💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narrador Omnisciente)

La mañana llegó más rápido de lo que él Alfa hubiera deseado, despertó con una enorme pereza, deseando dormir más al lado de su bello Omega. Quiso acurrucarse más cerca de su pequeño, pero no lo sintió por ningún lado.
Alarmado se levantó de un sólo salto de la cama, lo buscó en el baño, en el clóset y no lo encontró, rápidamente bajo hasta la sala y no lo vio hasta que llegó a la cocina.

Jimin estaba tarareando la melodía de su canción filter, mientras meneaba las caderas sutilmente y preparaba unos hot cakes muy agusto.

El Alfa sonrió más tranquilo al ver que su pequeño estaba bien, desde la noche anterior donde su amado había tenido aquella fatídica pesadilla, sintió la necesidad de estar más cerca de él, de cuidarlo como a nada en la tierra. Se acercó a su pequeño Omega y lo abrazó por detrás, llevando sus grandes manos hasta el abultado vientre de su Minnie, sintiendo al instante las pataditas de sus pequeños cachorritos, ambos sonrieron por el acto y el mayor depósito un suave beso en la mejilla de su pareja.

- ¿Qué te sucedió cariño?, Sentí tu preocupación hace un par de minutos - Dijo Jimin mientras terminaba de servir el último hot cakes.

- No te sentí en la cama amor, me asusté, pero me alivia saber que estás aquí - Dijo por lo bajó el mayor.

- Siempre te preparó el desayuno Yoonnie.

- Si bebé, lo sé, pero siempre me levantas justo cuando tú lo haces, por eso me asusté al no sentirte conmigo.

- Cierto, sólo quería que durmieras un poco más, anoche llegaste muy tarde y quería que siguieras descansando, ¿A qué horas te irás ahora? - Preguntó el Omega.

La pareja se sentó en la isla de la cocina, ambos empezaron a desayunar lo que él Omega había preparado y cabe decir que Jimin había mejorado muchísimo.

- En una hora, trataré de venir antes del anochecer cariño.

- Está bien Yoonnie, en la tarde saldré con Rose y el señor Chan, estaré antes que tú aquí.

- Tienes cuidado Minnie, ¿Si? - El Omega asintió y siguieron en su desayunó.

Al cabo de unos cuantos minutos, ambos terminaron de desayunar, Yoongi se dirigió al baño a darse una ducha antes de irse a la empresa, mientras Jimin se quedó recogiendo los platos para luego lavarlos.

El Omega no terminaba de acostumbrarse aquello, lo de él eran las misiones, las armas, todo lo que tenga que ver con la mafia, pero no aquello, él no se sentía capaz de vivir así, se empezaba a cansar a fastidiar, quería salir, hacer algo que vaya de acuerdo con él.

Por esa razón saldría esa misma tarde, no iría simplemente a caminar como le dijo a su Alfa, necesitaba descargar toda su energía en algo, al menos matar un pájaro le quitaría las enormes ganas que tiene de salir alguna misión o matar algo o... Alguien.

Jimin no era ningún tonto, el tenía sus sospechas de quién podría ser la infiltrada, pero al mismo tiempo tenía dudas, en su mente bailaban más de tres personas, de las cuales no estaba seguro de quien podría ser, jamás ninguna levantó sospechas de nada, sin embargo solo a una de ellas la vió el día de la huida, mientras a dos de ellas, no alcanzó a verlas. El Omega quería regresar a Corea, a su mansión, tener aquellas tres mujeres frente a él y ser él mismo quien descubra quien fue la maldita perra que se atrevió arruinarle la vida de aquella manera.

Siempre quiso una vida tranquila, desde que era joven fue lo único que deseó, desde que su madre falleció y quedó a cargo del cerdo de su padre, no pidió más que una vida donde su padre no fuera un alcohólico y poder tener una vida tranquila.