Chico nuevo Capítulo IX

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-Hero puede faltar durante la mañana para acompañarnos al aeropuerto, cariño -dijo Josephine mirando a su hermana con ternura.

-¡Yupiii! -chilló Rosalie y corrió hacia mí para que la tomara en brazos; la puse sobre mi cadera -¿Pedes contalme un cuento antes de dolmil? -preguntó mirándome a los ojos y no me pude negar.

-Está bien, pero ve a ponerte el pijama y a cepillarte los dientes primero -contesté y la dejé en el piso; salió corriendo escaleras arriba.

-Yo voy con ella -interrumpió la Sra. Elizabeth dejándome solo con Josephine.

-Gracias Hero -dijo firme -Gracias por hacer esto por nosotras.

-Josephine, sé que eres mi jefa y que posiblemente esta relación de amistad que estamos construyendo no sea del todo bien vista a los ojos de los demás, pero quiero que sepas que en lo que pueda ayudar, estaré ahí -dije con sinceridad y mirándola directamente a los ojos.

-Eres un gran chico agujetas -soltó y me abrazó, lo cual me dejó perplejo unos segundos -Eso sí me gustaría separar las cosas, me refiero al trabajo y amistad -agregó con seriedad.

-Es un buen punto.

-Hedooooooooooo, ya toy lista -interrumpió gritando Rosalie desde la punta de la escalera.

-La mini jefa llama -contesté y subí rápido para alcanzarla y entrar en su habitación.

-¿Tienes en mente alguna historia en especial que quieras que te cuente? -pregunté arropándola.

-Quielo uno de Hedo el supelheloe -dijo sonriendo hacia mí.

-Bien, aquí vamos -respondí y comencé a narrarle una historia sobre mí y las mil veces que tuve que usar banditas por mi torpeza. No pasaron ni 10 minutos y ya estaba completamente dormida, por lo que con cuidado me levanté de la cama y apagué su lucecita de noche.

Me despedí de Josephine que estaba observando desde el marco de la puerta y a pesar de su negativa en un inicio, aceptó que yo las pasara a buscar para llevarlas al aeropuerto por la mañana.

Al día siguiente desperté más temprano de lo habitual, ya que quería dejar algunos pendientes de trabajo listos antes de llevar a las hermanas Langford al aeropuerto. Josephine me había dado la mañana libre, pero en las circunstancias en que estábamos, con el lanzamiento de un libro en tres semanas, no había tiempo que perder.

Una vez que me despedí de Josephine, Rosalie y la Señora Elizabeth en el aeropuerto, me fui directo a la oficina a reunirme con el Sr. Langford para ver cómo trataríamos los temas durante la ausencia de Jo. Al final, yo me enfocaría netamente en el lanzamiento del libro y él vería todo lo relacionado a la editorial, dejándome fuera de la revisión de manuscritos por el momento, a pesar de mi insistencia en que podía hacer ambas cosas.

Pasaron dos semanas en las que estuve netamente enfocado en el lanzamiento de Amor entre bastidores; ya teníamos listo el lugar donde se haría la presentación del libro y la firma de este, como también las invitaciones a la prensa y publicación del evento en redes sociales y medios locales, así que ahora solo quedaba esperar. Por otra parte, los ejemplares impresos del libro ya estaban en la editorial y solo quedaba enviarlos a la librería donde se realizaría el evento.

Josephine, a pesar de estar enfocada en el tratamiento de su hermana, estuvo atenta a cada detalle del lanzamiento, porque era un evento muy importante para ella. Dentro del poco tiempo que llevaba al mando de la editorial, este se consagraría como otro más de sus aciertos si tenía el éxito que todos esperaban. Hablábamos todos los días por la tarde, donde yo personalmente le contaba los avances en la editorial y ella me platicaba cómo iba Rosalie con la quimioterapia. Al parecer Ros estaba respondiendo bien al tratamiento y de momento solo presentaba las molestias y dolores propios de este, pero se mantenía alegre y feliz, al menos eso me demostraba las pocas veces que había podido verla a través de la cámara.

Prometí ir a verla pronto, pero el trabajo había consumido todo mi tiempo, junto a otro proyecto que estaba seguro de que le encantaría. Además de leer, escribir y editar textos, también se me daba muy bien el diseño gráfico, así que estaba preparando una sorpresa para llevarle a la menor de las Langford una vez que pasara el evento de la editorial.

Llegó el día de lanzamiento de Amor entre Bastidores y la biblioteca Boulevard estaba hasta el tope de gente que quería una copia del libro y conseguir la firma de la autora. Comenzamos pasado el mediodía cuando toda la prensa citada llegó al lugar y estuvimos hasta el cierre de Boulevard con la autora que firmaba libro tras libro. El señor Langford, por petición de Josephine, fue el encargado de responder las preguntas a la prensa en lo que a la editorial respecta, mientras que Ava Williams, la autora, lo hizo minutos antes de presentar su libro.

Una vez que terminó el evento, a eso de las ocho de la noche, fui a mi casa a darme una ducha y a recoger mis cosas, ya que planeaba viajar a Tennesse a ver a Rosalie y para poder hacerlo debía tomar un vuelo de madrugada; eran un poco más de cuatro horas de distancia, pero quería ser el primero en estar en el hospital cuando se diera inicio al horario de visita, porque le tenía un regalo que había estado haciendo a la par de mi trabajo en la editorial y -a pesar de que me había costado muchas horas de sueño- estaba seguro de que le encantaría.

-Hola Josephine -dije a la mañana siguiente al llegar al hospital y verla en la entrada fumando un cigarrillo.

-Hola Hero, no me avisaste que vendrías -contestó apagando el cigarrillo.

-Sorpresa -contesté con una pequeña sonrisa -No sabía que fumabas -agregué.

-Ocasional, cuando estoy nerviosa -contestó echándose unas mentas a la boca.

-¿Cómo está? -pregunté mientras nos adentrábamos en el hospital.

-Está cansada, pero respondiendo bien al tratamiento, me mata verla en esa camilla Hero -contestó angustiada.

-Pronto saldrá de ahí y será la misma revoltosa de siempre -contesté apretando su mano en señal de apoyo justo cuando llegamos al mostrador para registrar nuestra visita.

-Entra tu primero, a mí me ha visto todos los días -dijo Josephine dejando que fuera yo quien abriera la puerta de la habitación de Rosalie.

-¡Hedoooooooooo! -gritó apenas estuve visible en su campo de visión -Veniste al fin -agregó sonriéndome y me acerqué a la cama para saludarla. 

-Claro que vine y te he traído algo que te encantará -dije sacando uno de los paquetes de mi mochila -Toma, ábrelo. 

-¡Un diblo! Y ellos se padecen a nosotlos Hedo -respondió mirando la portada, una vez que hizo añicos el envoltorio.

-Se llama "Brave girl and Superhero of band-aid" y trata sobre una niña muy valiente y su compañero, quienes se enfrentan a muchas aventuras mientras ella esta en el hospital -contesté sentándome a su lado.

-¿Tú lo hiciste? -preguntó Jo llegando a nuestro lado y tomando el libro de las manos de Rosalie.

-Cien por ciento -respondí orgulloso.

-Hero, no sabía esa parte de ti -respondió asombrada ojeando el libro con cierta emoción en sus ojos.

-Lo he escrito y dibujado para que los días en que no puedo venir a verte, Josephine te cuente mis historias -dije mirándolas a ambas.

-Mamá Jo dámelo, consigue tu copia -agregó estirando sus manos hacia el libro y provocando risas de nuestra parte.

-También tengo algo para ti -dije mirando a Josephine y sacando otro paquete de mi mochila -Ten, sé lo mucho que querías estar ahí.

-Gracias Hero, igual podría haber esperado por una copia -respondió amablemente.

-Pero esta fue la primera que firmó -contesté mientras abría la primera página donde estaba escrito "Para Josephine, una luchadora y la mejor mamá que Rosalie podría tener, con amor Ava Williams".

-Hero -susurró y se tiró a mis brazos, dándome un beso que nos dejó a ambos sin palabras.

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Perdón por la tardanza, pero he estado con mucho trabajo :( Espero que les haya gustado ♥ ❤ ❥ Y no olviden darle amor a mis otras historias de After jijiji

Gracias por leer ♥ ❤ ❥

One shot Herophine/ HessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora