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"gracias por enviar al médico" dos marcas en su cuello se hicieron demasiado visibles cuando la sangre volvió a fluir, el movimiento brusco del humano permitió que la herida se abriera y solo unas pocas gotas se formularon.

hace unos minutos había terminado su sesión con el segundo hermano de la familia, quién lo estaba preparando para reanudar sus estudios en la academia junto a ellos, la prueba había sido realizada sin demasiado errores a comparación de la primera vez. bebió después de eso y al no tomar demasiada cantidad (t/n) pensaba que estaría bien deambular un poco por la mansión.

los auriculares del primer hermano nunca fueron removidos por el mismo, siguió recostado y aparentemente dormido, el humano siguió su camino hacia el exterior. hace mucho no salía a tomar un poco del aire fresco por su nefasta condición.

y pensar que una noche rogó por morir.

giro sobre su eje un par de veces, observando la luna elevada en el cielo, la línea de sus labios nunca cambió, aunque su mente se encontrara alegre por las brisas nocturnas que alisaban su cabello.

"pareces feliz" la voz la reconoció deteniendo sus pasos, podía ignorarlo y esperar el mal trato o entablar una conversación hasta que se esfumara.

"me gusta" admite "es agradable el cielo apagado y los vientos surcando" añade encarando al vampiro que apoyaba su espalda sobre un pilar de la mansión.

se preguntó porque antes no lo había notado, el reflector que bañaba el cuerpo del humano lo hizo deslumbrar como un lirio entre la tempestad, era lindo. una belleza etérea que por primera vez percibía con toda su magnificencia.

frente a él tomó la muñeca y acercó la barbilla del incautó. (t/n) no intentó moverse, tampoco parecía sorprendido.

la luz lunar contrastando el rostro de colores cálidos hicieron que lo observará más tiempo del necesario. el banco de sangre nunca dijo nada respecto a ello. se inclinó sobre el hombro del humano y olió el tenue aroma a sangre. acercó los colmillos hasta la piel lastimada, eran vagas formas que terminaban por sanar, y se hundió en él.

cómo era costumbre solo un mutismo imperturbable se formó a su alrededor, las manos del otro no se apoyaban en nada y ni siquiera se apretaban. siempre se preguntó cual era su truco para no quejarse.

pasaron unos minutos y un suspiro escapó del tembloroso muchacho, el blondo tuvo que guiar las manos torcidas sobre su espalda para mantenerlo de pie. (t/n) apretó la camisa para obtener estabilidad, mientras implacablemente el vampiro seguía tomando de él.

no estaba satisfecho, pero tampoco debía excederse con el humano que aún no terminaba su tratamiento. mantenía sus palmas en la cintura del otro para no permitir su caída. escudriño su rostro, sus ojos cerrados y la boca fruncida, que cuando volvió a abrirlo para soltar un suspiro notó la maltratada lengua que tallada en ella se encontraba la forma de sus dientes.

hablemos sin pensar (Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora