El cálido cuerpo bajo suyo le hace ronronear y frotar su mejilla contra la fuerte espalda, sonriendo al sentirle suspirar. Cada cosa que hace Kuzimu parecía ante sus ojos y oídos algo completamente nuevo y hermoso, un espectáculo que aprecia de principio a fin y aunque al inicio eso le molestó, ahora puede aceptar que se encuentra rendido ante el canino.
Fue un proceso lento, incluso pausado debido a ciertos altibajos que hubo y las misiones en las que Kuzimu tuvo que participar.
A pesar del tiempo y las incontables demostraciones de apoyo de Nuevas Especies y Voraces hacia los humanos, seguían existiendo personas reacias a creer en ellos. Sin embargo, eran más los buenos. Muchísimas asociaciones y campañas dedicadas a ellos y su esfuerzo por vivir.
No buscaban encajar, eso había quedado muy claro, solo querían poder caminar sin miedo a ser atacados solo por ser quienes eran.
Un sueño que muchas personas comparten con ellos: aquellos que aman a los de su mismo sexo, los que por su color de piel son señalados de lo peor o por el simple hecho de no portar la misma bandera.
Se incorpora levemente usando sus manos, observa perezosamente a su compañero de cama y la idea de morderlo cruza su mente como un rayo, y es que a pesar de vivir juntos ya un año el canino no le había pedido ni siquiera dado señales corpóreas de intimar. No es que le moleste, pero no logra entenderlo de todo.
Rubí, la pareja de Shark, ha platicado incontables veces con él y le ha explicado que de entre su compañero al de ella, definitivamente el que debía tener más cuidado era él. No supo qué responder en ese momento, en primer lugar porque no entendió y en segundo, ¿qué se suponer que iba a responder?
Suelta un bufido, sale de la cama sin nada de cuidado haciendo gruñir a Kuzimu.
— Ya es hora de levantarse —anuncia, recogiendo su camisa del suelo—, tienes que hacer guardia hoy ¿no?
— ¿Hmm?
— Venga, ni dormimos tarde —se pone en cuatro para buscar su ropa interior bajo la cama.
— Creo que ese es el problema, ¿no lo crees? —lo dicho por el canino lo obliga a enderezarse y verle confundido, pero este se encuentra dándole la espalda.
— ¿Qué quieres decir?
— Hice que te cortaras las uñas.
— Sí, ¿y?
— Llevo una semana sin ponerme pijama alguna —Fire ladea la cabeza, no entiende porque el repentino recordatorio—, salgo del trabajo temprano y cuando tengo día de descanso, no dejo de decirlo.
— Lo sé, ¿y?
— Maldición, vaya que serás el macho de la relación —le escucha suspirar, lo ve enderezarse con ayuda de las manos y la mirada amarillenta que le dedica, deja a Fire inmóvil—. Tal vez mi aspecto de tipo alto musculoso te haga pensar que soy activo, pero no ¿de acuerdo? Así que, voy a salir de la casa y después de trabajar iré a ver a mi hermano y cuñada, posiblemente pasé a ver a Cedrix o Caleb, incluso a Demmon, y para cuando regrese quiero que ya estés totalmente mentalizado de que me vas a montar ¿bien?
— Yo...
— Te puedo cabalgar, pero soy pesado y me preocupa romperte la cadera de un senton —se alza de hombros, como si lo dicho por él fuera demasiado obvio—. Estoy harto del sexo oral, no es malo, pero definitivamente se vuelve poco cuando tengo tu gran polla en mi boca y pienso en lo bien que se sentiría en mi culo —sale de la cama, coge ropa limpia y al pasar al lado de Fire, le revuelve el cabello—. Tú puedes, gatito.
ESTÁS LEYENDO
Gabriel (Ultimo Fanfic Nuevas Especies #16)
FanfictionSeguro lo conoces, has estado junto a él en muchas ocasiones y le has visto ser fuerte, liderar un grupo de ataque, luchar por su familia y por lo que creyó justo, le viste llorar por su hermano, su hija y su compañera, le viste luchar hasta que su...