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-Johnny?! -Dijo John nada mas ver al mencionado pasa por la puerta corriendo y acercándose a Gustabo, ignorándole.

-T-Tío! -Dijo girando su cabeza, jadeando al instante por el dolor

-Gus cielo, cómo estás? -Le sonrió, dándole un beso en la frente. 

-Me duele todo tío. -Dijo con los ojos lagrimosos, John se acercó y se puso al otro lado de la camilla, cogiéndole la mano y acariciándola. -G-Gracias tío, t-te quiero mucho. -Johnny le sonrió, volviendo a besar su frente, y dejando una caricia en su mejilla

-Y yo cielo. -Los ojos de Gustabo se iluminaron, y en su rostro se creó una sonrisa de oreja a oreja, importándole una mierda sus dolores, se dio la vuelta y se lanzó a los brazos de su tío, llorando de la emoción, y del dolor

-Gustabo te vas a hacer daño! -Dijo John, tratando de separarle. -Venga cariño, por favor hazme caso. -Gustabo se separó, gimiendo de dolor. Con ayuda de ambos hombres se dió la vuelta, acomodándose de tal forma en la que sus heridas no doliesen tanto. -Quieres que te eche la crema ahora o luego?

-Qué crema? -Preguntó Johnny, acariciándole la espalda al rubio

-Una que me tiene que echar para las heridas del trasero. -Contestó Gustabo suspirando cansado.

-Yo lo hago por ti John, ya bastante has echo tú. -Dijo sentándose en la silla donde anteriormente se encontraba el pelinegro, el cual se levantó negando con la cabeza, no era imbécil, ya sabía lo que en realidad quería.

-No te preocupes, lo hago yo, me he comprometido a cuidarle, aparte no sabes los movimientos que tienes que hacer, eso es importante para que sane bien y rápido. -Johnny suspiró y rodó los ojos, levantándose de la silla, para apoyarse en la pared

-Está bien, pues adelante. -John antes de sentarse, se acerco a Gustabo, depositando un beso en sus rubios cabellos. 

-Si te duele mucho me dices y paro si? -Este asintió, un poco nervioso. -Y si te sientes incomodo también. -Le susurró, a lo que el contrario asintió de nuevo sonriéndole.

Ahora sí, el pelinegro se sentó, bajando su parte de abajo, dejando al descubierto el destrozado culo del rubio.

-Dios santo, que te ha hecho. -Dijo John, apretando la mandíbula, observando los moretones, marcas, chupetones y bofetones que aún se podían apreciar demasiado bien. 

John cogió algo de crema, esparciéndosela por las manos, y con cuidado por el trasero, muy muy despacio, no quería hacerle más daño.

Comenzó con los movimientos, Gustabo trataba de reprimir los gemidos de dolor, y los sollozos, pero por mucho que mordiese la almohada no lo lograba.

-Quieres que pare? -Gustabo negó. -Está bien. -Este continuó con los movimientos, sintiéndose culpable de toda la situación.

Mientras, Johnny rozaba con anhelo el bulto creado en sus pantalones tras las "bonitas" vistas y gemidos del rubio. Ninguno de los dos se había dado cuenta de esto.

-Ahora vuelvo. -Habló, sin dejar de rozar descaradamente su erección. Ninguno le miró, solamente John hizo un sonido afirmativo.

Este salió, dirigiéndose con necesidad al baño, mientras que buscaba en su móvil la carpeta de fotos no muy inocentes del rubio.

Mientras tanto, Gustabo seguía llorando fuertemente, quejándose sin parar, y con el labio partido de tanto mordérselo, esto último terminó de preocupar demasiado al otro.

-Gustabo cariño, vamos a hacer un descanso vale? -Gustabo volvió a negar. -Sí Gus, te estás haciendo más daño. -Este acabó cediendo, sin dejar de sollozar.

𝐴 𝑑𝑜𝑠 𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora