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(Narrador Omnisciente)

Los tacones resonaban elegantes sobre el piso de aquella enorme mansión. La mujer que lideraba la mafia rusa tenía un porte imponente, demandante y que intimidaba hasta el más insignificante Alfa que esté a sus órdenes.

Kim Hye siempre demostró ser una mujer de carácter, desde muy niña demostró que sería una mujer de liderazgo, alguien dominante a pesar de su casta. Jamás se dejó dominar por nadie, por ningún Alfa y al único que "ha amado" lo ha tratado peor que a un perro, lo privó de su libertad hacía casi siete años, dándolo por muerto y queriéndolo solo para ella.

La mujer no estaba bien de sus facultades mentales. Kim Hye realmente es una mujer loca, desquiciada, avariciosa y con un inédito amor por el poder. Logró miles de cosas en su vida, pero jamás fue de manera honesta, siempre fue a costas de otros, aunque claro... ¿Desde cuándo pertenecer a una mafia se logra de manera honesta?, Sin embargo ella siempre cruzó el límite de confianza y lealtad hacia quienes le tendieron una mano.

Kim Hye nunca quiso ser una mujer de segundos lugares, ella repudiaba ser la segunda al mano y que alguien más estuviese encima de ella. Razón por la que detestaba una parte de su propio hijo, ya que ella creía que Jimin es un Omega poderoso, que puede tener más de lo que desea, pero se conforma con siempre ser el segundo al mando, cuando puede ser mejor que eso. Quizá Hye no se equivocaba en esa parte, quizá Jimin si podía tener más de lo que pedía, pero la diferencia entre ellos dos es muy grande.

Kim Hye es una Omega sin lealtad, sin escrúpulos y sin amor. Mientras que Park Jimin es un Omega leal a los suyos, con un inmenso amor hacia su familia, cosa que Hye no tiene.

Cualquiera podría comparar de muchas maneras aquellos dos Omegas por el simple hecho de ser madre e hijo, por el simple hecho de ser mafiosos, Omegas, sin corazón al matar a cualquiera a sangre fría, pero lo cierto era que ambos son muy diferentes, como el agua y el aceite, no se mezclan, no congenean. Una es avariciosa y el otro tiene un enorme corazón lleno de amor. Claramente no eran nada parecidos.

Pero claro, el amor por algo o por alguien siempre puede hacer que una persona cambie, que por lograr sus objetivos y lo que más desea lo convierta en alguien irreconocible, que haga cosas que jamás imaginó y haga hasta lo último por estar con los que más ama y que no los dañen.

Ese mismo era el caso de Jimin, ¿No?

La mujer de cabellera negra entro aquella sala de seguridad, sintiendo irritación porque habían interrumpido su descanso de 10 minutos y debía agradecerle a su hijo. Así que no estaba de buen humor, como siempre, aunque eso ya era típico de ella.

- ¿Qué mierda quieres ahora Jimin? - Preguntó con fastidió la Omega.

- Lo mismo me pregunto yo, cada que llegas arruinar mi paz - Dijo el menor, con su mirada fija en las pantallas - Encontré a los perros que están robando tu mercancía - Respondió después el Omega.

- Entonces era cierto - Río sin gracia la Omega.

- ¿Pensabas que de verdad estaba jugando?, No te confundas Hye, que sea un hacker no quiere decir que sea idiota - Sonrió ladino el Omega al sentir la presencia de la mujer detrás de él.

- Te tendré a prueba unos días Jimin, arregla esto y si lo logras, te daré la maldita confianza que tanto deseas...

- No nos confundamos Hye - Dijo Jimin mientras se ponían de pie y enfrentaba a su madre - Que ame estar frente a una computadora, que ame la tecnología y el hackeo no quiere decir que necesite con desesperación la maldita confianza de una loca como tú, ¿Entiendes?, Arreglaré este maldito problema yo, ya que tú no puedes hacer nada que no sea sentarte tras un maldito escritorio y fingir trabajar.

💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora