Alastor cruzó la enorme finca del Lord, estaba llena de extravagantes y coloridas flores, la mayoría carnívoras con apariencia inofensiva o suficientemente llamativa como para saber que acercarse no era una buena idea. El jardín fue un tramo extenso y casi tedioso de recorrer, había un estrecho camino de tierra cuyos bordes eran marcados con llamativas orquídeas, las únicas flores inofensivas de todo el lugar posiblemente.
Al llegar finalmente frente a la puerta de la estructura principal, Alastor notó dos cosas, la primera era el extravagante estilo que debía tener el Overlord, ya que el exterior de la fachada estaba meticulosamente detallado en un estilo barroco. La segunda cosa era que el tamaño de la puerta era el doble de su tamaño por lo menos, imagino por ende que el Lord sería bastante más alto que él.
Antes de que tuviera la oportunidad de rozar la puerta de madera pulida con los nudillos, esta ya se estaba abriendo, un mayordomo que le llevaba media cabeza lo miró con detenimiento, inspeccionándolo con meticulosidad. Alastor también lo observó con cierto detalle, el ser era un demonio perdiz, iba bien vestido con un traje formal negro y liso, en el rostro tenía un par de diminutas cicatrices.
Tras unos segundos, el demonio terminó por incomodarse ante la sonrisa de Alastor, solamente se hizo a un lado y señaló al final del pasillo indicándole hacia donde debería ir, el ex locutor entendió las indicaciones sin esfuerzo.
-Gracias caballero- agradeció con cortesía antes de entrar a la gigante estancia.
Los muros eran enormemente amplios y los pasillos anchos y extensos, había múltiples cuadros colgados en las paredes, pinturas enmarcadas en oro o fotografías no tan antiguas como aparentaban las pinturas. Aún si Alastor estaba entretenido tratando de averiguar si había alguna pintura que no tuviera más de 100 años, no detuvo su paso constante y ligero, parecía que en vez de caminar flotaba pegado al suelo por la ligereza que daba a ver su cuerpo.
Tardó no más de medio minuto en recorrer el que parecía un extenso pasillo hasta una sala enorme, tan solo había más cuadros y unas escaleras de piedra blanquecina bien pulida que subían a un primer piso, aunque sí se alzaba la vista como hizo el locutor, podía intuirse que el lugar tendría unos seis pisos por lo menos. Recordaba que una vez le habían hablado de los sitios así de lujosos, no debía ir a ninguna parte si no se lo indicaban, se aferró a ese recuerdo y aguardó con paciencia, viendo cómo el papel de pared trazaba medidas espirales en tonos verdes negruzcos sobre un llamativo verde jade. Por curiosidad vio el pasillo que acababa de recorrer, no le costó mucho darse cuenta de que su extensión era un mero trampantojo.
Se aburrió al pasar cinco minutos de pie completamente inmóvil en la sala, así que caminó hacia una pared y observó más detalladamente el cuadro más aburrido que había podido elegir: una naranja. No había nada más, ni un canasto con más naranjas, ni una mesa donde la fruta proyectaba sombra, ni un triste fondo, tan solo una naranja, aparentemente flotando en medio de la nada. Suspiró y se debatió entre si era más aburrido ver una fruta que no podía ni comer o estar de pie sin hacer nada, el debate finalizó con un empate, así que quiso ver otro cuadro, con suerte más entretenido que la naranja flotante. Para su "mala suerte" un sirviente que medía la mitad que él le indicó que lo siguiera escaleras arriba, Souk le había dicho que ese tipo de diablillos se llamaban IMP's, la clase más baja y más fácilmente demandada como sirvientes ante la nobleza.
Sus dedos acariciaron el pasamanos de piedra a la vez que ascendía por el primer tramo de escaleras, le sorprendió fatigarse levemente, no había caído en la cuenta hasta el momento de que, a pesar de no haber aire, él seguía respirando lo que fuera que compusiera el gas que entraba y salía de sus pulmones.
Pasaron por todos los tramos de escalera, que finalizaban en un breve rellano paralelo a un pasillo en horizontal, aunque de este apenas se veían ventanales que daban al exterior, daba la impresión incluso de que estaban subiendo todo el rato el mismo tramo de escaleras, tan solo había una diferencia entre rellano y rellano: un diminuto jarrón solitario con diferentes flores en cada uno.
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Jazz and apples (appleradio) (Editando)
Fanfiction-Yo, el demonio de la radio, el temido Alastor.....¿sintiendo de nuevo?....No, jamás, así me extirpe el corazón y me arranquen las entrañas, nunca más te volveré a ver esos ojos esmeralda que tanto me hipnotizan, ni esos labios pálidos que tantas ga...