One shot Herophine/ Hessa

Encontrando a papá Capítulo 10

El sábado desperté gracias a las risas de Elizabeth, que conversaba con alguien a mi lado. Me desperecé un poco y abrí mis ojos para ver que efectivamente estaba hablando con una persona a través de mi celular, al menos no era un amigo imaginario o algo parecido, pensé para mí. 

-Sí, papá, es que es estlaño -respondió justo cuando me incorporé para preguntarle con quién conversaba -Espera, ya abrió los ojos -dijo mirándome -Okay, nos vemos -cortó. No sé porque me sentí decepcionada cuando no me pasó la llamada de Hero, ni siquiera esperaba hablar con él esta mañana.

- ¿Con quién hablabas? -pregunté haciendo como que no escuché y atrayéndola hacia mí para darle su beso de buenos días.

-Con papá, vine a acostarme contigo y luego sentí el celu bajo mi almohada -explicó abrazándose a mi costado -Perdón por contestar, pero vi el nombre y solo pesioné.

-Está bien, era tu padre y no tengo problema en que hables con él -contesté -Te escuché reír ¿Qué mal chiste te contó? -pregunté acostándonos de nuevo. Los sábados disfrutaba quedándome hasta tarde en la cama viendo alguna película con Beth.

-Fui yo, le dije Señor Hero -contestó poniéndose roja como un tomate -A veces me confundo, pero él no se enoja y le da risa -explicó.

-Hero jamás se enojaría contigo, Beth -respondí -Eres lo más importante para él y para mí -agregué dándole un beso en la frente y encendiendo la televisión.

-Mamá ¿Por qué no tengo abuelitos como los otros niños? Digo, cuatro abuelitos -preguntó de la nada mientras comenzaba la película, que tuve que pausar para poder hablar sin interrupciones. Sabía que algún día me lo preguntaría, pero no tenía una respuesta preparada para ella, no más que la verdad.

-Sí tienes, Beth, pero ellos están molestos conmigo, por eso no los conoces aún.

- ¿Por qué? -preguntó interrumpiéndome sin dejarme continuar - ¿Hiciste algo malo? La gente se enoja cuando alguien hace algo malo -dijo frunciendo el ceño en señal de que estaba maquinando algo en su pequeña cabecita.

-No hice nada malo, cariño. Te tuve a ti y eres lo mejor que tengo en la vida -respondí poniéndome un poco sentimental por hablar sobre mis padres, era un tema que aún me dolía.

- ¿Y entonces, mamá? 

-Verás, yo estaba viviendo en Londres...

- ¡Dónde vive papá! -chilló emocionada, interrumpiendo mi relato.

-Así es, Beth -afirmé -El asunto es que tus abuelitos querían que volviera a vivir a Perth con ellos para estudiar Medicina, pero a mí no me apetecía la idea, porque yo quería estudiar Literatura y ser escritora, es mi mayor sueño -confesé -Ellos se molestaron por eso y porque me quedé con Hero, así que dejaron de hablarme por un tiempo, hasta que regresé a casa contigo en mi pancita y solo dijeron que no querían verme más. 

- ¿No les agradaba papá? -preguntó abrazándome. 

-No, pero a ellos no les agrada nada que no sean sus propios intereses y yo quería perseguir mis sueños -contesté.

-"Si puedes soñarlo, puedes lograrlo" -dijo Beth citando una frase de Walt Disney.

-Chica lista -dije haciéndole cosquillas -Te amo tanto tanto, Elizabeth Langford -agregué dándole muchos besos que provocaban la risa más hermosa.

-Yo también mami, pero si no dejas de hacerme cosquillas, me haré pis -respondió riendo.

- ¿Sabes una cosa? Tuviste un bis abuelo que te amo desde que supo que estabas en mi pancita -dije recordando. El abuelo Langford estaba enfermito y ahora está en el cielo, pero dejó esta casa para ti y para mí, porque somos sus princesas -dije secando una lágrima que se deslizó por mi cara sin avisar.

-Él si era bueno, mamita. Vi una foto y tiene tus ojos y sonrisa -dijo abrazándome -Papá me dijo que los otros abuelitos me quieren conocer, pero aunque estoy feliz, tengo miedo de no agradarles como a mis otros abuelos, mamá -confesó con sus ojitos cristalinos.

-Elizabeth Langford -dije seria -Eres la niña más maravillosa que conozco y si tus abuelitos quieren conocerte es porque Hero les habló muy bien de ti -suspiré -Conozco a sus padres y sé que Martha te amará, ella siempre quiso una niñita para mimar -agregué recordando algunas conversaciones hace años atrás -Nunca temas no agradarle a alguien, porque eres una buena niña y si mis padres no supieron valorarte, aún sin conocerte realmente, ellos se lo pierden. 

-Sí, mamá -contestó dándome los cinco.

-Se nos ha pasado la hora ¿Qué te parece si desayunamos primero y luego nos tiramos a la cama? -sugerí.

-Está bien, pero papá dijo que lo llamaras cuando te levantes -dijo bajándose de la cama y dejándome sola en mi habitación. 

***

Había llamado a Hero apenas Beth salió de mi habitación, solo quería saber si podía ir hoy a dejar algunas de sus cosas a mi cuarto de invitados, porque debía volver el domingo por la noche a Londres y quería estar todo el tiempo posible con nuestra hija. Se me había olvidado que le había ofrecido mi casa, pero no pude negarme, no cuando sabía que él estaba haciendo un gran esfuerzo al viajar de un continente a otro todas las semanas.

Le di la noticia a Beth mientras desayunábamos y casi escupe el cereal de la emoción. Quiso que fuéramos de inmediato a Woolworths a comprar algunas cosas para decorar el cuarto de huéspedes, que estaba sin uso porque no recibíamos visitas. Claramente no pensé en eso cuando le ofrecí estadía a Hero, así que no pude negarme a ir de compras con mi hija. La habitación solo tenía lo típico, cama, velador y clóset, pero definitivamente carecía de vida. 

Le escribí a Hero que había tenido que salir, pero que lo llamaría cuando estuviera de vuelta, así no tendría que esperarme. Ropa de cama tenía, así que solo fuimos por una lámpara y decoración de emergencia. Beth eligió unos cuadros sin foto, un par de jarrones, una bajada de cama y un par de libros de fútbol y negocios. No sabía si Hero los leería realmente, pero estaban en oferta y como decoración express funcionaba. En casa tenía plantas, así que apenas llegamos, nos pusimos manos a la obra. 

Cuando el timbre sonó un par de horas después, no sabía si era Hero o el repartidor de pizza que siempre coqueteaba conmigo, pero estaba nerviosa por alguna razón. Tener a Hero en casa no formaba parte de mi plan "protege tu corazón de un infiel", porque sabía lo que sentía por él y al tenerlo así de cerca, tardé o temprano lo dejaría entrar de nuevo. Pese al daño que me hizo, nunca dejé de quererlo y agradecía que fuera el padre de mi hija, porque sabía que no le fallaría a Elizabeth como me falló a mí; lo compruebo cada vez lo observo mirarla.

Fui a abrir antes de que Elizabeth bajara corriendo las escaleras por el insistente sonido del timbre y mi sorpresa fue grande al ver que no solo Hero estaba frente a mi puerta, sino que delante de él, estaba el chico de la pizza, que traía consigo un gran arregló de flores para mí.

-Oh -fue lo único que pude articular antes de que Beth pasara corriendo por mi lado, empujando sin querer al chico de la pizza para lanzarse a los brazos de Hero.  El chico, cuyo nombre no sabía, tenía buenos reflejos, pero no pudo evitar que el ramo cayera de su mano al escuchar a Beth gritar ¡Papá! cerca de su oído.

Regañar a Beth esta vez no estaba en discusión.

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Tardé, pero acá estoy, ya saben que tengo cuatro historias en Wattpad y trabajo, así que me esfuerzo por al menos actualizar una vez por semana cada una de ellas. Espero les haya gustado el capítulo y gracias infinitas por leer 💕

Si no es mucho pedir, recuerden visitar mis otros bebés 💕

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