𝐴 𝑑𝑜𝑠 𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜

18

Jack no paraba de dar vueltas por la cama. Eran al menos las tres y media de la mañana, y por razones obvias no lograba pegar ojo.

Estaba preocupado, muy preocupado. No podía parar de pensar que todo era su culpa. "Si tan solo hubiese llegado antes, joder!" -Se repetía a si mismo todo el rato.

Por qué siempre le pasaba todo a Gustabo? Por qué no podía tener al menos una sola semana de descanso? De tranquilidad, de paz física, y mental.

Conway se levantó de la cama, todo sudado, con dolor de pecho y cabeza, aparte de un vacío en su estomago, no había comido nada desde ayer, y su estómago no era lo único que se encontraba vacío.

No podía soportarlo más, necesitaba distraerse hasta mañana, asique llamó a Michelle, sí, a las casi cuatro de la mañana, llamó a la mujer con más mala ostia que conocía.

*Llamada*

-Mich-

-SE PUEDE SABER QUÉ COÑO TE PASA LLAMANDO A LAS PUTAS TRES Y MEDIA DE LA MAÑANA ANORMAL!

-Esta tarde se han llevado a Gustabo. -Se oyó un suspiro por la otra parte de la línea. -Quizá mañana lo traigan pero no puedo dormir, necesito distraerme, están abiertas las oficinas del CNI?

-Joder.... No, tengo yo las llaves

-Puedo pasar por tu casa a recogerlas?

-Voy yo, ya me has despertado, no me queda otra. -Michelle gruñó y cortó la llamada

*Fin de la llamada*

Jack se puso un chándal por no salir en pijama, y unas zapatillas deportivas, se lavó la cara y se puso unas gafas de sol para que no se le viesen los ojos rojos. Cogió una venda y se la puso en los nudillos, tapando las heridas no curadas, a causa de darla puñetazos a la primera paredes que se encontró.

Ya preparado, cogió las llaves de casa, y le echó un ultimo vistazo a la cama, donde debería estar el ojiazul durmiendo...

*Gustabo*

Mi cuerpo entero dolía, no podía apenas moverme, notaba los moratones, quemaduras y cortes quemarme, pero espera, ¡¿dónde coño estaba ahora?!

La habitación era negra, no había nadie, estaba solo, desnudo y sucio.

Activé mejor mis 5 sentidos, y pude oír a al menos dos personas hablar fuera de la habitación, ansioso por saber qué estaba sucediendo, me tiré de la cama, gateé y me arrastré como pude hasta la puerta, trataba de no hacer tanto ruido, pero los jadeos y quejidos salían de mi boca sin poder pararlos.

-Puedo jugar con él antes de llevarlo mañana? -Escuché decir, mi cuerpo se tensó, no quería, no podía.

-Claro, pero asegúrate de que no recuerde, ya sabemos cual es el propósito de esto.

Sin darme tiempo a reaccionar, la puerta se abrió de golpe, dándome en la cara.

-Pero bueno! Mira a quién tenemos aquí, mi muñeca la cotilla. -Le miré a la cara. Me alejé arrastrándome. -Mírate, das asco, arrastrándote por los suelos y con la mitad del cuerpo roto, esto no es un buen juguete... A ver date la vuelta. -Obedecí, si no lo hacía me iría peor. -No me gustan los culos llenos de sangre. Traedme la manguera! -Me di la vuelta asustado, observando como le traían una larga manguera

(no sé como se dirá en otros países, pero en España una manguera es un tubo de goma que suelta agua, se utiliza normalmente en los jardines para regar plantas y eso, al final del cap dejo foto)