El amor no es para mí Parte 4

526 47 109
                                    

-¿Qué es lo importante? -dije ilusionada, sin despegar mis ojos de sus labios.

-Te he encontrado un lugar para vivir Jo -dijo soltándome y trayéndome de vuelta a la realidad, de bruces.

-¿Cómo? -atiné a decir, hace un segundo estaba segura de que iba a dar mi primer beso.

-Tengo un amigo que está rentando un departamento cerca de aquí, está amoblado y he hablado con él sobre ti.

-¡WOW!, gracias Hero, de verdad, ya estaba empezando a perder la paciencia con los pobres periódicos y sus anuncios de arriendos -respondí y tomé asiento nuevamente en el sillón.

-Con gustó te habría invitado a vivir conmigo, pero...

-No quieres confundir a John, lo sé y está bien Hero -lo interrumpí y tomé otro sorbo de mi cerveza.

-Podemos ir este fin de semana a ver el departamento o si quieres hoy mismo, Alex me ha dejado la llave -contestó haciendo sonar un juego de llaves en su mano.

-Me gustaría ir a verlo hoy y si me gusta me mudarme este fin de semana, antes de comenzar a trabajar -respondí con mejor ánimo.

-No hay tiempo que perder -dijo Hero dirigiéndose a la puerta de entrada.

Fuimos a ver el departamento del amigo de Hero, que quedaba fuera del condominio donde vivía y era pequeño, pero lo suficiente para una persona y además acorde a mi presupuesto, por lo que Hero se comunicó con Alex y al día siguiente firmé el contrato de arriendo y llevé mis maletas hasta allí.

Por la tarde, Hero me mostró los lugares cercanos a mi nuevo hogar y cómo llegar a mi trabajo sin perderme en el intento. Fue un fin de semana productivo para mí, pero llegó a su fin y con ellos mi primer día de trabajo.

Mis primeras dos semanas de trabajo en Londres, apenas tuve tiempo de respirar, ya que tenía que adaptarme a mi nuevo puesto, al horario y a todo lo que implicaba trabajar con un nuevo equipo y estar a cargo. Por otra parte, de semana lo utilizaba para descansar y comprar algunas cosas para el departamento, por lo que no había visto ni a Hero ni a John los últimos días y tampoco había tenido tiempo de extrañarlos, hasta que el celular comenzó a soñar sobre mi mesita de noche.

-Buenos días Hero, es sábado por la mañana -dije comenzando a bostezar, ya que había cortado abruptamente mis horas de sueño.

-Lo siento Jo, te llamaba para invitarte a una fiesta que daré hoy en mi casa con unos amigos -dijo tan entusiasmado como un niño pequeño -La pasaremos bien y de paso te sirve para distraerte y conocer nuevas personas -continuó.

-No sé, sabes que no me van las fiestas Hero -contesté.

-Venga Jo, además te echo de menos y no me has contado cómo te ha ido estas semanas viviendo en Londres -reprochó.

-No me has llamado tampoco -contesté, sin poder creer que me estaba culpando a mí por no haber hablado los últimos 14 días.

-Mucho trabajo -se excusó.

-Lo mismo digo Hero.

-¿Vienes? Es a las diez -insistió.

-Vale, pero déjame seguir durmiendo por favor -respondí presintiendo que nada bueno saldría de aquella fiesta.

-Nos vemos Jo -dijo e imaginé que tenía una sonrisa en su cara por haberse salido con la suya.

-Adiós Hero -contesté y colgué la llamada para seguir durmiendo.

Por la tarde me dediqué a buscar qué ponerme para la fiesta, ya que conocer a los amigos de Hero me ponía igual de nerviosa que haber conocido a John, aunque a decir verdad, quería impresionar a Hero esta noche y caerle bien a sus amigos era un paso.

Una vez lista y pasadas las diez de la noche, me dirigí a la casa de Hero, donde me abrió una cara conocida, Alex.

-Hola Jo, qué bueno que viniste -dijo abrazándome -Hero está en la cocina, creo -agregó haciéndose a un lado para dejarme pasar.

La casa estaba llena de gente desconocida para mí, a excepción de Alex y Hero, a quien aún no encontraba.

-¡Hey rubia! Al fin llegaste -dijo Hero saliendo del baño y caminando hacia mí -Ven, que te presentaré a mis amigos -agregó tomándome por los hombros y dirigiéndome a un sillón de la sala.

Estuve un buen tiempo hablando con Alex y otros amigos de Hero, mientras bebía cerveza sin parar, la estaba pasando bien por primera vez en mucho tiempo y ni siquiera había notado que Hero no estaba con nosotros, hasta que me sentí observada y al subir la mirada, noté a Hero clavando sus ojos en mí, pero no pude descifrar su expresión, que a mí parecer era un mezcla de celos y enojo sin motivo.

Rato después, cuando el alcohol empezó a hacer efecto en mi organismo, me dirigí al baño del segundo piso, ya que temía que el baño de invitados estuviera cubierto de vomito o algo peor, porque a esa altura estaban todos en su máximo punto de ebriedad, incluyéndome.

-Rubia, ¿dónde vas? -dijo Hero acorralándome con sus brazos frente a la puerta del baño.

-Necesito refrescarme un poco -respondí nerviosa y bajando la mirada.

-Te ves hermosa esta noche -musitó dándome un beso en el cuello y sentí su olor a alcohol colarse por mis fosas nasales.

-Estás ebrio Hero -respondí tratando de zafarme de sus brazos.

-Dime que no quieres esto y me detengo Josephine -susurró en mi oído.

-Sí quiero-respondí, o bueno el alcohol respondió por mí, ya que aún seguía mareada y con mucho calor.

En cosa de segundos entramos a su habitación, entre tropiezos y besos desesperados. No tenía idea cómo besar y asumo que el alcohol me dio la valentía para hacerlo y no avergonzarme en el proceso, ya que nunca lo había hecho antes.

Hero cerró la puerta para que nadie nos molestara y comenzó a desvestirme de a poco, mientras yo tiraba desesperada su ropa.

-Eres perfecta Josephine -dijo mientras bajaba mis pantalones y me dejaba solo en bragas frente a él.

-Tú tienes un trasero envidiable -solté sin pensar y poniéndome roja de vergüenza.

-No más hermoso que el tuyo -dijo y nos recostó en la cama con delicadeza.

Tocó y besó cada parte de mi cuerpo con pasión, pero cuidándome a la vez, lo cual agradecí porque en el estado de ebriedad que nos encontrábamos, lo que menos esperaba era que fuera delicado, no cuando me había buscado solo para follar.

-Es... es mi primera vez -confesé cuando estaba a punto de penetrarme -Solo ten cuidado -pedí y me dio un beso suave mientras entraba poco a poco en mi vagina.

Nunca pensé que mi primera vez seria con Hero, y menos que me provocaría tantos orgasmos con solo tocarme, así que sin duda, ebria o no, fue la mejor noche de mi vida, o al menos eso pensé hasta el día siguiente.

-Buenos días Hero -dije estirándome sobre su cama y recibiendo recuerdos de la noche anterior.

-Jo, ¿qué mierda hicimos anoche? Esto no debió pasar -dijo y me destrozó por dentro.

Lo que prometí a mamá, lo estaba rompiendo en ese momento y de paso me estaba rompiendo a mí.

--
Hasta acá el capítulo de hoy! Es una historia corta, así que quedan como dos capítulos más, creo, ya veremos. Espero que les haya gustado 💖

One shot Herophine/ HessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora