Los días pasaron lentos y tortuosos, cada maldito segundo se le hizo eterno, el primer día pudo ver a diablillos atados por todo el cuerpo, forcejeando, gritando y posiblemente llorando, casi grita de alivio al notar suelo bajo sus pies tras más de 23 horas, había llegado al fondo. A los minutos ya lo estaban subiendo, tan lento como lo bajaron, tardaron otro día en sacarlo, incluso se excedieron unas horas. En el ascenso, todo estaba oscuro, la primera mitad desde el fondo al menos, a medida que se iba acercando a la superficie todo era más y más claro, sus ojos destellearon al notar lo tirantes que eran las cadenas atadas a sus esposas.
Sintió que los últimos segundos eran tan largos que volvería a fallecer, no pudo mantener su mente en el constante convencimiento de que ese dolor no existía.
Primero salieron sus manos y muñecas.
"El dolor está en tu mente"
Luego la mitad de los brazos
"Eres mucho más que esta mierda...NO EXISTE Y PUNTO"
Salió su cabeza, bien alta, antes que lo que quedaba de sus brazos y sus hombros. Su sonrisa era impecable, sus ojos eran de tonos rojizos a causa de la sangre que se había filtrado en ellos, pero aún con esto los tenía abiertos. Parpadeó un par de veces antes de poder distinguir a los demonios del otro día, murmurando con cara de confusión e incluso con una sombra de miedo en sus miradas. Lo ascendieron a la plataforma y bajaron las cadenas en cuanto los pies del ex-locutor pisaron en firme. No pudo evitar que sus piernas flaqueasen por unos momentos, era comprensible, había estado dos días y algo bajo sangre hirviente sin mover apenas las piernas.
Ambos demonios de piel rojiza, que parecían encargarse de los castigos de esa sección, se acercaron a Alastor, uno lo desataba mientras el otro tomaba nota de datos personales para un informe.
-Nombre completo?-
-Tan solo Alastor- zanjó, no le agradaban mucho sus apellidos ya que eran de su padre los dos
-...si no coopera las cosas se complicarán-
-Estoy cooperando, puedes poner una carita sonriente después de eso para reconocerme- bromeó, el demonio pareció rendirse con ello
-...ocupación en vida?-
-Locutor de radio, practicante de magia negra y voodooh- se sobó las muñecas una vez estuvieron libres
-Ciudad, estado y país en el que falleció y lo mismo para el que nació-
-El mismo para ambos, Nueva Orleans, estado de Luisiana, país de Estados Unidos- el demonio que lo liberó le extendió una toalla, que aceptó con gusto
-Causa de muerte?-
Y se quedó callado, que iba a decir? Que había muerto de una forma tan patética como lo fue el ir a cazar y acabar siendo cazado?
-...un balazo en la frente- se decantó por el motivo final mientras se secaba el pelo.
-Levántese el pelo de la frente para corroborarlo- dijo con seriedad, el que Alastor se hubiera pasado tanto rato pensando no le daba confianza
El ex locutor suspiró con pesadumbre, terminó de secarse el pelo, la cara y las manos, se levantó el flequillo, aún estaba ahí el agujero de bala que no le llegaba a traspasar la cabeza entera. El demonio que tomaba apuntes pareció alarmarse un poco por algo, aunque no tardó en recobrar la compostura y anotar más animadamente.
-...a cuantos mató?- preguntó tras un rato en el que Alastor se había acabado de secar y le había devuelto la toalla al otro demonio
-Pues...creo que rondan los cincuenta...sabe? Después de un tiempo uno deja de contar las muertes con números...ponga setenta y largos mejor pensado, por restarme algunos- rio suavemente de una manera que hizo estremecer internamente a ambos demonios
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Jazz and apples (appleradio) (Editando)
Fanfiction-Yo, el demonio de la radio, el temido Alastor.....¿sintiendo de nuevo?....No, jamás, así me extirpe el corazón y me arranquen las entrañas, nunca más te volveré a ver esos ojos esmeralda que tanto me hipnotizan, ni esos labios pálidos que tantas ga...