Capítulo 19: Desconfianza

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JESSICA:

Habían pasado horas desde que Zulema salió a dar una vuelta, yo estuve toda la tarde tumbada en la cama, ya que no me podía mover. Estuve dándole vueltas a lo mal que me había salido todo lo del falso atentado, y todo por culpa de mis malditos celos.

Mientras la esperaba veía la televisión, pero rápido me aburrí, no puedo estar sentada más de dos horas seguidas, necesitaba moverme, así que me levante y bajé hasta la cocina para picar algo.

Mientras me hacía algo de comer oí el sonido del celular de Zulema, estaba afuera tumbada en una tumbona, con su celular, estaba hablando con alguien por mensaje de texto. Vi que se levantaba de la tumbona y se dirigía hacia la casa, yo más o menos como pude, cogí mi comida y me escondí para que no me viera. Tenía que contarle lo que había pasado, pero realmente no sé cómo hacerlo, porque me va a odiar por lo que hice.

Vi como cogía las llaves del carro y se iba a no sé dónde.

Yo me volví a subir a la habitación, y me puse una película en la televisión mientras me comía lo que me había preparado.

Volvió a pasar un largo rato y esta vez ya estaba anocheciendo, y ya me estaba empezando a preocupar por Zulema, pero no quería llamarla ya que estaba muy rara cuando salió de la casa, así que decidí llamar a mugroso para preguntar que qué tal estaba el negocio y le dije que Zulema ya hacía un buen que se había ido y no había vuelto y mande que localizara el carro con el que nosotras nos desplazamos.

Pasaron unos minutos y recibí un mensaje de mugroso con unas fotos. Eran las fotos de nuestro carro aparcado justo enfrente de una casa, yo le dije que si podía mirar si estaba ahí dentro, y que si lo estaba me avisara.

Al cabo de otros pocos minutos, volví a recibir fotos de mugroso, se veía como en esas fotos Zulema se estaba acostando con un hombre.

Mugroso me pregunto que si quería que hiciera algo, y yo le dije que lo dejara estar que eso era cosa mía.

Eran como las 11:15 de la noche, y oí que un carro estacionaba delante de la casa, me asome a la ventana y era Zulema. Bajé las escaleras y me puse hacer un sándwich para disimular que había bajado solo para tropezarme con ella.

Entro en la casa dejando las llaves del carro en el mueble que está al lado de la entrada.

- Hola Zulema.

- ¿Qué haces tú levantada?

- Hacerme algo de comer, porque si tengo que esperar a que tú llegues me muero de hambre.

- Lo siento, se me alargo el paseo.

- Dirás que se te alargo el "polvo" ¿no?

- Que dices Diabla.

- Sé que te has acostado con un chico.

- ¿has mandado que me siguieran?

- Si, ya me estaba preocupando y no aparecías.

- Diabla, ya me tienes hasta los cojones, no quiero que me controles, ni que me sigas cuando salgo, no quiero ni que tus hombres me huelan por tu mierda de celos, porque te recuerdo que tu yo no somos NADA. Por esos celos de mierda que tienes casi te mata un gilipollas, que se largó con un millón de euros.

- ¿Cómo sabes eso?

- Porque cuando estabas sedada tu móvil estaba encima de la encimera de la cocina y no paraban de sonar llamadas de mugroso, y él me lo conto todo. Lo del falso atentado, y toda esa mandanga que te traes.

- Zulema...

- ¡que!

- Lo siento carajo ¡ME MAME! Yo no quería que te pasase nada, porque no lo soportaría, te iba a contar todo pero no sentía con fuerzas para hacerlo. De verdad que lo siento.

ZULIABLA - Zulema X Jessica Beltrán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora