El castaño despertó en el suelo de la cocina, mareado, pálido, desorientado y con nauseas, se incorporó y notó que no estaba en su cama, había pasado su última noche durmiendo en el suelo de azulejos de la cocina, parecía ser que no le sentó muy bien la extraña y repugnante mezcla de hacía unas pocas horas realmente.
Reparó en la hora y vio que tan solo había estado durmiendo por una hora, después debatió mentalmente si se había dormido o desmayado, dejando la discusión para otro momento, no se sentía con fuerzas suficientes como para debatir algo que no fuera el desayuno que iba a tomar. Por primera vez en muchos años, Alastor había decidido tomarse las cosas con calma, tomarse su tiempo para respirar y disfrutar de la calma. Con cuidado se levantó se estiró, escuchando como algunos de sus huesos tronaban, no era muy aconsejable dormir en el suelo a fin de cuentas.
Se acercó al pequeño armario que estaba situado sobre la encimera, pegado a la pared, sacó una taza y un plato, le había entrado bastante más hambre de la que debería tener con el estómago revuelto, se preparó algo sencillo, no le apetecía complicarse en lo más mínimo, unas tostadas y un café serían suficiente para él.
Estaba ya comiendo en la reluciente mesa de madera del comedor cuando, por el rabillo del ojo, vio algo moverse, giró la cabeza rápidamente y no encontró lo que esperaba. Era su sombra. Ahora bien, obviamente Alastor no es el tipo de persona que se asusta con su propia sombra...a no ser que, como pasaba en ese momento, viese como esta estaba tomando con calma una manzana y devorándola con hambre.
El locutor pegó un brinco en su asiento por la impresión, esto pareció divertir a la sombra, que de alguna forma lo miraba atentamente, tardó aproximadamente dos minutos en entender que pasaba
-....eres el...hechizo de poder?- preguntó, inspeccionando al ser de pies a cabeza
-en efecto- contestó este con la misma voz del locutor -te adelanto que solo tu puedes oírme, verme es otra cosa- habló divertido
-lo sé, venía especificado casi todo en el libro-
-loqueris latine?- preguntó con acento perfecto
El castaño asintió mientras le daba un largo trago a su café, entendía algo de latín, tenía bastantes libros del idioma y apuntes, traducciones y notas en los márgenes de sus libros más importantes
-entonces sabrás que el hechizo no estará acabado hasta que me des nombre y digas el tuyo, no?-
-lo sé, en cuanto lo haga mi alma creará un vínculo contigo y se beneficiará de tus cualidades, la cosa es que por lo visto se puede elegir la modalidad del "pacto"...me equivoco?- le miró con una sonrisa entre maliciosa y desinteresada
-alguien ha estado estudiando...- puntuó algo fastidiado, habría deseado poder engañarle como al resto, pero ese humano le llamaba más la atención que los otros ineptos, eso le gustaba
El castaño, una vez acabó de comer, se levantó y fue a por papel y una pluma, empezando a escribir un texto considerablemente largo, al acabarlo se lo ofreció al ser de sombra
-un contrato?- preguntó confundido
-por si acaso, por experiencia puedo afirmar que los acuerdos hablados y sin evidencias son tan solo palabras al aire...tan solo quiero las reglas básicas y con posibilidad de añadir extras razonables- explicó
-eres un humano muy extraño, sabías?- dijo mientras leía el documento -...solo esto? Poder? Puedo darte mucho más por lo que me ofreces- dijo con el ceño fruncido la sombra
-lo sé, pero no se me ocurre nada ahora mismo, conforme se me vaya ocurriendo iré escribiendo otros documentos- dijo notablemente cansado
-y si quiero pedir yo algo y no puedes ponerlo por escrito?-
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Jazz and apples (appleradio) (Editando)
Fanfiction-Yo, el demonio de la radio, el temido Alastor.....¿sintiendo de nuevo?....No, jamás, así me extirpe el corazón y me arranquen las entrañas, nunca más te volveré a ver esos ojos esmeralda que tanto me hipnotizan, ni esos labios pálidos que tantas ga...