Al angelito que está arriba

448 38 16
                                    

Querido Hardin,

No muchas veces te recuerdo o quizás ya no con tanta frecuencia como lo hacia antes, pero cuando lo hago, me duele pensar que dejaste mucho en esta vida, que tenías mucho que entregar y que podía haber solución para lo que sea que estaba sucediendo contigo. Pienso en que debiste buscar ayuda, hablar con tu familia que te adora, con tu amigos, pero ya no lo hiciste y no hay nada que pueda hacer.

Se acerca tu cumpleaños y quizás por eso me estoy acordando de ti en este momento, quizás es una señal para que nunca me olvide de ti o para saber que siempre estarás conmigo. Me dolió enterarme meses después de tu muerte, no hablábamos tan seguido porque cada uno tenía sus asuntos, yo estaba terminando la universidad y tú tenías tu vida de padre, futbolista y universitario. Un día quise hablarte, pero fue demasiado tarde, ya no estabas aquí, decidiste no vivir más y te suicidaste. Lloré en silencio tu partida, porque estaba en el trabajo y no me gusta que me vean llorar, pero me dolió, me dolió no haber podido hacer nada por ti, aunque quizás no hay nada que yo pudiera haber hecho para revocar tu decisión.

Fuiste mi primer amigo y quizás el primero de quien infantilmente me enamoré, tú alegrabas mis días sin saberlo, con tus historias tragicómicas, que a veces no sabía si reír o llorar. Recuerdo una en particular, cuando hubo un tsunami en el sur del país y no supe de ti por algunos días y cuando me volviste a escribir me contaste que te había llevado la ola y te botó en otro lugar, nunca supe si creerte o no, porque me costaba tomarte enserio algunas veces, porque para mí era imposible que alguien fuera tan yeta, pero ahí estabas tú.

En el fondo sabía que con varias cosas no mentías, como tu amistad con personas famosas, lo cual comprobé con mis ojos al verte ahí en un festival trasmitido por televisión, yo estaba tipo "ahí está mi amigo, no me mintió" y vi todo el aburrido programa para después hablarte y decirte que te vi. En ese tiempo creo que no tenía celular o te habría sacado una foto y ahora tendría algún recuerdo de que exististe en mi vida y no solo fuiste una ilusión, porque te borré de redes sociales para apagar un poco la pena que sentía al recordar que ya no estás.

Sé que era muy infantil para ti, incluso para ser tu amiga, pero aún así siempre estabas ahí, cuando tenía miedo o cuando me llamabas erróneamente para mi cumpleaños y yo no contestaba porque me ponía demasiado nerviosa. Daría lo que fuera porque me contarás tus aventuras románticas otra vez, aunque me doliera, pero eso significaría que estás aquí y que no te fuiste. No sé si eras muy enamoradizo, pero recuerdo que siempre te gustaban diferentes mujeres, todas muy diversas por cierto y déjame decirte que tenías mal gusto para ser tan bonito, a excepción de una que salvaba, pero que no diré su nombre, porque ya sabes...

Eras muy alegre o al menos eso me demostrabas a mí y me cuesta entender el por qué de tu decisión, pero tampoco me he sentido con el derecho a preguntar, porque solo era tu amiga perdedora y nada más. Te cuento que hablé con tu hermana hace un tiempo, puede que haya pasado un año o dos, o incluso más, pero le pregunté por Emery y me contó que estaba bien y viviendo con sus abuelos, me dijo que era feliz y que le va muy bien en el colegio. Me alegré mucho por eso y me ofrecieron darme su número para hablarle, pero lo rechacé, es mejor no avivar la herida en un niño.

¿Sabes el dolor que sentí cuando supe que la habías dejado? No podía creer que fueras capaz de hacerlo, cuando siempre me hablabas con tanto amor de ella. Es algo que nunca sabré, pero me dio pena que no hayas pensado en Emery y Auden antes de tomar tu decisión. Mi papá se suicidó y aunque no lo admita, me hizo falta. Del pequeño Auden no me atreví a preguntar porque su madre nunca me cayó bien, lo siento, pero espero que al igual que Emery sea feliz.

Cuando borré tus recuerdos de mi vida, quise cerrar un ciclo, pero es evidente que no he podido y que quizás nunca olvidaré que estuviste brevemente para mí. Tu paso fue corto, pero me marcaste y nunca te olvidaré, nunca olvidaré la primera foto que me enviaste por MSN (caída de carnet), fue cuando te mechonearon en la universidad el día que entraste a estudiar Medicina, tenías una especie de mohicano y estabas en calzoncillos y todo chochino. Morí de la risa, pero en ese instante supe que serías importante para mí, aún así seas un ángel ahora, mi ángel.

No tuve instancia para contarte sobre mi titulación, siempre me dijiste que debía tener buenas notas y que me debía ir bien y lo hice, lo hice todo y aprobé sin dar un maldito examen, pero no estuviste para verlo, al menos no físicamente.

Nos quedaron muchas cosas por hablar, muchas cosas por contar, pero estoy segura de que si no fue en esta vida, será en otra, porque coincidí contigo de la forma más estúpida posible y me hablaste tú, no yo, cosa que aún no me calza, pero estoy feliz de que lo hayas hecho, de verdad.

Maldito y aburrido juego que lo empezó todo.

Quizás algún día vuelva a escribirte y sino, espérame arriba, porque te buscaré, te abrazaré y también te golpearé por estúpido, pero con amor. Quizás no me reconozcas, porque no soy la misma de antes, pero yo si lo haré, lo haría incluso si hubiesen clones tuyos allí.

Con cariño,

Tessa

____

No es un capítulo, pero es una carta que quería escribir, que necesitaba sacar de alguna forma. Esta historia inspiró un poco "El amor no es para mí", un poco porque después me desvié y modifiqué todo.

Quizás algún día haga una historia sobre esto, siendo fiel a los acontecimientos y no yéndome por lo bonito, pero por ahora solo será esta carta.

Pronto actualizaré mis historias, sino es hoy, será mañana.

One shot Herophine/ HessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora