One shot Herophine/ Hessa

Casualidad o destino Parte 7

Tessa

Desperté de la cesárea un poco desorientada y adolorida. Steph estaba a mi lado, porque había dado la instrucción de que no dejaran entrar a Hardin a la habitación.

—Tessa —musitó Steph al darse cuenta que había despertado —¿Cómo te sientes? ¿Quieres que llame a la enfermera? —preguntó acercándose a la camilla.

—Me duele un poco el vientre, pero debe ser normal —respondí tratando de incorporarme un poco en la camilla.

—Me topé con Hardin en la sala de espera, lo vi muy mal porque no le permitiste entrar a verte ni al parto de la bebé.

—No podía Steph —respondí con un nudo en la garganta —Por mi culpa la bebé nació antes de tiempo y no podía enfrentarme a él en ese momento, no después de prometerle que la cuidaría. Le fallé.

—No fue tu culpa, Tessa —musitó justo en el momento en que una enfermera entró por la puerta.

—Veo que has despertado —musitó acercándose a la camilla para examinarme. —¿Cómo te sientes? La cesárea salió bien, solo debes cuidar la cicatriz para que no se vaya a abrir o infectar —recomendó revisando la herida con cuidado —En cuanto a tu bebé, la tienen en una incubadora en observación ya que nació prematura, pero de momento está sana, sin ninguna complicación aparente, solo respirando con ayuda de un ventilador que le sacarán en un par de horas si sigue evolucionado tan bien como hasta ahora —contó tranquilizándome, ya que tenía miedo que le hubiese pasado algo.

—¿Cómo la alimentarán mientras esté en observación? —preguntó Steph por mí. Ella sabía que me preocupaba ese tema.

—Ella puede darle pecho si lo desea —respondió mirándome —Es lo más óptimo para que la niña suba de peso y alcance su talla, porque es muy pequeñita aún.

—Yo... yo no creo que pueda hacerlo —respondí bajando mi cabeza.

—Puedo llamar a la matrona para que la ayude con ese tema —ofreció amablemente.

—No es eso, es que no voy a conservar a la bebé —respondí decidida y Steph me miró mal —Su padre se hará cargo de ella —añadí con un nudo en la garganta por la decisión que había tomado.

—Oh, no estaba al tanto, lo siento —se disculpó.

—No se preocupe —murmuré —Me gustaría saber si puedo extraerme leche mientras me dan de alta, para que puedan alimentarla con leche materna, me ha dicho que es lo más óptimo —pedí dubitativa.

—Sí, claro, aunque debería hablar con el padre de la niña primero, ya que me indica que él será el tutor de la bebé y debo consultar su opinión.

—Podría simplemente decir que es de una nodriza, por favor —supliqué —No me siento preparada para verlo, mucho menos a la bebé y él me convencerá y yo no estoy lista, simplemente no lo estoy —comencé a hiperventilar.

—Tranquila señorita, haré lo que pueda, pero si no va a hacerse cargo de la niña, debo comunicarme con el Área de Asistencia Social y Judicial del hospital para que vea su caso y los pasos a seguir o ¿usted ya vio todo con un abogado previamente? —preguntó y negué con la cabeza.

—Ni siquiera lo he hablado bien con su padre, no tenía una decisión clara al respecto —confesé y la enfermera salió de la habitación, volviendo minutos después acompañada de la asistente social y una psicóloga.

Steph salió de la habitación junto a la enfermera y me dejaron a solas con la asistente social y la psicóloga. Les conté cómo me sentía con respecto a la maternidad, la razón por la que creía que no podía hacerme cargo de mi bebé, mis miedos y la tristeza y estrés de los últimos meses. Al finalizar, la psicóloga me diagnosticó con depresión post parto y acordamos que la asistente social hablaría con Hardin para comunicarle mi decisión de no tener contacto inmediato con mi hija. No firmaría nada aún, ya que comenzaría de inmediato con terapia en el hospital y una vez que lograra aclarar mis ideas podría tomar una mejor decisión. Me llamaron la atención por no haber acudido antes por ayuda, pero realmente nunca sentí la necesidad de hablar con alguien profesional sobre el tema, mi error.