Park Jimin un Omega que sólo pedía una vida tranquila, dónde su padre no fuera un alcohólico y adicto a las apuestas.
Pero aquello cambió cuando su propio padre lo cambio para deshacerse de sus problemas.
Min Yoongi, un Alfa, dueño y jefe de una de...
Hoseok caminaba por las calles de Londres, estaba fascinado con la ciudad, los árboles, la nieve que estaba cayendo, absolutamente todo.
El Alfa se fue de Corea con su Omega, dejaron su país para huir de una bruja loca que los tenía fastidiados a todos. Él decidió que su lugar para vivir durante un tiempo sería aquel país, Londres no era un mal lugar, tenía un viejo amigo, quien fue su compañero de entrenamiento cuando eran jóvenes, este le alquilo una cabaña en las afueras de la ciudad, justo en una colina, era poco habitada, pues en la zona hacía demasiado frío, mucho más en invierno.
Sin embargo, para Hoseok estaba perfecta, pues no deseaba estar en medio de más personas, ya que eso no era lo ideal para él y su pareja. La cabaña se veía muy hogareña, pequeña, pero acogedora, ideal para él y su Omega. Tenía una parte delantera y una trasera, para pasar el rato, aunque con el frío invierno no era posible. Pues la cabaña estaba cubierta de nieve en su totalidad. Aún así tanto a él como a la Omega les encantaba.
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Fue a la ciudad con la intención de comprar alimentos para varios días en aquella cabaña, no quiso que Heize lo acompañará, pues no tenían suficiente ropa para abrigarse, el Alfa fue con la intención de traer todo lo necesario.
Heize aún no tenía todo lo suficiente para poder salir a la calle, así que Hoseok lo traería por ella. Claro que en el camino no pudo evitar encontrarse con un regalo que a la Omega le encantaría, el sabía lo fanática que era la chica de aquel muñeco animado, y por más grande que le pareciera, lo llevaría para ella, incluso Heize no se dio cuenta que cuando escaparon de la mansión, llevaba uno en brazos, hasta que subieron al jet se dio cuenta, pero lo agradeció.
Un par de horas después el Alfa peli rojo iba de camino a la cabaña, si tenían un auto con el que podían llegar fácilmente hasta la cabaña, aunque la nieve se los dificultaba un poco, podían moverse por el área.
Al llegar a la cabaña que comparte con su Omega, bajo todas las bolsas, dejó el peluche y pensó en regresar por el después, ya que iba muy cargado. Abrió y encontró a su linda chica acostada en el sofá, leyendo un libro, ella al verlo sonrió en grande y se levantó del sofá, estaba por lanzarse a los brazos del Alfa pero lo vio cargado con muchas bolsas, así que decidió mejor ayudarlo a llevar todas hasta la cocina.
