Encontrando a papá Capítulo 11

541 61 40
                                    

Hero

Estaba caminando hacía la casa de Jo cuando vi a un chico parado frente a su puerta. Llevaba una caja de pizza en una de sus manos, pero no traía ropa de repartidor, lo que me confundió por un momento. Me acerqué justo en el momento en que Josephine abrió la puerta, poniendo cara de circunstancia. No alcancé a articular ni medía palabra cuando sentí el cuerpo de Elizabeth estamparse contra mis piernas.

— ¡Papá! —gritó cuando la tomé en brazos. Fue un grito tan fuerte que provocó que el chico tirara al suelo un ramo de flores, que hasta el momento no había visto que traía.

—Perdón —susurró Josephine recogiendo el ramo del suelo —Elizabeth Julieta Langford, discúlpate ahora con...

—Cárter —completó el desconocido.

—Yo no hice nada —refunfuñó mi hija comenzando a enojarse.

—Baja y discúlpate por ser tan grosera —pidió nuevamente Josephine en tono de regaño.

Bajé a Elizabeth para que hiciera lo que su madre ordenó, pero nunca imaginé que esa carita tan inocente le daría un pisotón al muchacho de la pizza antes de decir perdón y salir corriendo hacía el interior de la casa.

—Elizabeth, vuelve acá —pidió Jo enojada, pero ya no había rastro de mi hija en el pasillo.

—Yo me encargo —susurré pasando por su lado y tomando la pizza que traía Cárter.

Dejé la pizza en la cocina y subí a la habitación de Elizabeth al tiempo que sentí que la puerta de entrada se cerró.

—Beth, ¿puedo entrar? —pedí golpeando la puerta y me abrió con su carita cubierta en lágrimas —Ey, ¿por qué pisaste al chico de la pizza? —pregunté tomándola en brazos y yendo con ella a su cama.

—Mamá nunca me había regañado y por su culpa me retó —explicó aferrándose a mi camiseta —Yo no hice nada papá, tú me viste -añadió levantando su cara para mirarme a lo ojos.

—Lo sé, cariño, pero debiste explicarte y no "lastimarlo" —dije lo último haciendo comillas, porque Beth andaba con pantuflas al momento de darle el pisotón.

—Él fue torpe por botar las flores, yo solo estaba muy feliz por verte y no me aguanté gritar —explicó sollozando de nuevo.

—Fuiste grosera cariño y debes disculparte por eso —dije un poco más serio, aunque me causó risa cuando le dio el pisotón con su carita roja por la rabia.

—Lo hice, luego del pisotón. Me disculpé por eso, papi —respondió con seguridad en sus palabras.

—Chica lista —dije besando su cabeza.

—Y él es grosero, papá. Siempre que pedimos pizza, viene y nunca me saluda. Entretiene a mamá en la puerta y yo tengo hambre en mi pancita —me contó.

—Tienes razón, es un grosero, pero eso no significa que debas ser igual, tú eres una niña muy buena y bien portada —dije acomodando su cabello —Ahora ve a lavar tu carita y bajamos para que te disculpes con tu mamá, porque estoy seguro que no quiso regañarte —agregué y asintió para ir corriendo al baño.

Bajé con ella en mis brazos hasta la cocina y apenas entramos divise a Josephine mirando fijamente por la ventana. Dejé a Beth en el suelo y corrió directo a abrazarse a las piernas de Jo.

—Disculpa, mamá, pero nunca me habías retado y me enfadé mucho, porque no había hecho nada malo —le explicó con la carita mirando hacía el suelo.

—Está bien, Beth —respondió tomándola en brazos —Pero no lo vuelvas a hacer ¿sí? —pidió y Beth asintió dándole un sonoro beso en la mejilla.

— ¿Por qué no le muestras la habitación a tu papá mientras yo pongo la mesa? —sugirió bajándola y Beth corrió para tomarme la mano.

—Vamos, papá —dijo entusiasmada guiándome.

Entre a una habitación del primer piso y me emocionó que se tomaran el tiempo de arreglarla para mí, me imaginaba una cama, clóset y velador, pero había jarrones, plantas, repisas, lámpara, libros y lo más hermoso, fotos de mi hija en pequeños cuadros.

— ¿Te gustó? —preguntó Beth mirándome desde la cama, donde había tomado asiento.

— ¿Qué si me gustó? Amé la habitación y sobre todo las fotografías de bebé que supongo elegiste tú —dije llegando a su lado.

—Se las pedí a mamá y me dejó usarlas —me contó bajándose de la cama —Escoginos libros también para que no te aburras cuando no estamos —dijo tratando de alcanzar uno del estante.

—Son perfectos —dije alcanzando un libro de fútbol por ella —Nunca es tarde para comenzar a leer —confesé. No era muy aficionado a la lectura, pero los títulos que escogieron llamaron mi atención.

—La cena está lista —avisó Jo asomándose por la puerta — ¿Te gustó? La mayoría lo eligió Beth.

—Gracias Jo. Es más de lo que puedo pedir —agradecí con una sonrisa, tomando a Beth de la mano para ir a cenar.

La cena transcurrió entre risas y anécdotas de Elizabeth durante el último tiempo. El incidente del chico de la pizza quedó en el olvidó y Beth se había vuelto una total parlanchina que no paraba de contar las mil cosas que tenía preparadas para hacer en las vacaciones.

—Mamá, ¿podemos los tres ver una película en la sala? —pidió Beth una vez que terminando de comer.

—Claro, ve a elegir la película mientras lavo la loza —contestó y mi hija salió corriendo de la cocina.

—Déjame a mí, es lo mínimo que puedo hacer —pedí quitándole los platos de la mano a Jo —Ve a cambiarte y yo las alcanzo —dije y asintió.

—Siento que Beth te haya espantado la cita —solté son una pizca de burla en mi voz. No me culpen, necesitaba saber que pasaba con el repartidor.

—No sabía el nombre del chico hasta ahora —contestó riendo —Me dio lástima, siempre ha sido muy atento cuando nos trae pizza y nunca viene nadie más, pero creo que le ha quedado claro que no tiene posibilidad conmigo —dijo y no pude evitar dibujar una sonrisa en mi cara.

—No te rías tanto, que Beth contigo será peor —dijo y salió de la cocina.

— ¿Quién dijo que quiero una novia? —susurré para mí y continué lavando la loza.

Una vez que terminé, me dirigí a la sala donde Elizabeth ya había escogido la película que veríamos, nada más y nada menos que Frozen. Me senté a su lado y un minuto después Jo apareció con pijama y mantas en sus brazos. Traía puesto un pantalón de algodón y una blusa holgada, pero aún así sus curvas se marcaban y no pude evitar sentirme como un chico hormonal de nuevo.

Nos sentamos los tres en el gran sofá, con Elizabeth entre medio, que no paro de reírse hasta que el sueño la venció casi al final de la película. Espéramos que terminara y me ofrecí a subirla a su habitación.

—Papá —susurró medio dormida —No te vayas ¿sí? —dijo y volvió a cerra sus ojitos.

—Jamás —contesté y deposité un beso en su frente antes de apagar su lámpara y salir. Jo estaba en el marco de la puerta observando.

—Gracias, Jo. Por darme una hija tan hermosa y que además cuida a su madre —dije lo último en broma, provocando una pequeña risa de su parte y un codazo.

—Buenas noches, Hero —musitó antes de dar la vuelta e ir a su habitación, pero antes de que diera un paso, la detuve.

—Buenas noches, mi dulce Jo —musité y besé su cabeza antes de voltearme y bajar.

Sabía lo que sentía por ella, pero también sabía que la había cagado en el pasado y no podía llegar y comportarme como un neardenthal marcando territorio, menos estando mi hija de por medio. Debía volver a ganarme su confianza, hablar con ella y explicarle todo cuando esté lista para escucharme.

Respetar su tiempo.
—-
¿Vieron el trailer de AWF? ¿Qué les pareció?!!!

Gracias por leerme ❤️

One shot Herophine/ HessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora