𝐴 𝑑𝑜𝑠 𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜

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*Conway*

Volkov y yo íbamos vestidos de negro con un pasamontañas del mismo color, mientras nos cacheaban para poder entrar al local, donde nos habían citado para hablar. Realmente no me podía quejar, en dos días, gracias a los contactos del Inspector Horacio ya pudimos hablar con ellos, solo tenemos que ganarnos su confianza y... BUM!

-Adelante, les acompaño. -Un hombre de más o menos mi estatura nos guió hasta una de las salas del rico local, lo poco que pudimos ver estaba muy bien decorado, se escuchaba música de fondo, supongo que el escenario de dicho local.

-Buenas noches caballeros, un gusto, siéntense. - Un hombre alto de pelo gris oscuro y de ojos marrones nos saludó amablemente, con al menos 7 hombres cubriendo sus espaldas firmes y derechos, Volkov y yo le saludamos con un apretón de manos y nos sentamos cada uno en unos sillones de cuero, en el medio había una mesita con botellas de alcohol y un par de cachimbas. -Me presento, soy Johnny, el jefe de esta mierda. - "Para ser la mafia más grande de Estados Unidos son unos anormales trayendo en la primera reunión al jefe " Pensé.

-Yo soy John y este es mi compañero Andrew, supongo que ya lo sabrá. -El hombre mayor asintió.

-Venga quítense esas espantosas mascaras. -Volkov y yo nos miramos y nos la quitamos al mismo tiempo, si no sería muy sospechoso. -Uno de mis más fieles agentes os recomendó para estar aquí, hay confianza, espero no equivocarme...

-Claro que no señor, tenemos contactos y sabemos de muchas otras mafias grandes, aunque no tanto como esta, me explico? -Dijo Viktor

-Perfectamente, sigan.

-Tenemos más contactos en otros países, con camellos y traficantes de todo tipo.

-Puedo preguntar cómo tenéis eso los dos solitos?

-Desde pequeños fuimos criados para esto, nuestros padres eran amigos y socios, cuando fallecieron en una operación, ambos nos quedamos todos sus contactos, armas, drogas etc..

-Interesante...

Los tres seguimos hablando cómodamente, parecía ir todo según lo planeado, nos estábamos ganando al completo su confianza, o eso pensaba, de un mafioso tan hijo de puta como él, no te puedes fiar.

-Tú. -Johnny llamo a uno de sus soldados. -Dile a mi sobrino que venga. -El agente asintió y se fue a buscarle, ambos le miramos confundido. -Me habéis caído bien, os voy a presentar a mi sobrino, a lo mejor a alguno le gusta y podéis pasar un buen rato con él. -"Este hombre estaba loco! Cómo podía hacerle eso a su sobrino?! Puto enfermo de mierda."

Al par de minutos se escucho la bonita voz de un chico quejarse.

-Qué pasa! Mi turno ya ha acabado! Estoy agotado y me duele todo joder. -Un bajito rubio entró con el móvil en la mano y el ceño fruncido, llevaba una camiseta larga que le llegaba hasta las rodillas e iba descalzo.

-Ven aquí ahora mismo mocoso! -El chico alzó la mirada del teléfono y sus ojos conectaron con los míos... Sería capaz de quedarme viendo esos ojos cielo durante horas.

-Joder, perdón perdón perdón no sabía que-

-Que vengas he dicho! -El pequeño rubio fue rápidamente en frente de el hombre.-Dame el móvil. -El rubio se lo entregó con la mirada baja, el mayor lo estampó contra el suelo.

-Eh mi móvil! Qué te pasa! -Johnny le dio una cachetada

-Arrodíllate.

-Qué? n-no voy a hacer e- El hombre le dio una patada en las rodillas haciendo que caiga, yo apreté fuerte el puño en silencio.