Separados parte 3

1.4K 67 12
                                    

Llegó el día de mi consulta con la ginecóloga Dra. Sophie Stevens y decir que estaba nerviosa es quedarme corta. Decidí ir sola, porque sentí que es un momento íntimo que debía vivir junto a Hero, aunque en este momento no esté conmigo.

-Josephine Langford -Dijo la secretaria del ala de maternidad del hospital y me paré rápidamente, un poco paranoica de que alguien me reconociera. -Pase por acá -Me indicó señalando una puerta a su derecha.

-Gracias -Dije amablemente, esbozando una pequeña sonrisa, y entre a la consulta.

-Buenos días Josephine, tanto tiempo, toma asiento -Dijo la Dra. Stevens, una gran amiga de mi madre. -Cuéntame qué te trae por acá, ¿cómo has estado?

-Buenos días, he estado bien, con un poco de malestares, pero bien. Vine porque hace unos días me realicé unas pruebas caseras de embarazo y dieron positivo, todas, así que quiero ver cómo va todo.

-Bien, empecemos entonces. Te haré algunas preguntas de rutina antes de pasar a la camilla a ver a ese bebé ¿de acuerdo?.

-Claro.

Después de una serie de preguntas que incluyeron si me estaba cuidado con algún método anticonceptivo al momento de quedar embarazada, los síntomas que había tenido, entre otros aspectos, pasamos al momento que supongo toda mamá espera cuando viene acá, ver al babé.

-Te aplicaré este gel un poco frío -Dijo esparciéndolo por mi estómago descubierto -Vamos a ver... mmm... acá está -Continuó señalando algo en la pantalla. -Esa puntito blanco que ves ahí es tu bebé -Soltó la Dra. Stevens y lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas. Estar acá lo hace mucho más real.

-¿Está todo bien? -Fue lo único que pude preguntar. Si le pasaba algo a mi bebé no podría soportarlo. Hoy supe con certeza que está creciendo dentro de mí, pero desde que me hice las pruebas caseras lo amé y me prometí cuidarlo.

-Está todo perfecto Josephine. Tienes aproximadamente 6 semanas de embarazo -Dijo mientras me ayudaba a limpiar mi abdomen. -Cuando termines acompáñame al escritorio para recetarte algunos medicamentos y darte algunas instrucciones -Dijo parándose de mi lado y sonriéndome amablemente.

-Bien, acá tienes la receta de lo que debes tomar de ahora en adelante ¿tienes alguna duda?-

-No Dra. -Dije tomando la receta. La verdad me había quedado todo claro. Vivir bajo el techo de dos médicos tiene sus ventajas y tenía a mamá conmigo por si se presentaba alguna duda.

-Está bien, cualquier cosa sabes dónde encontrarme. Nos vemos dentro de un mes para un nuevo chequeo y saluda a la futura abuela de mi parte -Dijo parándose de su asiento para darme un afectuoso abrazo de despedida.

Al salir del hospital, decidí caminar un poco por las calles de Perth. Desde que había llegado, como estaba con malestares, no había tenido ocasión de volver a recorrerlas. Mientras caminaba y al pasar por un parque donde habían niños jugando, no pude evitar pensar en mi bebé y en cuándo fue concebido.

Hero tenia que regresar a Londres para un par de campañas publicitarias al día siguiente. Campañas que le tomarían un buen tiempo fuera de Los Ángeles. No me molestaba eso en absoluto, porque era su carrera y ambos teníamos claro que siendo de continentes diferentes con un único punto de unión en Los Ángeles, no sería una relación normal, pero me ponía un poco triste no tenerlo a mi lado estos días donde la presión de los paparazzis por saber la mínima cosa sobre nuestra relación, era cada vez más agobiante.

-No sabes cuánto te extrañaré -Dije haciendo un puchero mientras me acercaba y lo abrazaba por la espalda. Hero que estaba empacando lo último en su maleta, se dio la vuelta y me tomó en brazos, para sentarse conmigo a horcajadas en la cama.

-Yo también Jo. Me habría encantado meterte en esa maleta y llevarte conmigo como hace un tiempo atrás -Dijo haciendo un adorable puchero que marcaba sus hermosos hoyuelos. Le despeiné un poco el cabello y lo besé con dulzura. Un beso que poco a poco fue subiendo de tono, terminando con ambos desnudos sobre la cama. Siempre usamos protección, pero esa vez le dije que necesitaba sentirlo por completo, además de que me había estado tomando las pastillas anticonceptivas, que como ya sabemos, fallaron.

Hicimos el amor gran parte de la noche, con cada caricia nos demostramos cuánto nos amamos y cuánto extrañaríamos estar lejos el uno del otro. Al día siguiente se marchó y a pesar de que hablábamos varias veces por semana y nuestra relación estaba bien, la presión de las personas por saber que estaba pasando con nosotros y no tenerlo ahí conmigo para lidiar con eso, me superó y tomé la decisión de volver a Perth.

Estaba pensando en eso cuando choqué sin querer con un niño pequeño que corría por el parque y tomé una decisión. No le diría a Hero inmediatamente sobre mi embarazo, aún no hablábamos bien sobre cómo habían terminado las cosas entre los
dos, no era nada que no pudiéramos solucionar hablando, pero necesitaba cerrar eso primero y además debe estar ocupado con su trabajo y no quiero desconcentrarlo, porque sé que es una campaña importante para él y es capaz de tomar el primer vuelo a Perth si le cuento ahora. Se lo diría, claro, es su hijo y tiene derecho a saberlo, pero esperaría a pasar el primer trimestre sin ninguna complicación para hacerlo.

Pasaron los meses y ya estaba entrando al cuarto mes de embarazo -sin complicaciones- cuando llegó el momento de hablar con Hero. Estaba nerviosa, habíamos vuelto a hablar hace un tiempo y estábamos bien entre nosotros, pero esto sin duda podría cambiar el curso de las cosas.

Hero me había dicho que le había salido un proyecto en Londres que lo mantendría unos meses más ahí y que después volvería a Los Ángeles a grabar una película y esperaba verme ahí. No fui capa de decirle que no sería posible, así como tampoco me veo capaz de contarle por teléfono que tendremos un hijo. Así que hice algo a la antigua y le mandé un paquete muy sellado, que contenía unos calcetines diminutos, las ecografías tanto en papel como en digital, una fotografía de mi reciente barriga, un body con el nombre de Hero en la espalda y el número que le gustaba usar para jugar y una carta, una carta expresando todo lo que sentía y el por qué le oculté los primeros meses de embarazo.

Así que acá me encontraba, acostada en mi cama, nerviosa, con las hormonas alborotadas y esperando su reacción. El paquete había llegado esta mañana a su casa en Londres, según la notificación que llegó a mi correo y ya era de noche allí, pero no había tenido respuesta. Se me pasaron mil y un escenarios por la cabeza al ver que pasaban los días, pero nada me preparó para lo que sucedería a continuación...

One shot Herophine/ HessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora