4

662 86 94
                                    

*Conway*

Iba en mi coche camino a la ubicación que el inspector Horacio me había mandado, según él tenía una especie de noticia, aparte de que necesitaba la información del operativo para trabajar sobre él, por lo que Volkov igual iría.

Acababa de dejar al rubio en su casa, estaba un tanto preocupado porque ya sabía como era su tío, esperaba que no le pasase nada, pero aún así tenía las notificaciones activadas por si necesitaba algo.

Aún me faltaban unos minutos para llegar así que me permití poner la radio, justo salió de nuevo la canción que el rubio había cantado minutos antes. Los ojos y la voz del chiquillo me volvía loco, en realidad todo de aquel rubio me volvía loco, y eso no me lo podía permitir, no podía enamorarme de él, por razones lógicas, por mucho que me doliese no lo podía permitir, pero los sentimientos no era algo que yo pudiese controlar, y menos ese tipo de sentimientos.

Gustabo había tenido una muy mala vida, un pasado muy oscuro que me gustaría conocer más afondo y un repugnante presente, sinceramente no entendía como podía ser que el rubio estuviese aún vivo. En cuanto su futuro, es algo que he estado pensando detalladamente, quizá cuando todo esto acabe Gustabo sería feliz, haría todo lo posible por que eso sucediera, se lo merecía, y mucho.

Pasaron unos minutos donde estuve reflexionando sobre mis sentimientos hacia el chico. Finamente llegué a un edificio bastante grande, en la puerta se encontraba Horacio junto a Volkov, me acerqué con un cigarro en la mano.

-Hola Super cómo está? -Dijo Pérez

-De puta madre.

-Priviet. -Saludó Volkov. Le saludé igual con un gesto de cabeza.

-Entremos, tengo noticias.

Seguimos a Horacio entrando en el edificio.

-CNI? estamos en el puto CNI? -Había un cartel nada más entrar con dichas iniciales.

-Ahora os comentamos todo.

-Comentamos? Quién más está?

-Podéis quitaros las máscara.

Hicimos caso y nos quitamos la máscara, seguido de esto llegamos a un despacho, una mujer pelirroja fumaba de espaldas a nosotros.

-Michelle, han llegado.

-M-Michelle?! -Dijo Viktor, yo solo me mantuve con los ojos abiertos y bastante sorprendido.

Michelle se giró con el mismo semblante serio de siempre, ninguno dijo nada.

-Qué pasa Jack, no le vas a dar un abrazo a tu mejor amiga? -Rodé los ojos y me acerqué a la pelirroja dándola un corto abrazo. -Rusky ven aquí tú también. -Me reí levemente ante el apodo y Volkov se acercó con el ceño fruncido, pero repitió la misma acción que yo.

Hablamos durante unos minutos sobre cosas informales, pero el de cresta carraspeó captando nuestra atención; los tres nos pusimos serios y nos sentamos para hablar más cómodamente.

-Como ya habréis visto estamos en el CNI. -Viktor y yo asentimos. -Seré directa, los de arriba han indicado que ambos debéis meteros aquí. -Yo reí con mi mítica risa macabra

-Ni de coña. -Seguía riendo. -Ya bastante mierda tengo con ser superintendente y el caso de la mafia de los cojones

-Pues por eso mismo Jack, el CNI está especializado en este tipo de operativos entre otros, y no es como si pudieses elegir; a mi tampoco me gustaría estar aquí, así que déjate de tus gilipolleces y acepta tus responsabilidades.

𝐴 𝑑𝑜𝑠 𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora