Alastor cerró fuertemente los ojos, esperando el duro impacto contra el suelo, de pronto, dejó de sentir el viento en su cara, dejó de sentir al diablo pegado a su cuerpo
-"he muerto?"- se preguntó
Abrió los ojos, listo para enfrentarse a lo que fuera que sucedía, sorprendiéndose enormemente al encontrarse en el sofá de su sala y al diablo un poco más alejado conteniendo sus carcajadas
-...estoy vivo?- se planteó en voz alta, palpando su cuerpo en busca de algún tipo de anormalidad, casi se le quita la borrachera por el susto
El rubio no pudo seguir conteniendo la risa, estallando en carcajadas ante la mirada de desprecio del locutor, quien estaba más pálido de lo normal
-Jajajajaja!tu-jaja! tu cara, jajajajaja!- se burlaba casi en el suelo de tanto reír
-Ríete, pero juraría que casi se me para el corazón- estaba temblando
Tras un buen rato de carcajadas por parte del de tez pálida, Alastor se acabó uniendo, contagiado por la risa del mayor y aceptando que debía haberse visto gracioso, tardaron un rato en parar de reírse
-Bueno, siento cambiar de tema, pero podrías darme lo que te pedí?- pidió el castaño, sabiendo que posiblemente se olvidaría luego
-...Te importaría que fuera en un rato?- pidió
-Si me lo recuerda luego, de acuerdo, si no, debe ser ahora-
-Entiendo...te avisaré luego entonces- comentó sentándose a la par de su compañero
-...por qué tanto interés en no dármelo ahora?- preguntó con curiosidad
-Porque tendría que irme y me lo estoy pasando bien- confesó
-Vaya, quien lo diría? El diablo admitiendo que lo pasa bien con un mortal...- habló con un deje burlón
-No juegues con fuego Alastor, puedes quedar carbonizado hasta los huesos- advirtió
El castaño sonrió y se recostó en el respaldo del sofá, cerró los ojos con una sonrisa y suspiró mientras apreciaba el momentáneo silencio. Sintió como el amplio cojín grisáceo sobre el que estaba se reclinaba ligeramente hacia la derecha, el diablo se había sentado con él para unirse a escuchar esa maravillosa calma que compartían ambos ahora, en ese momento toda palabra sobraba, no importaba realmente lo que debieran hacer, tan solo la calma y el silencio.
El rubio se deleitaba con los susurros que llegaban de la ciudad y del bosque, para él ese silencio era relativo y maravilloso, el jazz casi inaudible, los traviesos animalillos que correteaban fuera... era algo totalmente inusual para él, no porque no los hubiera en el infierno, nada más alejado de la realidad ya que siempre había algún establecimiento con la música tan alta como para escucharla, o algún molesto pájaro que se posaba en la ventana para molestar con sus grotescos trinos/graznidos...Lo que hacía especial ese momento era la lejanía, el parcial silencio, no había una esposa gritándole y reprochándole que no ayudaba con su embarazo, no había ajetreo entre sirvientes ocultamente groseros, no había molestos IMPS u Overlords con peticiones y exigencias, algunas absurdas, otras no tanto....Tan solo..."paz"...y un repentino peso en su hombro, abrió los ojos y al mirar a su derecha se encontró con el locutor, parecía estar dormido.
-Al...Alastor- susurró en un intento de despertarlo, pero él ni se inmutó
Sonrió por la tranquilidad de su rostro, nunca se había parado a observarlo detalladamente, nunca se percató de las ojeras que tenía ni de la pequeña cicatriz en la comisura de sus labios, pálida resaltando contra su piel...nunca se fijó en las marcas de su cuello, parecían viejas heridas forzosas, nunca se fijó en su cuerpo, más flaco de lo que debería ser, ni en lo que le pudo haber pasado para acabar donde estaba...
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Jazz and apples (appleradio) (Editando)
Fanfiction-Yo, el demonio de la radio, el temido Alastor.....¿sintiendo de nuevo?....No, jamás, así me extirpe el corazón y me arranquen las entrañas, nunca más te volveré a ver esos ojos esmeralda que tanto me hipnotizan, ni esos labios pálidos que tantas ga...