y se quedó mirándome fijamente, se giró y fue a coger su comida. Cuando ya tenía su bandeja en la mano, se dirigía decida hacia a mí, pero de repente se frenó en seco, y se paró a pensar si acercarse a mi o no. Al final se decidió y se sentó dando un golpe con la bandeja en la mesa mientras yo la miraba sorprendida.