"hmm" (t/n) presentía que algo no estaba bien, no solo el rostro oscurecido de los vampiros, sino que también la extraña tensión que los rodeaba.
seguía comiendo con lentitud, nervioso y sin apetito real.
el recuerdo de Yui rondo por su cabeza y un sudor frío surco por su frente, por supuesto, nunca pensó que alguien más se enterara de ello y mucho menos en las consecuencias.
tampoco entendía porque la presión en su pecho se congelaba, le causaba un ligero e incesante dolor pero nada que no pudiera ignorar.
la sala era tan silenciosa que los cubiertos de metal y el roce que causaban era lo único que resonaba como una canción inevitable. (t/n) se tensiono aún más.
"he de suponer que estás reflexionando acerca de tus pecados" habló Reiji, a (t/n) se le cortó la respiración.
ellos realmente lo sabían. debía disculparse de alguna forma pero las palabras no salían de su garganta, había un nudo desastroso en él y no podía arreglarlo.
¿debía haberse ido y dejado a la niña llorar? no, no podía hacerlo, porque estaba grabado en su mente: el ayudar y consolar. entonces, era un ingrato, porque los hermanos que lo acogieron y cuidan con cariño embriagante solo le dijeron que no se acercara a ella.
era él quién estaba en falta, ¿verdad?
no importa lo que sienta, debía haber seguido la única regla que le impusieron. él solo debía seguir aferrándose a esa felicidad irracional.
asintió, ocultando su rostro, los ojos que se humedecen ante los pensamientos contradictorios, donde se confundía más y más.
tenía miedo. miedo al dolor. miedo al odio. seguía siendo la pequeña basura cobarde de siempre y quería escabullirse como un ratón, porque no había cambiado su forma de afrontar el poder de otros.
golpearía su cabeza contra el suelo de ser necesario, clamando perdón. sin embargo, ante el ahogado sentimiento de terror no podía mover ni un solo músculo.
la silla raspo con fuerza el suelo, rechinando con furia, Subaru se había levantado de la mesa, saliendo del lugar con un aura enfurecida y aterradora, quizá dirigiéndose a cierta habitación rosa para atormentar y torturar a la huésped.
unos pocos minutos después todos los hermanos se habían ido sin decir una sola palabra, dejándolo solo junto a Reiji.
terminó la comida y ya no sabía que hacer ante la incertidumbre de su corazón. se dijo a sí mismo todas las denigrantes palabras que conocía, odiando más y más la ansiedad en su cuerpo, odiando como el bombeo de la sangre se volvía tan irregular y desesperante.
"¿acaso es divertido desobedecer?" las palabras frívolas dichas sobre la curvatura de oreja lo hicieron soltar un grito mudo.
iba a decir algo pero su muñeca fue sostenida, las uñas se clavaron en su carne y tiraron de su cuerpo. la silla se tambaleó junto a él, todo sucedió rápido y no hubo tiempo para darse cuenta que no estaba frente a la mesa, ni siquiera se encontraba sentado.
abrió los ojos de par en par, Reiji comenzaba a quitarle cada una de sus prendas con avidez y un temple feroz. (t/n) se congeló y solo reaccionó cuando fue completamente desvestido, para que a los segundos su cuerpo fue sumergido en el agua.
se ahogó ante la repentina intrusión de agua en su garganta, para volver a la superficie y toser. casi al instante, un líquido cayó por su cabeza y las manos frías frotaron su cuero cabelludo, la espuma descendió por su rostro y reposó en sus ojos, haciéndolo lagrimear y empuñar sus párpados.
"mírame"
(t/n) vaciló, pero lo hizo y Reiji limpió su rostro del shampoo, para seguir bañando al chico.
la explosiva posesividad de los Sakamaki había sido despertada por ese tenue olor dulce impregnado en su abrigo. un aroma que reconocían a la perfección e hizo hervir los corazones oscuros.
no importaba en que situación, no importaba la razón. esa mujer se había atrevido a estar cerca del niño, esa mujer estuvo tan cerca de él que incluso dejó rastros de ella en sus prendas, en su mano. era tan repugnante. a pesar de la advertencia ella lo hizo, incluso si le habían dejado tan en claro que ni siquiera podía mirarlo.
Reiji siguió frotando la espalda de (t/n) con la esponja, dejando su piel ligeramente irritada ante tanta insistencia y causando un ligero dolor en él. sin embargo, (t/n) mantendría las ligeras quejas de su garganta; sellandolas por completo, no tenía ahora el derecho de quejarse porque él cometió el pecado.
Reiji había terminado la intensiva limpieza de (t/n), que ahora solo olía a miel y flores lavanda. lo envolvió con una toalla y secó su cabello con otra, olisqueando algunos momentos el aroma nuevo. (t/n) sentía estar siendo tratado como un niño pequeño, pero se sintió mejor al ver que Reiji ya no tenía esa expresión oscura, al contrario, incluso ahora estaba sonriendo para él.
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hablemos sin pensar (Diabolik Lovers)
Fanfictioneres muy sincero, niño eres tan petulante, humano eres demasiado bonito, pero esa lengua tuya es asquerosa ;; boys love, pido que se retire si este contenido no es de su agrado. ;; trigger warning: violencia gráfica, abuso psicológico, abuso físico...