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El aroma a café y el pan recién tostado llena la cocina, envolviendo todo en una calma apacible junto con el silencio vagamente interrumpido por el golpeteo de la espátula al sartén, Gabriel hace todo lento y calmado, se está esmerando con el desayuno como nunca (le llama así porque son las tres de la mañana... han dormido bastante y se han perdido otro día productivo estando encerrados), todo para que la bella durmiente en su cama quede satisfecha. Más, en todo caso.

¡Ha hecho el amor con Alegría! Que bien pudo haber sido un poco más romántico y esperarse más tiempo, pero es que ella había dicho las palabras, ¡Ella las dijo! Se confesó a él con el corazón en la mano y se entregó completamente, ¿cómo no ceder a eso? Y al final, sí que la había dejado agotada, incluso un poco confundida porque en el penúltimo orgasmo que le concedió, Alegría preguntó "¿Dónde estoy?" y sí, él fue débil ante esa linda carita y no lo pensó dos veces en sacarla de la cama y colocarla sobre el mueble...

Vaya, en verdad que el celibato le afecto demasiado. Se comportó como un bruto.

Suelta un suspiro, apaga la flama y en un solo plato sirve lo que ha preparado, lo coloca en la bandeja junto con el café y el pan, le alza con cuidado y comienza a andar al cuarto, se asoma poco a poco y ve a Alegría cerrando el cajón del mueble con mucho cuidado ¿ha guardado algo ahí? Bueno, si lo ha hecho, ahora ella tendrá que vivir con él.

— ¿Puedo pasar? —pregunta, haciendo que ella voltee a verlo soltando una risa baja.

— Es tu casa Gabriel, ¿por qué preguntas eso?

— Has puesto algo en el cajón...

— Sí y no puedes leerlo.

— ¿Es una carta? —las mejillas de Alegría se sonrojan, ha acertado. — Bien, tranquila, no la voy a leer.

— Bien, ahora trae el desayuno que me has dejado muy hambrienta. —Gabriel arquea una ceja, sonriendo de lado.

— Pensé que lo había hecho bien, pido una segunda oportunidad para remediar mi error. —camina hacia ella, dejando la bandeja con comida en el regazo de Alegría y se sienta al lado de ella, riendo al recibir un golpe contra su brazo. — Era broma, era broma.

— Vaya broma; me has dejado discapacitada por una semana, ¿a quién se le ocurrió esa posición, he?

— ¿Cuál? —frunce el ceño, colocando un poco de guiso sobre el pan tostado para después darle un bocado. Alegría le da un trago al café, hace una mueca y voltea a verlo, el azul zafiro siendo el color de la bella mirada.

— Esa donde me ataste manos y pies juntos, y me hiciste...

— Ya, ya, ya. Tranquila, ya me acorde. —se pasa la mano tras el cuello, sonriendo travieso. — Lo vi en un video porno que vi hace tiempo, quería probarlo.

— En nuestra primera noche.

— Sí, me emocione un poco.

— Yo diría que te volaste la barda con tu imaginación perversa; lo he disfrutado, sí, pero no has dejado nada para las siguientes ocasiones.

— Amor, no te voy a decepcionar.

<♥>♥<♥>

Suelta un enorme bostezo, se cruza de brazos y observa con una ligera sonrisa como sus sobrinas, Lucy y Susykyo observan atentas a la pequeña de rubios cabellos, quien tiene la mirada más impresionante del mundo. Un ojo azul y el otro verde, es impresionante. Tan brillantes e inocentes, una real princesa de cuento de hadas. Lo extraño es que ni Calista ni Wapi le habían dicho el nombre, dijeron que querían pensarlo más. Bueno, eran los padres así que debe de apoyarlos.

Gabriel (Ultimo Fanfic Nuevas Especies #16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora