💣𝙴𝙻 𝙾𝙼𝙴𝙶𝙰 𝙳𝙴 𝙻𝙰 𝙼𝙰𝙵𝙸𝙰🔫 (𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧) ~Oᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ~

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(Narrador Omnisciente)

El gatillo del arma fue disparada...

Sora y Young Soo retuvieron por milésima vez el aire. Observaron la escena con detenimiento, esperando a saber que sucedería, algo inesperado había pasado, algo que ellos no creyeron que sucedería, pero paso.

Dentro de la habitación, Hye mantenía sus ojos cerrados, su cuerpo temblaba de terror. Abrió los ojos lentamente y se percató de que el arma no le hizo ni un mínimo rasguño, fue entonces en qué su irá y cólera, la hicieron actuar impulsivamente, sin percatarse de lo que estaba por hacer realmente.

Ante la rabia, comenzó a dispararse una y otra vez, así, hasta 3 veces consecutivas, con ello gastando “4 balas posibles”. La mujer estaba frustrada, agotada y destruida, así que pensando que tampoco resultaría, apunto hacia la puerta, la cual no era más que una simple puerta vieja de madera, apunto a la manija y disparó...

La bala salió, destruyendo así, la manija de la puerta y con ello abriéndola en un abrir y cerrar de ojos. La sorpresa no cabía en la mujer, quien estuvo a nada de matarse realmente, si hubiese disparado una vez más hacía su cien, seguramente acababa con su vida en ese momento, pero decidió disparar en donde menos imagino y con ello llevándose una grata sorpresa.

Hye camino con lentitud hasta la entrada, aún con el arma en sus manos, la enorme sonrisa en su rostro era tan grande, que no cabía. Paso a paso, se iba acercando más a la salida, hasta que... Algo la detuvo.

La Omega volteó a ver hacía su tobillo y una nueva chispa de rabia se acrecentó nuevamente en su interior, al ver la cadena muy bien atada de su tobillo, apuntando con el arma, disparó una vez más en el candado, deseando de una vez por todas, destruir el candado, fallando en el intento.

- Esa era tu última bala - Se escuchó la voz de Sora.

Kim Hye volteó y reviso el arma, dándose cuenta que efectivamente, no tenía más balas, se dio una bofetada mental al no revisar ese detalle, antes de desperdiciar sus únicas dos balas en idioteces. Pero prefirió jugar a las amenazas antes de pensar con la cabeza fría.

- ¿Por qué mierda no me matan de una buena vez? - Volvió a preguntar la mujer, más que fastidiada.

- Por qué es más divertido verte sufrir - Respondió Young Soo.

- Por más que intentes destruir esa cadena, no lo lograrás Hye - Dijo Sora - Decidimos dejarte aquí un par de días más, con tus amigos claro, no pienses que te dejaremos sola, disfruta y diviértete el tiempo que quieras, la puerta quedará abierta, digo, para que tomes un poco de aire fresco - Sonrió ladina la mujer.

En medio de la rabia, Hye lanzó su arma con tanta fuerza que está, fue a caer justo en la frente de Sora, quien se quejó del dolor ante el impacto, recibiendo la rápida atención del Alfa, quien se preocupó al ver a esta sangrar un poco.

- Maldita loca - Murmuró con odio el Alfa, lanzando una mirada asesina a la mujer.

Young Soo se fue del lugar, junto a Sora, dejando a una rabiosa y encolerizada Hye, pues detestaba más que nadie, ver al Alfa junto aquella mujer que siempre odio.

Hye solo pudo ser testigo de cómo un grupo de hombres Alfas y betas entraban al cuchitril en el que ella se encontraba. Uno de ellos se encargó de atarla de manos, otro la ato a una silla y otro le tapó la boca con cinta, dejando su vista libre únicamente, mientras otro, se encargó de abrir la pequeña cueva de ratas.

Los hombres salieron y fácilmente presionaron un botón, el cual comenzó a cerrar una puerta de metal, en donde antes se encontró la débil puerta de madera, dejando a Hye con los ojos muy abiertos, tanto por la rabia que aún permanecía en su ser y el terror ante la cantidad exagerada de ratas que se paseaban por toda la habitación.