El después I

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El final de las vacaciones llegó más rápido de lo que pensamos, sin darse cuenta todos los alumnos nuevamente estaban en su típica rutina. Tuve que moverme contra el reloj para ponerme al día con los deberes y exámenes, por suerte recibí algo de ayuda de Hermione y Cedric. Tuve que asimilar mi relación con él, luego de la fiesta de año nuevo y de unos dos días de resaca llegue a la vaga conclusión de que tal vez Draco tenga razón, quizás nacimos para estar separados y quizás eso sea lo mejor.

Desde que volví apenas me encuentro con Draco, aunque compartimos las clases y prácticamente nuestra vida en Hogwarts casi no lo veo, en cambio con Cedric es todo lo contrario. Últimamente paso mucho tiempo con él, es agobiante pero tal vez si paso mucho tiempo con él me termine acostumbrando a su compañía y así aprenda a amarlo como se lo merece. Puede ser un poco cruel, pero estoy segura que en algún momento el sentimiento será mutuo, mientras tanto cargó con la rabia de saber que, aunque siento algo de rencor hacia Draco a pesar de todo eso sigo queriendolo como el primer dia.

-T/n qué haces ahí, apurate, tenemos que estar en clase.

Hermione acababa de llegar super desesperada porque estábamos llegando tarde a Cuidado de Criaturas Mágicas. Durante el camino nos encontramos a Harry y Ron que también estaban corriendo para llegar rápido al bosque, bajamos la escalera y corrimos por la nieve, estábamos ansiosos por otra clase con Hagrid. Sin embargo, al llegar a la cabaña de este encontramos ante la puerta a una bruja anciana de pelo gris muy corto y barbilla prominente.

Harry: ¿quién es usted? -pregunto un tanto desconcertado.

-Soy la profesora Grubbly-Plank —dijo con entusiasmo—, la sustituta temporal de su profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas.

____: ¿y dónde está él?

-está indispuesto -respondió irónicamente la mujer.

Atrás de nosotros escuchamos unas risas, risas que yo reconocía, los Slytherin acababan de llegar. En la cabeza del grupo venía Draco escoltado por Crabbe y Goyle, Blaise venía hablando con Pansy y cuando me vio hizo un gesto muy cordial saludándome, al girar para saludar a Blaise Draco giró su vista, quede ignorada.

Nos adentramos al bosque prohibido, no demasiado, estamos a la distancia perfecta para que nuestra vida no corra peligro. Llegamos a un árbol super grande y en el había atado un hermoso unicornio.

Muchas de las chicas exclamaron «¡oooooooooooooh!» al ver al unicornio.

El unicornio era de un blanco tan brillante que a su lado la nieve parecía gris. Piafaba nervioso con sus cascos dorados, alzando la cabeza rematada en un largo cuerno.

-!Los chicos den un paso atrás¡ —exclamó con voz potente la profesora Grubbly-Plank, apartándolos con un brazo que le pegó a Harry en el pecho—. Los unicornios prefieren el toque femenino. Que las chicas pasen adelante y se acerquen con cuidado. Vamos, despacio...

Todas las chicas junto a la profesora nos acercamos hasta el unicornio y comenzamos a acariciarlo muy delicadamente, es una criatura muy hermosa. Lavender Brown no dejaba de soltar una risita muy infantil, Hermione estaba impactada, incluso Pansy Parkinson estaba a punto de llorar de la emoción. No la culpo. no todos los días acaricias un unicornio.

Mientras estaba acariciando al unicornio me percate que Harry y Ron estaban hablando con Malfoy, y que este le había alcanzado el diario "El Profeta", vi como los ojos de los chicos comenzaban a recorrer la hoja marcada y como Malfoy con sus amigos tenía una sonrisa muy sospechosa en su rostro. Cuando deduje que al fin habían terminado de leer la noticia Harry quiso abalanzarse a Draco, Ron lo detuvo tomándolo de los hombros. Decidí acercarme con Hermione y saber que les había dicho Malfoy para que Harry se enoje tanto.

Nuestro Camino: El comienzo[PARTE 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora