💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narrador Omnisciente)

Jimin regresaba a la mansión de Vicenzo con su arma en manos y sonriendo satisfecho por haber logrado su objetivo aunque su principal problema escapó, en ese momento era lo de menos.

Tenía mejores planes para ella.

Los invitados prefirieron irse marchando de poco a poco, estaba de más explicar que más de la mitad de ellos le temían a ellos y la otra mitad le tenían un enorme respeto, por lo que preferían no meterse con el mejor Omega de la mafia.

El Omega soltó un sonoro suspiró y observó el cielo, notando como este estaba lleno de estrellas y la hermosa luna resplandeciendo más bella que antes.

Siguió su camino y al estar frente a su Alfa, sonrió ladino, cuando esté le guiño un ojo. Dong-wook, junto a Vicenzo y Yeo-been solamente lo observaron detenidamente, preguntándose si aquel Omega había nacido con un don, como el saber perfectamente que hacer ante una situación como la reciente.

Pensaban que Jimin debería estar en algún centro de inteligencia y no en una mafia.

Jimin guardo su arma tras su espalda y tomo la mano de su Alfa, entrelazando estás, antes de prestarle atención a Dong-wook, quien solamente lo observaba sin decir nada.

- Eres una caja llena de sorpresas Jimin - Se escuchó al Alfa castaño.

- ¿Tú crees? - Sonrió el Omega - Creí que era un libro abierto, todos parecen conocerme antes que yo mismo - Repitió las misma palabras que una vez le dijo a Sora y a su propio Alfa.

- Pues digamos que yo no conocía mucho sobre ti. Nada mas lo poco que la misma Hye me decía, pero en fin, se perfectamente que ustedes me querían a mi, ¿Puedo saber la razón? - Claramente el Alfa sabía el porque.

- ¿Por qué mejor, no nos dejamos de idioteces y vamos al grano? - Dijo Jimin - Dime, ¿Dónde tienes a Félix?, El hermano menor de Yeo-been.

- Oh, con que de eso se trataba - Río el Alfa.

- ¿De que más?, De ti no me interesa nada, solamente quería que nos regreses al chico y listo - Dijo con superioridad el Omega.

El Alfa frente a Jimin, apretó la mandíbula. Debía aceptar que aquel chico le encantaba, lo volvía loco su insolencia y superioridad, jamás había conocido a alguien como él, ni siquiera Hye era tan descarada como lo es el Omega. Le encantaba si, pero él era fiel seguidor de los Omegas sumisos.

- Bien, te lo entregaré - Dijo el Alfa - Quizá en dos, tres días o en una semana, no se - Le resto  importancia el Alfa.

Yeo-been se preocupó al escuchar al Alfa, ella deseaba tener a su hermano en casa, no seguir esperando tanto tiempo. Vicenzo trato de tranquilizarla, por el momento prefería no decir nada, solamente dejaría que Jimin controle la situación.

- No te confundas Dong-wook - Dijo Jimin, importandole un carajo las formalidades - No estás en posición de decidir, aquí quien da la órdenes soy yo. Así que es mejor que te prepares, partiremos mañana a primera hora hasta China para que me entregues al chico.

- Jimin - Llamo Yoongi al escuchar a su Omega y sobre todo la seguridad en las palabras del Omega.

Jimin sabía perfectamente que su decisión fue precipitada, pero prefería acabar con todo aquello pronto. Entregar al chico a su familia y él, poder regresar con la suya a casa, no pretendía esperar más cuando ha estado demasiado tiempo alejado de ellos y solo quiere tener su tiempo, su espacio con sus pequeños, con su Alfa, siendo una familia a pesar del mundo tan cruel en el que viven.

El Omega volteó la mirada a su Alfa y le sonrió, guiñándole un ojo, el mayor entendió a su amado y sonrió ladino, besando los labios de este. Yoongi siempre aceptaría las ideas, planes, estrategias de su Omega, era el mejor y él, su complemento y por nada del mundo lo dejaría solo.