Gabriel (Ultimo Fanfic Nuevas Especies #16)

~27~

Leo y Gabriel no pueden hacer nada más que ver a los pequeños que yacen en cajas de cristal a un lado de donde Calista descansa, quien sonríe orgullosa a pesar de lo agotada que se encuentra. Según escuchó Gabriel, la pobre leona dio a luz en la sala de su casa, siendo ayudada por Dysis, Trisha y Slade, aunque este último solo estuvo como apoyo para retener al compañero de su princesa.

La imagen, la escena tan llena de alegría y gozo, hace al líder de los voraces ir a un recuerdo similar de ya hace mucho tiempo. Sonríe, recordando la sonrisa de su amiga y amigo, ambos sosteniendo a la pequeña bebé rubia que no dejaba de llorar. <<Cali, Wapi; tienen una hija maravillosa>>. Posa suavemente la mano en la melena de ella, acariciándole con ternura y su princesa no hace más que sonreírle radiante. Ha crecido, ahora es madre de dos cachorros: Deo y Dora.

— Son hermosos —susurra Leo, pasando con miedo y amor la punta de sus dedos sobre la regordeta mejilla del bebé envuelto en una manta rosa, es Dora—, se parecen a ti.

— Sí, bueno, tienen algo tuyo —la voz calmada de Nuria llama la atención de los presentes. Ella cierra la puerta tras de sí, sostiene en sus manos un folder grande y Gabriel entrecierra los ojos, ¿esas eran radiografías? —. No es nada alarmante, pero es necesario comunicárselos.

— ¿Están bien? —pregunta Cali, alarmada, y es por ello que Leo se tensa.

— Sí, su salud es increíble, pero —voltea a ver a Gabriel, quien levanta una ceja—. Lo siento, esto es solo un comunicado para la familia.

— Él es como mi papá —Calista sabe, tiene muy en cuenta que el trabajo de Nuria y Lluvia se encuentra en la cuerda floja con ellos presentes, pero necesita a Gabriel con ella. Está asustada y sabe que Leo también está así.

— Bien —la doctora suelta un suspiro, realmente le ha costado pedirle a su tío que se retire (indirectamente). Espera que no se lo cuente a su padre—. Dora y Deo tienen cola de león —extrae las radiografías del folder, se las extiende y es Gabriel quien las pone a contra luz; en ellas se puede observar la estructura ósea de ambos bebés, la columna vertebral va más allá de una humana y se curvea ligeramente.

— Bueno, esto deja en claro que sí le echaron muchas ganas para concebirlos. Tienen de los dos.

El comentario de Gabriel hace sonrojar a Calista y Leo, incluso a Nuria, pero él solo se centra en ver a los mellizos, los cuales ahora duermen sin ningún problema o remordimiento. No necesita decir ni prometer nada, está seguro que los padres de ambos harán lo que sea por ellos, pero aun así lo jura en silencio.

Se jura protegerles aunque la vida le cueste.

>>♥<<

Valiant levanta a Damara al cielo con los brazos bien extendidos, la cría chilla de júbilo y patalea feliz, extasiada, adora ese tipo de juegos y, bueno, es Tammy quien siempre pone un alto a su compañero. Es su primera nieta, ambos se notan muy felices y confundidos con ello, igual que Gabriel y Alegría, pero ellos, bueno, han cuidado de tantos bebés que uno más es... bueno, otra personita a la cual amar.

La cabeza de Erendi se posa en el hombro de su padre, suspirando soñadora al poder tener ese momento con su familia, no puede evitar soltar una risilla al escuchar a su tío Nathaniel llamarle "Gabbo" al líder de los voraces, un apodo que parece ser de todo menos apreciado por el menos de los gemelos. Se endereza, permitiendo a su papá ir tras quien ahora intenta huir.

— Parecen unos niños —señala Demmon, haciendo reír a Noble.

— Me da gusto no ser el único en pensar eso —comenta, chocando el puño con su cuñado quien, después de hacerlo, vuelve toda la atención a Ángel, la primate observa un poco preocupada la persecución de los hermanos Beck—. Vaya, tu hermano ha sido civilizado —susurra a Erendi, quien no hace más que voltearlo a ver enojada, intentado que la risa no se le escape de los labios—; sabes que digo la verdad.