💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narrador Omnisciente)

Caminaban tomados de la mano hacía la mansión, ambos con una sonrisa cómplice en sus rostros, mientras se susurraban palabras tiernas y una que otra provocativa.

La pareja había culminado su celo después de casi cinco días alejados de todos y es que cuando sus celos decidían coincidir no había nadie en la tierra que los alejará uno del otro, se enfrascaban tanto en su mundo que olvidaban todo a su alrededor.

Claro que en ello no entraban sus cachorros, de los cuales se mantenían al tanto con llamadas a Rose o los vigilaban ciertos minutos por las cámaras de seguridad. Podrán vivir todo su momento pasional como deseen, pero eso no quita el hecho que son padres responsables y que de algún modo siempre están pendientes de sus pequeños.

- Vaya, ¿Ya se acabó la fiesta? - Bromeó Jin cuando vio a la pareja dirigirse a la mansión. El Omega ahora castaño sostenía a su pequeño Soo-Bin, quien dormitaba entre los brazos de su padre Omega.

- Muy pronto, ¿No crees Jinnie? - Sonrió Jimin, mostrando su sonrisa pícara y provocativa.

Seokjin casi suelta una carcajada al aire al escuchar a su hermanito menor. Pero se contuvo, pues por nada del mundo quería despertar a su pequeño, al cual le ha costado mucho lograr dormir.

- Eres todo un caso Minnie. Rose está con Chungha en la cocina, están alimentando a tus pequeños - Dijo el mayor, siguiendo su camino al jardín trasero, donde pronto habría una piscina de la cual relajarse y disfrutar todo lo que deseen.

La pareja siguió su camino, ansiosos por ver a sus cachorritos. Jimin fue el primero en salir corriendo a la cocina al sentir el tierno aroma de sus pequeños, al verlos no pudo evitar chillar de emoción y cargar a su pequeño Yeonjun en brazos y hacerle mimos a su adorada Sujim.

Yoongi admiró la tierna escena. Sin duda alguna, su amado Jimin siempre le regalaba las imágenes más hermosas y perfectas de la tierra, amaba a su familia con el alma y por ellos siempre será capaz de todo, sin importar que.

Los pequeños Balbuceaban palabras inentendibles, haciendo soniditos tiernos y emocionados al ver a su papi Omega darles mucho amor. Los cachorros tenían un año de edad, estaban a pocos meses de lograr articular palabras más entendibles. Jimin no deseaba que sus pequeños crezcan, pero ama verlos cada día y poder vivir la increíble sensación de pasar todos los momentos importantes con ellos.

La pareja decidió darle un descanso a Rose y Chungha, que parecen más sus niñeras, a lo cual ellas jamás se quejan. Rose ama a los pequeños Min con su vida y Chungha ama ver a su linda Omega ser tan adorable con los cachorritos.

Jimin jugaba sobre la alfombra de la sala con sus cachorritos. Su pequeña Sujim tomaba un pequeño bloque en su manita y la dejaba en la mano de su papi, mientras Yeonjun luchaba por separar dos bloques de lego.

- Minnie - Llegó Jungkook con su cachorrito en brazos - Perdona que te interrumpa, pero... Tenemos dos problemas en la sala de... tortura - Dijo la última palabra más bajito, pues como padre, temen que sus pequeños aprendan cosas peligrosas a tan corta edad, no es que quieran dañar su infancia tan pronto.

- Oh, tienes razón, me había olvidado completamente de esos dos - Río Jimin, escuchando seguido la risita de Sujim, la cual ama escuchar los sonidos de su papi Omega - Deja a MinGyu aquí - Lo tomo y lo dejo con los otros dos pequeños en la alfombra - Hyuna, vigilalos un rato, ¿Si?, Tenemos asuntos que atender...

- Jiminie... Soy mala con los cachorros, la vez anterior Sujim me lanzo la comida encima, Yeonjun lloro como si hubiese visto a un demonio, MinGyu se hizo popo y cuando lo estaba cambiando me orino el rostro, ¿De verdad quieres que los cuide? - Dijo una sustada Omega.