Gabriel (Ultimo Fanfic Nuevas Especies #16)

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Erendi lanza victoriosa su última carta, alza los brazos y sonríe al ver a sus amigas tirar su juego, les ha vencido por tercera vez consecutiva y mentiría si dijera que no lo disfrutaba. Con una sonrisa radiante, se hace con la apuesta: yerba para gato, dos cupones de descuento y un increíble tanga de encaje negro, por la etiqueta se ve que es nueva.

— Alegría, tu hija está haciendo trampa —Dysis se cruza de brazos, viendo como el regalo que Torrent le había dado se iba en manos de Erendi. Fue mala idea haber apostado.

— ¿A quién culpas de tramposa? —la ganadora le ve ofendida— Tú eres quien tenía cartas ocultas —le señala, haciendo a las demás reír.

— Detalles, detalles.

— Sí, claro: "detalles" —Susykyo niega con la cabeza, toma todas las cartas y comienza a reburujarlas, definitivamente quiere ganar la próxima partida. Debe de recuperar ese cupón, Daniel no le perdonara si se entera—. Ultimo juego, todo o nada.

— ¿Hablas en serio? —la pelirroja abre los ojos con sorpresa, pues ella en verdad ya no tiene mucho que apostar, aunque sabe que no le dirán "no" a lo que ponga. Tal vez el paquete de condones sea el siguiente— Bien, le entro.

— Deben de estar bromeando, ya se llevaron mis dulces de leche ¿qué más quieren de mí?

La risa de Dysis se une con la de Lucy, lo que hace a Gian poner los ojos en blanco, mientras que Alegría solo puede observarlas con adoración. Sus princesas son unas guerreras, se lo han demostrado en cada enfrentamiento que se ha presentado, también en como manejaron su vida amorosa. Por un tiempo pensó que iban a salir huyendo, pero no fue así.

No con Gian al menos, ella lucho por Salvation... aunque tampoco es como si hubiera querido huir. Al principio Alegría estaba asustada de aquello, de la forma en que el Nueva Especie observaba a la Voraz, lo tan rápido en que su relación avanzó y lo mucho que la canina siguió avanzando sin temer a nada, ¿en verdad ella estaba dispuesta a ser feliz? ¿En verdad iba a dejar ir a Cometa?

No lo podía creer, pero al conocer a Cristal, la adorable canina hija de Salvation y Gian, supo que en verdad era amor. Claro que lo era, su pequeña en verdad amaba a Salvation y más a su hija, pero todavía su alma le pertenecía a ese infante que se marchó ya hace mucho tiempo.

— Bien, ¿cuánto más va a tardar Gabriel en volver? —la pregunta de Lucy deja en evidencia lo molesta que está, es de comprenderse ya que se aproxima el cumpleaños de Greco y es el líder de los Voraz quien se encuentra a cargo de organizar el evento— Necesito saber qué colores usara para la decoración.

— Oye, es tu hijo, deberías ser tú quien organice la fiesta — dice Gian, cruzándose de brazos—. Gabriel tiene muchas cosas que hacer últimamente, dejando de lado que con esto que ha ocurrido... bueno, definitivamente la está pasando mal.

— Ni lo menciones, Damara será su nieta y la amara, pero Deo y Dora junto con Attis también son parte de él y no saber nada de ellos le ha de estar...

— O Forest —agrega Dysis, cortándole el rollo a Susykyo, mientras se lleva un pedazo de manzana cortado en cubo a la boca—, en todo caso él es el padre y debería poner de su parte.

— Ni pensarlo, ambos hemos arruinado muchas fiestas de nuestro hijo. Antes no había problema porque obviamente no lo iba a recordar, pero ¿ahora? Estoy segura que nos lo hará echara en cara el cómo arruinamos su fiesta —sonríe radiante, como si aquella idea fuera más un presagio inevitable—. Por otro lado, Gabriel ha tomado el papel de abuelo, así que debe tomar esa responsabilidad.

— Eso es demasiado cruel —comenta Alegría, alisando su blusa de las imperceptibles arrugas—. Pero respondiendo a tu pregunta, Lucy, se supone que llegan hoy en la noche o mañana en la mañana, el camino es largo y no hemos tenido noticia alguna de cómo están yendo las cosas.