Empezamos con un había una vez o un hace mucho tiempo? Vamos directamente al grano o nos tomamos el tiempo de ir viendo el paisaje? Preguntas recurrentes al empezar una historia de duendecillos que corren para no ser vistos por los niños curiosos y de hadas buenas que ayudan a aquellos que son buenos e inocentes.....pero una historia de demonios? Cómo empiezas? Con heavy metal de fondo? Por lo general sí, verdad? Bueno, pues esta historia va a empezar con un Jazz relajante, específicamente con el que suena en la casa de un humano.
Y ya lo sé, "no iba a ir de demonios?", todo a su debido tiempo amigo mío....
La canción "under the tranquil moon" deleitaba los oídos de ese hombre egoísta que, sentado en un sillón de madera encerada y terciopelo rojo, limpiaba de sangre un cuchillo. Cuantas veces había echo eso ya? 10? 20? 100??...no lo sabía con certeza, había dejado de contar con números, ahora contaba con gritos, alaridos, llantos, sollozos de hombres y mujeres, de ancianos y ancianas, de niños y niñas....y sobre todo con sus caras. Tan solo sabía lo que necesitaba, que habían sido bastantes y que serían más, las cifras no importaban, a fin de cuentas que te tomas más enserio? Un cuerpo sangrante al que la vida se le está escapando en frente de ti o un número?
-Y aún me sobra tiempo para descansar dos horas, comer e ir a trabajar- habló a la nada mientras veía el elegante reloj de pared del salón.
Empezó a caminar, vestido únicamente con su bata roja con detalles dorados, su pelo castaño aún estaba húmedo por la ducha que había tomado para deshacerse de la sangre, sudor y lo que sea que se le hubiera pegado del cuerpo, llevaba unos lentes algo pequeños y circulares, a través del cristal se podían ver sus ojos, decorados con un iris de un marrón muy claro, hasta inusual.
Caminaba lentamente hasta la cocina para guardar el cuchillo ya limpio y lavar el trapo, nada importante ni fuera de lo común, cuando terminó se secó las manos y caminó hacia su habitación, sus pies descalzos hacían un leve sonido que retumbaba ligeramente por el pasillo. De nuevo otro ruido, esta vez era el chirrido de la puerta de su habitación abriéndose y cerrándose, después un suspiro.
Se miró al espejo y tocó su cara levemente, ya tenía 25 años, su madre había muerto con pocos más, y ya eran bastantes para ser 1933
-dormir ahora me va a ser imposible otra vez, qué dirán en los noticiarios de mi pequeña "obra de arte"?~- se preguntaba recordando como había dejado a aquella pobre mujer -pero si no duermo, qué haré?...ya sé! Hablaré un rato con él- dijo entusiasmado, salió de su habitación tras ponerse el pijama y empezó a corres cual niño pequeño hasta la cocina, alcanzó la sal, velas y cerillas. Luego caminó fuera de la cocina hasta llegar al final del pasillo, levantó un poco la alfombra y abrió la trampilla oculta que él mismo había instalado para ese tipo de ocasiones, con cautela descendió, teniendo que agarrar el paquete de sal y cerillas con la boca, las velas pudo repartirlas entre sus manos y meter alguna en los bolsillos. Una vez abajo lo dejó todo y acomodó la alfombra al tiempo que empezaba a cerrar la entrada.
-creo que con algo de suerte no se notaraaAAAH!!- gritó al resbalarse de la escalera y caer al suelo, un fuerte crujido sonó por toda la habitación seguido de un reprimido grito de dolor, el castaño miró su brazo, vio el hueso en una posición levemente diferente y maldijo en voz baja
-mierda.....ahora tendrá que verme así....me pasa por despistado- admitió tomando el paquete de sal
Lo abrió con los dientes y dibujó un pentagrama con símbolos en cada punta, sobre estos colocó las velas y por último las encendió y se sentó a medio metro -buenas noches su majestad, me permitiría el placer de hablar con usted un rato?- dijo cuando las llamas de las velas se volvieron azules
-claro, al fin algo de diversión- dijo una voz mientras un cuerpo empezaba a manifestarse en frente de él
-se lo agradezco- dijo ocultando un poco su brazo antes de que aquel ser se manifestara por completo
-a qué se debe el llamamiento?- preguntó una vez su cuerpo hubo aparecido en mitad del pentagrama, una cadena le unía al suelo impidiéndole salir de este.
Él sí que era un demonio....bueno no, no era un demonio, era el diablo en persona, su tez completamente blanca encajaba a la perfección con su pelo rubio no muy largo y resaltaba sus ojos completamente rojos a excepción de sus pupilas blancas, sus párpados maquillados en un tono morado claro y sus mejillas rosadas. llevaba puesto un traje negro bastante ajustado pero no le sentaba mal en lo absoluto
-tan solo me apetecía hablar y consultar mi señor, espero no haber interrumpido nada- dijo el de ojos castaños
-sabes que siempre tengo tiempo para mi invocador más habitual....qué querías consultar?- preguntó con una sonrisa algo maliciosa en sus labios
-tan solo lo habitual, cuanto me queda, a que hora debería ir mañana, como ha estado usted, quien sería la mejor próxima víctima...esas cosas- dijo con naturalidad
-hmm...puede que haya oído mal, has preguntado como está el gobernante del infierno sabiendo que podría matarte con tan solo un movimiento?- rio Lucifer, una risa grave, inhumana, que hizo que al humano se le pusieran los pelos de punta
-b-bueno, pensé que no mucha gente se lo preguntaría, y nunca está de más ser educado, así que....s-solo quería saber- dijo notablemente nervioso, haciendo que otra risotada retumbase en toda la habitación
-estoy bien supongo....aunque sigue siendo una de las preguntas más extrañas que me han echo- confesó deshaciendo la malicia de su sonrisa y viendo la figura de quien tenía en frente detalladamente, parando en el brazo que trataba de esconder tras la espalda -..por qué ocultas el brazo?- preguntó con gran curiosidad
-bueno, hace más bien poco rato me caí de las escaleras y no me pareció adecuado dejar que me viera en tales condiciones- contestó con total sinceridad
-....enséñame el brazo y acércalo- imploró, con una voz que no dejaba espacio a la negociación, una orden firme que era mejor no hacer que repitiera -te doy 5 segundos Alastor- advirtió
El contrario, nervioso, acató la orden, le dolía a horrores mover el brazo, y mucho más estirarlo, pero era eso o enfurecer al diablo. Acercó el brazo hasta que quedase en frente de Lucifer y cerró los ojos, pensando que se lo iba a arrancar o algo por el estilo, el rubio asió con algo de fuerza el brazo de Alastor y tiró, haciendo que ambos quedasen uno en frente del otro. En los ojos claros del humano podía verse un miedo tan grande que parecía que su corazón se pararía en cualquier momento
-siempre me preguntas una cosa, aún si el resto varían, siempre hay una que se repite...- habló mientras apretaba el agarre que rodeaba el brazo del asesino -cuándo vas a morir?~- dijo sugerente, con una sonrisa de maldad pura.
De nuevo una risotada sonó por todo el lugar, no tan estruendosa como las anteriores pero seguía siendo igual de potente, empezó a acercarse al oído del mortal que tenía en frente y susurró -3 días- luego hizo un movimiento brusco con la mano recolocando el hueso y luego deshaciendo su agarre.
Según vio la oportunidad, salió del pentagrama y tomó una amplia bocanada de aire, hacía un buen rato que la sal se había vuelto roja y eso solo significaba una cosa: Muerte instantánea al que respire dentro del pentagrama.
-tres días....- susurró -...pero como....moriré- quiso preguntar, pero el diablo ya no estaba ahí, las llamas de las velas se habían extinguido y tan solo un papel yacía en el centro exacto -....parece que se terminó el tiempo por hoy- habló triste hacia la nada, dirigiéndose de nuevo hacia la escalerilla para salir de ese lugar, ya limpiaría todo eso después
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Jazz and apples (appleradio) (Editando)
Fanfiction-Yo, el demonio de la radio, el temido Alastor.....¿sintiendo de nuevo?....No, jamás, así me extirpe el corazón y me arranquen las entrañas, nunca más te volveré a ver esos ojos esmeralda que tanto me hipnotizan, ni esos labios pálidos que tantas ga...