Chico nuevo Capítulo VIII

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Seguí a Josephine hasta su habitación, que quedaba frente a la de Rosalie y la esperé ahí mientras ella iba a la cocina a decirle a la Sra.Elizabeth que bajaríamos enseguida, no quería que subiera y se llevara una sorpresa que posiblemente alterara su presión.

Mientras esperaba, me di cuenta que la habitación de Josephine no era nada acordé a la personalidad que solía mostrar frente a los demás, siempre altanera, segura y una mujer de armas tomar; en lugar de eso me encontraba com una habitación delicada similar a la de de algún personaje femenino de Jane Austen, muy de época. Quizás fue su habitación de adolescencia antes de la muerte de sus padres y no había tenido tiempo de cambiarla o quien sabe y simplemente no mostraba quien verdaderamente es a cualquier persona.

-Hero, te estoy hablando -escuché que decía alguien y me volteé para ver a Josephine mirándome seria tras la puerta cerrada.

-Disculpa, no te oí entrar.

-Eso parece -bufó y se acercó a la cama para sentarse en ella.

-Josephine, lo -lo siento por no haber consultado contigo antes lo de Rosalie, pero -estaba diciendo y me interrumpió.

-No tenías que consultarme nada Hero, es mi hermana y soy la única que puede tomar ese tipo de decisiones por ella -sentenció -Ni siquiera se te tenía que haber pasado por la cabeza -agregó-¿Cómo se te ocurre raparla Hero? ¡Cómo! -inquirió molesta.

-Puedo explicarlo -pedí.

-Adelante, te escucho -concedió.

-Sería más difícil para ella ir perdiendo mechones de cabello día a día que comenzar el tratamiento sin cabello. He visto como se ponen las niñas con cáncer cuando día a día despiertan con un mechón de pelo literalmente en sus manos y no quería eso para Rosalie y estoy segura de que tú tampoco quieres verla sufrir por eso -expliqué.

-Lo entiendo, pero entiéndeme tú a mí, no puedes simplemente llegar, tomar a la niña y hacer lo que quieres con ella. Las cosas no funcionan así Hero, al menos no es mi mundo -sentenció -Y si es algo que ella quería ser, debería habérmelo dicho, literalmente estoy siendo su madre en toda esta mierda -bramó y puso sus codos sobre sus rodillas y las manos en su cara para que no viera cuánto le afectaban todo esto.

-No le eches la culpa de esto a ella, es solo una niña, además yo le dije que fuera nuestro secreto asumí responsabilizándome por todo lo sucedido.

-Claro que no haría eso, ella no tomó la máquina y se cortó sola el cabello -dijo y me miró rodando los ojos -Solo quiero que confíe en mí cuando se sienta mal o insegura, quiero ser la hermana que necesita a su lado.

-Eres más que eso y lo sabes. Lo he notado cuando te llama "Mamá Jo" y como te respeta -dije arrodillándome frente a ella y sacando las manos de su cara.

-Sabes, yo no quería tener hijos, al menos no ahora, no me llevo muy bien con los niños y soy muy joven para ser mamá, pero cuando nació Rosalie me prometí que siempre estaría para ella y aunque sus primeros años no convivimos mucho, debido a que me fui de intercambio al extranjero cuando ella tenía solo meses, al volver por las vacaciones y tras el accidente, no pude decir que no. ¿Qué se suponía que iba a hacer con una bebé? ¿Darla en adopción? No habría podido hacer nada que no fuera intentar ser su mamá -confesó dejando caer una lagrima que limpié con uno de mis dedos.

-Y eres la mejor mamá que puede tener en este momento -susurré acariciando su rodilla -No nos conocemos hace mucho Josephine, de hecho no estoy seguro de que sea correcto que esté aquí ahora, en tu casa, ya sabes "relación jefe - empleado" -dije haciendo comillas a mí cercanía con ella -Pero por lo que he visto, haces lo mejor para ella, trabajas desde casa la mayor parte del tiempo para poder estar con Ros y cuidarla, tratas de que no sienta la ausencia de sus padres y aunque ella los recuerde, jamás la he visto triste por eso. Ella es una niña feliz y llena de energía, es amable pero con una gran personalidad y eso seguro lo ha aprendido de ti -solté lo último con una sonrisa.

-Gracias Hero, de verdad, fuera del tema laboral, eres un apoyo para mí en este momento, un amigo en quien sé que puedo confiar pese al poco tiempo que te conozco; Rosalie te aprueba y eso créeme que significa mucho, ella no se da con cualquier persona a la primera -expresó.

-Es un ángel esa niña y va a superar esto, lo van a superar juntas -dije poniéndome de pie -Ahora vamos a buscarla que de seguro está ansiosa por salir de esa habitación -agregué tendiéndole la mano para que se levantara.

-No creas que no estoy enojada por lo que hiciste con su cabello; no me gusta que me pasen a llevar en decisiones que me corresponden a mí-habló soltándose de mi mano y cruzándose de brazos.

-Lo sé y te pido disculpas una vez más.

-Además, ella se ve linda y tierna, pero tú, tú agujetas, mejor no te veas al espejo, que ser calvo no te viene -se burló y salió de la habitación riéndose bajito.

-Siempre puedo usar gorro -dije siguiéndola.

-No en el trabajo -se dio la vuelta y me guiñó un ojo -Fue un lindo gesto de tu parte Hero, aunque fue una mala forma y estaré molesta contigo por un tiempo y quizás te despida -soltó sin más entrando en la habitación de Rosalie y dejándome de piedra.

-Es una bloma Hedo -dijo Rosalie saliendo de su habitación con el turbante que le había regalado en su cabecita.

-¿Ah? -respondí sin entender.

-No te despediré Hero, te necesito en la editorial y esta enana necesita su superhéroe -contestó tomando a Rosalie en brazos para bajar por la escalera y las seguí.

-¡Nana Elizabeth! -gritó cuando llegamos al comedor y se bajó de los brazos de Jo para ir a la cocina corriendo.

-!Pero qué pasó contigo! -escuchamos que la Sra. Elizabeth le decía a Rosalie.

-Hedo me colto el cabello antes que se caiga de a poquito -explicó y la Sra. levantó su cara para mirarnos a nosotros que estábamos en el marco de la puerta.

-Después te explico -murmuró Jo hacía ella.

-Está bien -murmuró y dirigió su vista de nuevo a Rosalie -Te ves linda muchachita, con ese turbante precioso que traes puesto.

-¿A que sí? Hedo me lo degalo y muchos colecitos y centillos -contestó sonriendo hacia mí.

-Es cintillo cariño -corrigió Josephine y Rosalie asintió.

Cenamos en un silencio cómodo, acompañado de intervenciones por parte de Rosalie sobre su nueva imagen y regalitos que había recibido de parte de sus compañeritos de preescolar, que le hicieron una pequeña despedida por la mañana. 

Cuando terminamos de cenar ya era tarde y tenía que regresar a mi casa, porque al día siguiente había una reunión a primera hora en la editorial a la que no podía faltar.

-Me tengo que ir -dije una vez que recogimos la mesa y estábamos en la sala -Qué tengas un buen viaje Rosalie y te iré a ver lo más pronto que pueda -prometí agachándome a su altura.

-Hedo, ¿me puedes il a dejal al avión? -preguntó mirándome con sus hermosos ojos.

-Mañana tengo que trabajar cariño -respondí tomando sus manitos.

-Pedo mamá Jo pede dalte pelmiso, es la jefa -contestó soltando sus manos de las mias y cruzando sus brazos, a la vez que fruncía el entrecejo.

A esta niña no se le podía decir que no.

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Me he demorado, pero estaba ocupada :( Fin de mes, ya saben 😬 Espero que les gustara el capítulo ❤️

Gracias por leer 🥰

One shot Herophine/ HessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora